Todo lo que debes saber si vas a ir al Sella, uno de los descensos más consolidados de nuestra geografía
Es difícil dar con un día del mes de agosto en el que no haya un pueblo de nuestra geografía que esté en plenas fiestas… o que esté a punto de arrancarlas. Es el caso de Arriondas y Ribadesella, dos localidades asturianas que están a punto de ver, un año más, cómo el río que las une, el Sella, se inunda de coloridos, aguerridos y simpáticos participantes de todas las edades y dispuestos a remar en uno de los descensos más emblemáticos y consolidados de los que se celebran en la península. Una de esas pruebas que todo el mundo reconoce en cuanto la oye.
Para la presente edición de 2025, que este año se celebrará el próximo sábado 9 de agosto, todo ya está preparado para vibrar con un ambiente y una afluencia de gente que hace que las calles se llenen de actividades, alegría… y mucha sidra, uno de los muchos alicientes de la exquisita gastronomía asturiana. Si tienes la suerte de poder acercarte este fin de semana a Asturias y no quieres dejar pasar la oportunidad de tomar parte en el descenso, aquí van toda una serie de datos y recomendaciones para poder disfrutar de la fiesta casi como si fueras un asturiano más.
El descenso en sí se denomina, por motivos más que merecidos, Descenso Internacional del Sella. Se celebra cada año el primer sábado de agosto posterior al día 2 de dicho mes y también es conocido como la fiesta de Les Piragües. Fue declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional en 1980 y la fiesta en torno a la competición en sí se celebra, principalmente, el viernes por la noche en Arriondas y el sábado por la noche en Ribadesella. Pero cualquiera que haya estado alguna vez en una de las citas en rojo marcadas en el calendario de aquellos eventos que hay que visitar una vez en la vida por estas latitudes recordará que hay buen ambiente en toda la zona durante todo el fin de semana.
Campistas, visitantes, curiosos y, sobre todo, los participantes del propio descenso, llegan hasta tierras asturianas procedentes de toda España y del extranjero. Y son tantos que las calles principales de Arriondas y Ribadesella se cierran al tráfico para dejar paso a una multitud entusiasta que se vuelca en las festividades. Aunque el plato fuerte es el sábado, la noche anterior se hace un descenso de velas por el río recordando a los que ya no están, homenaje sentido y merecido. El sábado, día de la gran celebración, todo comienza con un desfile tradicional en Arriondas, con vehículos decorados y grupos folclóricos que animan a los espectadores. Justo antes de la salida oficial del descenso, se entona el emblemático himno “Asturias, patria querida”, obra creada en 1927 curiosamente por un músico cubano. Tras el cántico y el disparo del cañón, el tren fluvial y una caravana de coches y motos siguen de cerca, por las riberas del río Sella, a los piragüistas. Al final del descenso, en los Campos de la Oba (Lloviu), los participantes disfrutan de una comida asturiana con fabes y arroz con leche, a la vez que se celebra la entrega de trofeos.
En una hora los más rápidos
La salida de la competición es a las 12 del mediodía y para realizarlo hay que apuntarse y pagar la inscripción por anticipado, requisito imprescindible para lanzarse al agua remo en mano. El descenso se inicia en Arriondas y acaba en Ribadesella, un tramo de 16-17 kilómetros cuyos ganadores suelen recorrer cada año en poco más de una hora (de hecho nadie ha logrado hacerlo por debajo de los 61 minutos). Pero si prefieres no esforzarte tanto y pasarlo bien remando y disfrutando del paisaje, no hay inconveniente alguno. De ahí que cada año sean muchos los participantes que acuden a la prueba disfrazados.
De manera lúdica, el descenso se puede hacer en torno a las tres-cuatro horas. Durante el trayecto hay varias paradas donde uno puede decidir acabar la prueba. Para reservar y alquilar tu embarcación, hay numerosas empresas de turismo en Cangas de Onís, Lastres, Tazones, Ribadesella, Llanes… pero lo recomendable es hacerlo en Arriondas, que es de donde parte el descenso, con lo que uno se ahorra tiempo de viaje en furgoneta transportando tu canoa. Ni que decir tiene que hay que ir preparado, a nivel de ropa, pensando en que es más que posible que uno acabe mojado o incluso dentro del agua del río… y que puede que haga frío ese día. Pero también es recomendable llevar protección solar, gorra y gafas de sol, ya que puede que luzca un día despejado y de calor.
En cuanto a la dificultad, el descenso del Sella es una actividad apta para todos los públicos, pero también requiere algo de esfuerzo, ya que en muchos de sus 17 kilómetros encontrarás corrientes… y en otros tendrás que remar. Además de no quitarse en ningún momento el chaleco salvavidas, llevar una botella de agua y tener el móvil cerca pero bien protegido si se quiere inmortalizar una experiencia extraordinaria, lo último que recomiendan los expertos en este descenso que se realiza desde 1930 es llevar muchas ganas de pasarlo bien y un estómago generoso para dar buena cuenta de la comida y la bebida, principalmente la sidra, que se consume entre risas y abrazos al acabar la prueba y hasta bien entrada la madrugada.
0