Las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales de Boris dejan al menos 18 muertos en Europa central
Las lluvias torrenciales de la borrasca Boris han dejado al menos 18 muertos, ocho desaparecidos, miles de evacuados, cientos de miles de personas sin electricidad y cuantiosos daños materiales en las históricas inundaciones de Europa central y oriental.
El temporal ha dejado el peor rastro en Rumanía, donde el número de muertos a causa de las inundaciones “históricas” ha aumentado a siete. Todas las víctimas mortales se registraron en el condado de Galati, en el este del país, donde decenas de personas han tenido que ser evacuadas.
El Ministerio del Interior rumano estima que más de 25.000 personas han sido afectadas por el fuerte temporal, y la policía ha bloqueado el tráfico motorizado en varias carreteras. Desde el pasado fin de semana, las autoridades nacionales y locales han desplegado equipos para rescatar a aquellos que están atrapados en las aguas y han instalado campamentos temporales y viviendas modulares.
Otro de los países damnificados ha sido Polonia, donde el temporal se ha cobrado la vida de cuatro personas y el Gobierno de Donald Tusk ya ha preparado fondos de emergencia y solicitado ayuda europea. El Ejecutivo polaco también declaró zona catastrófica varios distritos de las regiones sureñas más afectadas y unas 1.600 personas ya han sido evacuadas.
Según los datos del Instituto de Meteorología polaco, el nivel del agua en algunos ríos ha superado todos los récords registrados hasta ahora. Además, el embalse de Pilchowice (sur) ha comenzado a desbordarse y ha obligado a evacuar a más de 3.000 vecinos.
En Austria hasta el momento se han confirmado cuatro fallecidos, un bombero, dos ancianos que murieron ahogados en sus hogares y también se halló un cuerpo sin identificar en un lago. Además, unas 800 personas han sido rescatadas en helicópteros en las últimas horas en Baja Austria, el estado federado más grande y poblado de la república alpina, declarado 'zona catastrófica'. En esta misma zona las masas de agua han roto 12 presas, mientras que 12.000 hogares están sin electricidad y en 23 localidades no hay agua potable.
Los bomberos, junto a más de 2.400 soldados, trabajan a contrarreloj para rescatar a los atrapados y fortalecer las presas. Mientras tanto, el transporte ferroviario y algunas líneas de metro en Viena han sido suspendidas.
En la República Checa las autoridades informaron de tres personas ahogadas y ocho desaparecidas, mientras que la cifra de evacuados asciende a 12.000 en todo el país. La magnitud de la catástrofe en el país se compara a la sufrida en 1997, cuando fueron 50 los fallecidos. Las persistentes lluvias desde el jueves han hecho que se desbordaran muchos ríos y arroyos, y actualmente hay decenas de lugares que tienen declarado el tercer grado (el máximo, en una escala de tres grados) de actividad de riadas. Más de 12.000 personas han sido evacuadas en el país, donde hay cientos de miles de hogares sin luz como consecuencia de las averías en las redes de alta tensión.
En Hungría las autoridades advierten de que el río Danubio podría alcanzar en las próximas horas niveles cercanos a los récords históricos. El Ejército desplegó equipos especializados para reforzar la protección contra las inundaciones, y el alcalde de Budapest aseguró que están preparados para enfrentar una de las crecidas más graves en años. Además, en la capital de Eslovaquia, Bratislava, se ha declarado el estado de emergencia.
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