Pablo Iglesias señala a Felipe VI y a la vieja guardia socialista por atar a Pedro Sánchez a la estrategia de Rajoy
La crisis de sistema político que se abrió en España con el 15M no solo no se ha cerrado, sino que ha crecido con el conflicto territorial abierto en Catalunya. Y ha obligado a intervenir al jefe del Estado. La crisis por el 1-O ha dividido en dos a los partidos políticos: un bloque “partidario de la mano dura” y otro que apuesta “por soluciones democráticas”.
El primer polo lo dominan PP y Ciudadanos. En el segundo se aglutinan las fuerzas de Unidos Podemos-En Comú-En Marea y los firmantes de la Declaración de Zaragoza. En medio, un Pedro Sánchez indeciso al que la monarquía y la vieja guardia del PSOE impiden acercarse al “campo democrático”. Y mientras los socialistas no se decanten no habrá una solución viable y duradera a la crisis catalana.
Este es el análisis que hace la dirección de Podemos sobre la situación después del referéndum del 1 de octubre, de la dura represión policial, de la movilización ciudadana del 3 de octubre, del mensaje del jefe del Estado esa misma noche y del rechazo de Mariano Rajoy a la oferta de diálogo lanzada por el Govern catalán con la intermediación de Pablo Iglesias.
El secretario general de Podemos apeló este viernes ante el Consejo Ciudadano de su partido a mantener “la mano tendida”, a seguir “interpelando” a Pedro Sánchez, y a ser “enormemente responsables y generosos”. Todo para lograr “llevarle al campo democrático, de las soluciones efectivas y de la mediación porque es un actor necesario para desbloquear la situación en España y Catalunya”.
Iglesias cree haber encontrado a los culpables de que Sánchez no termine de decidirse y haga lo que, sin nombrarlo, considera “apelaciones genéricas” al diálogo. Como la que el secretario general del PSOE hizo en la noche del mismo 1 de octubre en una declaración sin preguntas en la que planteó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que abriera un diálogo de forma inmediata. Una posición que el PSOE ha reconducido a lo largo de la semana y que ha tensionado las relaciones con el PSC.
El secretario general de Podemos reiteró en su discurso ante el CCE la necesidad de promover “una alternativa al PP para afrontar muchas cosas. Una de ellas, una solución democrática a la cuestión territorial”.
“A nadie se le escapa que los últimos movimientos políticos irresponsables han ido en la dirección de cerrar esa puerta al PSOE”, señaló Pablo Iglesias. Y apuntó directamente al discurso de Felipe VI en la noche del martes.
El líder de Unidos Podemos lo calificó al principio de su alocución de “nefasto”. “Vimos un monarca alineado al 100% con el partido más corrupto de Europa”, añadió en referencia al PP. Y lanzó una advertencia al jefe del Estado: “Hay precedentes en comportamientos borbónicos que fueron sancionados por la Historia. El error fue mayúsculo”.
Iglesias se extendió después. Y al rey, añadió a la vieja guardia socialista como causantes de la supuesta parálisis de Sánchez. “A nadie se le escapa que los últimos movimientos políticos irresponsables han ido en la dirección” de cerrar la opción de un entendimiento con Unidos Podemos, señaló. “El mensaje del monarca no era un mensaje dirigido a todos los españoles ni mucho menos a los catalanes. Era un mensaje dirigido al PSOE” y que iba “en la misma línea que la vieja guardia de ese partido”.
Felipe VI apeló a la “responsabilidad de los poderes del Estado asegurar el orden constitucional”. Sin una alusión al diálogo o a esa mayoría de catalanes que quieren votar. Una frase que se ha interpretado como una apelación a que el Gobierno aplique el artículo 155. Y un llamamiento, creen en Podemos, al PSOE para que lo apoye.
En ese sentido se han pronunciado los antiguos dirigente del PSOE. “No dejan de proponer barbaridades”, señaló. Por eso pidió a los suyos “mantener la cabeza fría” y la “mano tendida para que el PSOE dé el paso que no se atreve a dar al campo de la democracia, de la solución política, del diálogo y de la convivencia”.