El PSOE califica a Pablo Casado como “un mal patriota” por cuestionar al Gobierno en Europa
El Partido Socialista contraataca acusando a Pablo Casado de “mal patriota” por su intención de visitar Bruselas para cuestionar la acción del Gobierno. En estos términos se ha manifestado la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, durante una reunión de su grupo en la que las ministras de Economía y Hacienda han explicado a los diputados de su grupos las líneas maestras de las cuentas que pretenden aprobar en el Congreso.
En términos similares se ha posicionado la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, para quien el PP no respeta al Gobierno: “Casado tiene que respetar que está en la oposición y respetar la mayoría que gobierna”, ha asegurado.
El PSOE ha puesto todo su empeño en convertir el debate presupuestario en un impulso para el Gobierno de Pedro Sánchez. Según Lastra, las cuentas presentadas por el gobierno socialista “vienen a permitir la decencia y dignidad de todos los españoles”.
Ante los diputados del grupo socialista, las ministras Montero y Calviño, han explicado pormenorizadamente los grandes números del proyecto de presupuestos. La ministra de Economía ha explicado que las previsiones macroeconómicas en las que se sustentan las cuentas son “muy prudentes” y ha incidido en que “el impacto del plan presupuestario es neutro en términos de crecimiento”.
El PSOE se ha conjurado para contrarrestar las críticas que desde la oposición han calificado las cuentas como un ejercicio de “despilfarro” que situará a España otra vez en situación de crisis. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero ha explicado que los cambios en la fiscalidad de los trabajadores no afectan más que a la pequeña parte con grandes ingreso: “El 99% de los ciudadanos no se ven afectados por el cambio en el IRPF”.
Según Montero, el Gobierno de Sánchez debe enfrentarse al “mantra” de la derecha que “quieren aparentar que ellos son los rigurosos mientras que los socialistas nos dedicamos a gastar el dinero de los ciudadanos”.
Para la portavoz Adriana Lastra, las cuentas suponen “un punto de inflexión” con la intención de proteger el estado del bienestar y luchar contra el nacimiento de nuevas clases sociales como la de “los trabajadores pobres” que no consiguen llegar a fin de mes.