Segundo aviso de los rectores de las universidades públicas madrileñas a Ayuso en un año: están al límite financiero

Nuevo aviso de los seis rectores de las universidades públicas al Gobierno regional. En plena negociación de la ley de educación superior con la Comunidad de Madrid, los mandatarios le han dicho en bloque al consero de Educación, Emilio Viciana, que están en una “encrucijada histórica” en buena parte por la falta de financiación, y que si el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso no cuida las universidades públicas “pone en juego la igualdad de oportunidades”.

En un acto en defensa del sistema público de educación superior, los seis responsables han advertido al Gobierno de que su situación económica es preocupante y que necesitan un paso adelante de la Consejería en materia financiera. “Madrid es la comunidad que menos aporta por estudiante y en relación al PIB y en la que, por el contrario, más esfuerzo financiero hacen las familias. Las universidades públicas madrileñas hemos tardado alrededor de 15 años en recuperar la financiación que recibíamos en 2008”, ha resumido la rectora (en funciones) de la Universidad Autónoma de Madrid, Amaya Mendikoetxea.

El encuentro se produce justo un año después de un encuentro similar en el que por primera vez los seis rectores se juntaron para alzar la voz y decirle a Ayuso a través de Viciana que llevan años al límite. Tras años de sufrir la infrafinanciación en silencio, los rectores decidieron cambiar el enfoque y elevar la voz en público. Algo más de 12 meses después, la situación en los rectorados no ha cambiado mucho, aunque en este plazo ha cambiado el ambiente, admiten los rectores: de la confrontación abierta se ha pasado a negociar entre el Gobierno regional y las seis universidades públicas a cuenta de esta financiación y de la ley de educación superior que prepara el Ejecutivo de Ayuso. El tono de los rectores este martes así lo ha reflejado: han lanzado el mensaje que querían, pero de una manera más sutil.

Las relaciones entre consejería y rectores han mejorado, admiten las partes, y hasta tres consejeros han acudido al desayuno de este martes, cuando al anterior apenas fue el director general de Universidades de la Comunidad de Madrid. Fuentes conocedoras de la negociación han explicado que esperan entrar en cifras concretas próximamente. En un borrador que se filtró, la Comunidad establecía que no aportaría más del 70% de la financiación de los campus, lo que implicaría que las universidades tendrían que conseguir el 30% con sus propios medios, una cifra que consideran inasumible.

La financiación lo marca todo

El desayuno tenía vocación global, de afrontar todos los retos que afronta la universidad estos días, pero la financiación lo ha marcado todo y los seis mandatarios –e incluso el Defensor del Pueblo y el presidente del Consejo Social de la Universidad de Alcalá, que habían intervenido previamente– han aludido a la cuestión para reforzar el mensaje.

La responsable de la UAM, Mendikoetxea, ha sido la encargada de elaborar la argumentación financiera. “Llevamos un retraso de décadas en el desarrollo de un modelo de financiación que garantice la calidad, eficiencia, equidad y la rendición de cuentas”, ha lamentado, lo que ha derivado en un “grave deterioro” de la solvencia de los centros. El año pasado dijeron que su supervivencia estaba en cuestión y que las transferencias que le hace la Comunidad de Madrid no cubren ni las nóminas. Que la situación de las universidades públicas es tal que cada día es una lucha por abrir.

Ángel Arias, rector de la Universidad Carlos III, ha advertido del “riesgo en el que se encuentra la universidad” y “todo lo que está en juego” si no remonta. “Sin universidad no hay democracia”, ha sostenido Arias. “No a corto plazo, no a medio plazo”, ha matizado, pero sí “el futuro de la España 2050. Está en juego la igualdad de oportunidades”, ha señalado, para finalizar expresando que las universidades no saben qué hacer ya: “¿Cómo tenemos que convencer los rectores a todas las autoridades políticas del Estado, del Gobierno central, de la Comunidad de Madrid, de que sin univerisdad pública la democracia tiene sus días contados? No demos nada por hecho”.

Oscar García, responsable de la Universidad Politécnica de Madrid, también ha dejado patente la preocupación entre los rectores por la proliferación de universidades privadas en Madrid, donde ya hay 14, y ha expresado un pensamiento que ronda por el mundo universitario estos días de eclosión de centros privados. Estos centros, ha venido a decir, funcionan bajo una lógica de mercado y en busca de beneficios. Pero, “si en un momento deja de haber negocio, ¿se van a ir? ¿Qué va a pasar con esos estudiantes que tendrán un título de una universidad que no existe? Nos parece peligroso”, ha sostenido.

Buenas universidades, mal sistema

El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, también se había referido a la cuestión económica en un discurso que ha sobrevolado la situación de la universidad madrileña. “No hay financiación inocente, siempre está vinculada a intereses”, ha sostenido. “Se trata de que consideremos qué intereses son legítimos. [Hay que] repensar el concepto de rentabilidad, lo rentable no puede ser el factor exclusivo y decisivo de la toma de decisiones”. El defensor ha distinguido entre mercadear y mercantilizar la universidad.

Gabilondo ha reclamado también “un marco estable de financiación”, “un entorno favorable” y “recursos suficientes”. En este sentido, quien fuera rector de la UAM se ha mostrado a favor de la financiación por objetivos, una de las medidas que pretende implantar la nueva ley de educación superior madrileña, “pero liberada de quedar supeditada al poder político”, ha advertido. Según Gabilondo, la universidad es autosuficiente como para plantear sus propios objetivos y organizarse con carácter general. El también catedrático de Metafísica ha cerrado con una puya velada, a su estilo, al Gobierno regional: “Se puede tener buenas universidades y un mal sistema universitario”.

El Defensor del Pueblo también ha reivindicado la “autonomía universitaria frente al intervencionismo y dirigismo”: “La libertad académica, pensamiento libre, crítico, racional, alternativo, tienen que estar en la universidad”, ha asegurado en un mensaje que parecía dirigido al consejero Viciana o al Gobierno regional en su conjunto, que en los últimos meses ha cargado contra las protestas en la universidad (por Palestina, por ejemplo) y que, según los movimientos reivindicativos que se organizan en los campus, está aumentando la represión.