La funcionaria que cambió las notas de Cifuentes contradice a la profesora que falsificó el acta y dice que vio el documento horas antes
La funcionaria de la Universidad Rey Juan Carlos Amalia Calonge, quien cambió en el servidor interno las notas de Cristina Cifuentes, ha introducido en su declaración como testigo una afirmación contraria a la relación de hechos que arrojó la instrucción del caso Máster y que hasta ahora había sido confirmada por los testigos en el juicio. Calonge ha dicho que ella vio el acta con las firmas de las tres profesoras, que una de ellas ha confesado que falsificó, por la mañana en el despacho del rector, antes de que él y Enrique Álvarez Conde comparecieran ante los medios.
“Yo vi el acta encima de la mesa antes de la rueda de prensa. Creo que la enviaron por correo electrónico, la imprimirían y creo que fue la secretaria del rector la que la pasó (…) Dijeron que si no eran originales (las firmas), no valía”, ha declarado Calonge.
Rosado, que se sienta en el banquillo de los acusados, aseguró al tribunal que realizó el acta “a las cuatro o cuatro y pico” de la tarde. La rueda de prensa, sin embargo, se había producido a las 13:00 horas. “El acta la hice por la tarde”, dijo Rosado, quien explicó que contactó por videollamada con las otras dos profesoras para que le facilitaran una firma que poder copiar. El abogado de la URJC, que ejerce la acusación particular, ha advertido de que ese dato del acta falsificada ya por la mañana “no figura en las actuaciones” en la que Calonge declaró en condición de investigada.
Calonge cambió en 2014 una asignatura de Cifuentes pasando de “no presentada” a 7,5, así como la nota del Trabajo de Fin de Máster. Ha confesado que lo hizo por indicación del profesor Pablo Chico de la Cámara, quien primero le contactó por teléfono y luego le envió un correo electrónico con las instrucciones precisas. Chico de la Cámara no tenía relación con el máster de Cifuentes, pero Calonge ha dicho que “así funcionan los catedráticos”.
Amalia Calonge no debía estar habilitada para cambiar esas notas porque esa función ya no se encontraba entre sus competencias en 2014, dos años después de que Cifuentes hubiera acabado supuestamente el máster. Ha explicado que si pudo entrar fue porque alguien le daría de alta en el servicio para poder hacerlo, pero que en aquel entonces ni se lo planteó y pensó que respondería a que no tendría retirado el permiso, como se solía hacer durante un periodo posterior al cambio de ubicación laboral.
Calonge tuvo su despacho contiguo al de la hermana de Cifuentes durante un periodo prolongado de tiempo si bien ha dicho que no son amigas y que conoció a la expresidenta en el tanatorio cuando falleció el padre de su compañera.
Escribe Pedro Águeda.