Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Peinado multiplica los frentes del ‘caso Begoña’ sin lograr avances significativos
El miedo “sobrenatural” a que el cáncer vuelva: “Sientes que no consigues atraparlo”
OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada
Sobre este blog

Sinsentido Común será un blog de política ficción en el que contaremos cosas que no son reales (aunque lo parecerán y jugaremos a parecer que lo sean, ¿vale?, ese es el pacto).

Ficcionaremos la realidad para que dé más risa aún de lo que ya por sí da. Risa floja, risa histérica, media sonrisa o risa congelada. Eso ya nos lo irán diciendo ustedes (la cara que se les queda al leerlo).

Un blog editado por Silvia Nanclares, Felipe G. Gil y Guillermo Zapata.

¿Por qué no hay premio Nobel de la Hispanidad?

Emilio Botín Columbus

Comunicado de la “Asociación Democratica por la Hispanidad del Nobel y el Nobel de la Hispanidad: ADHNNH”

“Hay premio Nobel de TODO, esto es un hecho. Los suizos lo reparten como si lo hubieran inventado ellos. Hay uno de ciencia, qué bueno, de matemáticas, de económia (meh), hasta de literatura hay, que se lo iban a dar a un japonés que hecha carreras y se lo han dado a una canadiense..., ¡a una canadiense, ¿estamos locos?!

Porque, a ver, ¿qué han hecho los canadienses por la humanidad? Ese país sin identidad nacional, hecho de inmigrantes, con más alces que personas... En fin, todos tenemos una palabra en la cabeza al pensar en Canadá: Fletán. A lo sumo “sirope de arce” o “policía montada”. Señoría, no hay más preguntas.

Desde ADHNNH queremos proponer un premio nobel de la Hispanidad. Los motivos saltan a la vista: hablamos de un imperio que ha diseminado su lengua por todo el mundo con el noble propósito de acabar con las torres de Babel, un buque insignia cultural que ha llevado la educación a los pobres cholos y negros de America del Sur y que de paso ha ayudado a tantas personas a gestionar su gas, su petroleo, su fibra de vidrio (¡cámbiate a Movistar!) y otras materias primas y demás.

¿Acaso no tenemos los españoles derecho a nuestro propio premio Nobel? Habría tanto que premiar... Desde Nadal a Arnaldo Otegi, gente que llevan años ayudándonos a saber lo que es un español.

O empresarios. Empresarios como Don Ramón Mendoza, ya difunto, como Florentino Pérez, como Amancio Ortega. Españoles acorazados de nuestra economía hoy en horas bajas pero siempre alerta a las subidas de la marea. Españoles como Emilio Botín, marginado por llevar en el nombre la penitencia.

Y no solo hombres, no solo varones españoles, también hasta alguna que otra mujer, señoras de nuestro glorioso país. Pero no una en concreto, sino en general. Premiar a la mujer española. LA MUJER MÁS MUJER. Con su cuidar, su vestido, su acarreo de niños, su limpiar, su cocinar, su ocasional salida al mercado laboral y pronto regreso a su ecosistema doméstico más adecuado a su sensibilidad. ¡Ay, la mujer española! Arrebata.

Un premio nobel a un país de chóferes y cementos. De aeropuertos dadaístas, de maletas, de abrazos y lágrimas en las idas y las vueltas, ese país de chicuelina presupuestaria, ese Azor, esas gargantas, esa música de marchas militares y orgullo pacificador. Esos políticos, esa casta entre las castas: esas orejas, esos poros, esa laca, esas barbas de funcionario seminarista, esas barrigas poéticas. España. Ese vientre lleno de hambre, esa sequía, ese cambio clímatico. Y la televisión, qué prado, qué desparpajo, qué forma de celebrarse en su ensimismamiento y contarnos nuestro yo. Qué devaneos informátivos, qué debates, qué potencia sonora, qué patrocinios.

¿O los científicos? Todos los que vinieron detrás de Ramon y Cajal, abrazados a su espalda esquelética, como mulas famélicas de un país hecho de cobre. Cualesquiera de ellos merecería un nobel de la Hispanidad.

O el silencio. El silencio español, la calma en los campos de Castilla, el silencio que brota de los aceituneros de Jaén, el silencio de las minas leonesas, el silencio de la pesada industria del cinturon de la capital, el silencio de las plazas redondas, zona de paseo para turistas, de las obras de reformas urbanísticas interminables sólo perturbado por el zureo de una paloma transgénica...

Proponemos nuestro Nobel de la Hispanidad 2013 al Silencio.

Un silencio ensordecedor.

Atentamente: Asociación Democrativa por la Hispanidad del Nobel y el Nobel de la Hispanidad: ADHNNH“

Sobre este blog

Sinsentido Común será un blog de política ficción en el que contaremos cosas que no son reales (aunque lo parecerán y jugaremos a parecer que lo sean, ¿vale?, ese es el pacto).

Ficcionaremos la realidad para que dé más risa aún de lo que ya por sí da. Risa floja, risa histérica, media sonrisa o risa congelada. Eso ya nos lo irán diciendo ustedes (la cara que se les queda al leerlo).

Un blog editado por Silvia Nanclares, Felipe G. Gil y Guillermo Zapata.

Etiquetas
stats