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La CIDH lamenta la ausencia de Nicaragua en sus audiencias

La CIDH lamenta la ausencia de Nicaragua en sus audiencias

EFE

Washington —

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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) lamentó la ausencia del Gobierno de Nicaragua, que no envió a ningún representante a las dos audiencias sobre su país programadas para hoy sobre derechos humanos y seguridad ciudadana.

“Lamentamos la ausencia de alguna representación del ilustre Estado de Nicaragua”, dijo el comisionado José de Jesús Orozco, que presidía la primera sesión pública del día sobre el país.

Coincidió con esta posición la comisionada Esmeralda Arosemena, relatora para Nicaragua.

“Escuchar las posiciones es el punto inicial para el acercamiento” pero no hubo “oportunidad de intercambio con el Estado”, dijo Arosemena en declaraciones a Efe.

Nicaragua tampoco se personó en las reuniones privadas que debía mantener ayer con miembros de la CIDH y organizaciones de derechos humanos, según informaron a Efe tanto la comisionada como representantes del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil).

El conflicto con el Gobierno nicaragüense se basa en “el concepto de protección” que el Estado “debe garantizar” para asegurar los derechos humanos, resumió Arosemena, que ocupa el cargo de relatora para Nicaragua desde enero.

“Estoy segura de que el Estado de Nicaragua tiene especial interés” y “buscará la manera de atender” a futuras convocatorias, añadió la comisionada.

Las organizaciones por los derechos humanos que sí acudieron hoy a las audiencias, ambas planteadas en términos generales, sobre derechos humanos y seguridad ciudadana en el país, manifestaron también su decepción y enojo.

“Nicaragua no quiere que haya una veeduría internacional, observador que pueda estar documentando las violaciones que están pasando allí. Eso pone en una situación de mayor riesgo a los defensores locales de los derechos humanos y a los periodistas locales”, dijo a Efe el abogado del Cejil, Luis Carlos Buob.

A pesar de la ausencia del Estado como interlocutor, las organizaciones de derechos humanos -peticionarios- dispusieron del turno de palabra para exponer sus reivindicaciones ante la CIDH, tal como prevé la normativa del organismo internacional.

Representantes de las organizaciones de derechos humanos pidieron a la Comisión que visite Nicaragua, una propuesta que los comisionados acogieron con entusiasmo y prometieron estudiar.

El objetivo de la invitación es “que puedan evaluar observar y emitir un informe de país con recomendaciones a Nicaragua sobre la situación de derechos humanos”, señaló Buob.

Sin embargo, para que la CIDH pueda realizar esta visita oficial necesita que el Estado la apruebe y Nicaragua lleva ocho años denegando tal permiso, según Buob.

Las esperanzas de las organizaciones están ahora puestas en la capacidad diplomática, “el activismo y la incidencia” de la nueva relatora para Nicaragua, Esmeralda Arosemena, señaló el abogado.

La otra gran petición de las organizaciones a la CIDH es que incluya a Nicaragua en el Capítulo Cuarto de su Informe Anual, en el que la Comisión recoge los países donde el riesgo a sufrir violaciones de derechos humanos es más elevado.

La “concentración del poder en el Ejecutivo y la subordinación de los demás poderes” es, según la Cejil, la causa original de los abusos de Nicaragua.

La violencia de las fuerzas del orden, policiales y del Ejército, la falta de derechos de la mujer, de la comunidad homosexual y de los pueblos indígenas, y la inexistencia de libertad de expresión y prensa son las principales violaciones de derechos humanos que señalaron los activistas en ambas audiencias.

En Nicaragua se registran 14 agresiones sexuales contra mujeres al día, lo que dejó un total de 5.220 violaciones en 2014 en un país de 6 millones de habitantes, según datos ofrecidos por las organizaciones que atribuyeron al Gobierno de Nicaragua, que solo contabiliza los casos reportados e investigados.

En el 64 % de las violaciones contabilizadas, las víctimas fueron niñas de entre 0 y 13 años, mientras aumentan los casos de ciberacoso y pornografía infantil, muchos de los cuales quedan impunes, según denunciaron las organizaciones.

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