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“No sé si Wert ha sido el peor ministro de Educación, pero ha sido muy malo”

José Antonio Marina

Raquel Ejerique

El filósofo y pedagogo José Antonio Marina está preparando para el Gobierno, por encargo del ministro de Educación, un Libro Blanco con ideas para mejorar la docencia. “Una escuela de más calidad se hace a través de los docentes, no del BOE”, dice. Su idea de compensar a los mejores docentes con más salario y reconocimientos ha abierto un debate sobre la excelencia, la escuela pública y la figura del profesor.

Todos los sindicatos se han puesto en su contra tras decir que hay que premiar a los mejores docentes.

Sí, y se me ocurre que es por cuestiones ideológicas o porque no saben de qué va el asunto. En España no tenemos una cultura de la evaluación. El hecho de que un sindicato diga que no hay profesores buenos y profesores malos, que todos son iguales por el hecho de que hayan pasado una oposición... O es ingenuidad, o ignorancia, o ideologización indigna. Sacar una oposición hace 30 años no asegura la calidad del trabajo. Esta alergia al mérito que hay en España no es nada democrática. Cuando se entra en la carrera docente, los profesores ganan un poco más que la media de OCDE, y ahí se estancan. Solo interviene la antigüedad y eso es muy triste.

Eso tampoco va a gustar a los sindicatos.

El objetivo de los sindicatos no es mejorar el sistema educativo, sino defender la situación laboral de sus afiliados. Por eso tenemos que favorecer los colegios profesionales, aunque esto también molestará a los sindicatos. Pero es necesario que haya representantes del aspecto académico y no solo laboral.

Le echan en cara que cobrar más si los alumnos sacan mejor nota no es justo. Depende también del colegio, la familia o el factor socioeconómico.

Eso es una bobada. Es que no se va a medir así ni tampoco es solo cuestión de dinero, también de reconocimiento. Los profesores de centros considerados difíciles tendrían más méritos, como un factor de correción. Además, la excelencia de un profesor no se tiene que medir solo por la nota de sus alumnos.

Entonces, ¿cómo propone medir si un profesor es bueno o no?

Se tendría en cuenta el porfolio del docente: su historial, en qué ha trabajado, dónde, qué proyectos ha puesto en marcha... En fin, quién es. Por otra parte, el progreso educativo de sus alumnos, no las notas que sacan. Si un niño con un 1 ha conseguido un 4, ha progresado. Otro factor es observar al profesor en el aula. Las clases deben ser públicas, y hay que ver cómo lo hacen los profesores, para mejorar, aprender unos de otros...

También se mediría cómo se lleva el profesor con las familias, porque son muy importantes en la eficacia de la escuela, y cómo participa en la marcha del centro, porque si no participa no es un buen profesor. Por último, habría un criterio que valoraría en conjunto la calidad del centro educativo, así hay implicación y fomenta que dentro del claustro haya crítica interna.

Tampoco ayuda a la calidad que el 20% de los profesores de España sean interinos.

Es un disparate que haya tantos. Es un modelo que impide la formación, la integración en los centros... Estoy intentando contactar con colectivos de interinos. La Administración es responsable de esta situación y quiero mandar esta demanda al Ministerio de Educación para que se enteren.

Ni ayudan todos los recortes en salario, becas, ratios...

Los docentes tienen que moverse en unas condiciones de retribución y entorno poco propicios. La subida de la ratio de alumnos por aula influye, aunque Wert dijera que no. Además, entre el 12% y 15% de niños y adolescentes tienen problemas psicológicos muy serios. Si los atendiéramos bien, mejoraría mucho la escuela.

Al final, ¿es cuestión de dinero?

Necesitamos un pacto de Estado en el que los partidos se comprometan a que el presupuesto destinado a educación no sea menos que el 5% de PIB. Ahora estamos en 4,3% y así no se puede. Y eso se lo he dicho al ministro.

El Gobierno ha cerrado los centros de formación de profesores. ¿Eso también se lo va a decir al ministro?

Teníamos una red, pero los cursos eran de puro trámite, no estaban bien estructurados. Funcionaban bien en unos sitios y en otros no. La formación continua hay que organizarla en centros de élite, que se aprenda de los mejores, con las mejores herramientas. Todo lo que tiene que ver con la educación ha de ser de élite: formadores de élite, inspectores de élite, profesores de élite... Porque la educación es fundamental. Quien no aprende está condenado a la pobreza mental y económica.

Además su Libro propone una especie de MIR para profesores, como los médicos. Empleo barato, según los sindicatos.

El MIR sería de dos años, con tutores muy especializados y con una retribución para el estudiante desde el primer momento. Dicen que el Gobierno quiere mano de obra barata, pero ésta precisamente es muy cara. Porque hay que pagar a los que lo están cursando y a los tutores.

¿Ha sido esta legislatura la peor para la educación y Wert, el peor ministro?

No sé si ha sido el peor, pero ha sido muy malo. Ha dejado el ambiente enrarecido. No sabía de educación e hizo una ley técnicamente mala. Recuerdo el día que habló de recortes pero añadió que eso no iba a influir en la calidad de la enseñanza. Su homóloga italiana cuando hizo el mismo anuncio en Italia se echó a llorar. Este hombre no se entera... Sigue una técnica que usan los gobernantes en España. Consiste en creer que si no se habla de ciertos problemas, desaparecen. 

¿Por qué aceptó trabajar para un Gobierno del PP?

Cuando nombraron ministro a Méndez de Vigo escribí una carta abierta diciendo que era tan malo continuar con la Ley Wert como cambiarla. Le recomendaba que volviera el foco a los docentes. Al día siguiente me llamó. Lo vi una vez y hemos hablado dos veces. Él no conoce aún el contenido del Libro ni con quién lo estoy haciendo.

A un mes de las elecciones, sospechará usted que es un encargo del Gobierno que será utilizado en el programa electoral del Partido Popular.

El Ministerio ya trabajaba hace tiempo en un Libro Blanco. Hay elecciones y el ministro sabe que no va a seguir de ministro probablemente. Decidió que en los pocos meses que iba a estar al frente de Educación quería cambiar alguna cosa, y decidió que se centrara la atención en la docencia. Yo no trabajo para un partido político, sino para todos. El proceso es transparente y las ideas están colgadas. Y este Libro puede ser el inicio para favorecer un pacto de Estado.

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