Gigantes de Silicon Valley lanzan plataformas para aupar candidatos pro IA en EEUU en las elecciones de 2026

En las pasadas elecciones presidenciales en Estados Unidos, Elon Musk rompió uno de los grandes tabús en Silicon Valley. El multimillonario sudafricano sentó un precedente involucrándose abiertamente en la campaña de Donald Trump, que regó con millones de dólares, para asegurar el regreso del magnate republicano a la Casa Blanca.

Ahora, con una nueva administración más favorable a las criptomonedas y a la industria tecnológica, las grandes compañías del sector han lanzado dos grandes plataformas para aupar candidatos a favor de la IA de cara a las legislativas de 2026. O lo que es lo mismo: para desbancar a aquellos candidatos que promueven regulaciones muy estrictas de la inteligencia artificial.

Lo han hecho a través de sendos comités de acción política bajo la figura de las denominadas Super PAC, que pueden recaudar y gastar ilimitadamente para influir en las elecciones, siempre que lo hagan de manera independiente a los candidatos.

La primera de esas plataformas, Meta California, ha sido creada por el gigante Meta, de Mark Zuckerberg, y que agrupa a Instagram, Facebook y WhatsApp. La segunda, bautizada como Leading the Future, cuenta con el respaldo inicial de Andreessen Horowitz, un inversor de IA que ha donado 50 millones de dólares, y Greg Brockman, el cofundador de OpenAI, que junto a su esposa Anna, ha donado otros 50 millones. El matrimonio apoyó también la candidatura de Trump en 2024 y tiene lazos con los consejeros sobre IA de la Casa Blanca.

La creación de ambos comités de acción política, los primeros de su tipo pensados exclusivamente para la IA, prometen convertir la regulación de la inteligencia artificial en uno de los grandes temas de la campaña de 2026. Sobre todo porque grandes corrientes de dinero fluirán en esa dirección.

Ambas super-PAC nacen justo cuando se está empezando a intentar regular la IA, que irrumpió en la esfera pública con el lanzamiento de ChatGPT hace tres años. Desde entonces, su desarrollo se han convertido en una cuestión de debate debido a su impacto ambiental y las dudas éticas que plantea. Con una trayectoria aún efímera, su apoyo no está claramente definido dentro de los partidos políticos, por lo que hay tanto detractores como partidarios entre los demócratas y republicanos.

Consciente de ello, la super-PAC de Meta ya ha avanzado que apoyará candidatos de uno u otro color mientras aboguen por una regulación más laxa del desarrollo de la IA. Las elecciones legislativas del año que viene se han convertido en una ventana de oportunidad para que las grandes tecnológicas coloquen políticos más favorables a sus intereses dentro del Congreso.

Aunque la caza mayor se desarrollará en casa: las elecciones para gobernador de California, que también se celebrarán en noviembre de 2026. El estado demócrata donde se ubica Silicon Valley se ha convertido en el pionero de la regulación de la IA.

“El entorno regulatorio de Sacramento podría sofocar la innovación, bloquear el progreso de la inteligencia artificial y poner en riesgo el liderazgo tecnológico de California”, dijo Brian Rice, vicepresidente de Políticas Públicas de Meta, a Politico, el medio que avanzó la noticia. Se espera que Rice lidere la super-PAC en California junto con el también directivo de Políticas Públicas de Meta Greg Maurer. “Por eso estamos lanzando un super-PAC en California”.

Aunque no se sabe exactamente el compromiso inicial para su nueva super-PAC, se espera que la inversión que haga Meta catapulte la compañía a la cima del gasto político en las elecciones californianas. La creación de la nueva plataforma es un avance más en la creciente implicación de la compañía de Zuckerberg en la política estatal.

La pasada primavera, Meta invirtió más de 518.000 dólares en una campaña de presión para instigar a los legisladores a suavizar algunos proyectos de ley para regular la IA. Entre otros, una propuesta que exigiría a los creadores de grandes modelos de inteligencia artificial que cumplan con unos estándares de seguridad y transparencia.

Meta también ha intentado influir sobre la tramitación de proyectos de ley para proteger la seguridad infantil en redes sociales. Instagram ha estado en el ojo del huracán después de que se filtrara una investigación interna de la compañía que reconocía los efectos nocivos de la red social en los adolescentes.

Leading the Future, la otra super-PAC, también promete involucrarse en la carrera electoral de California, aunque además planea poner el foco en Nueva York, Illinois y Ohio, otros tres estados donde justo se empieza a intentar regular la IA.

Ambas super-PAC siguen los pasos de Fairshake, otro comité de acción política que irrumpió en las elecciones del 2024 con el objetivo de promocionar los intereses de la industria de las criptomonedas. El grupo respaldó a candidatos al Congreso a favor de estas divisas que finalmente fueron elegidos el año pasado. Este año ya ha visto resultados: el Congreso ha dado el visto bueno a la primera ley federal que establece una regulación para las monedas estables, una modalidad de las divisas digitales.

Igual que los grupos de presión pueden entronar candidatos, también pueden poner fin a su carrera. Durante las elecciones del año pasado, el lobby proisraelí AIPAC inyectó millones a través de una PAC afín para sacar a la congresista demócrata Cori Bush del Congreso debido a su posicionamiento propalestino.

Hizo lo mismo también con el demócrata Jamal Bowman, a quien desbancó con una donación de 15 millones de dólares para su rival, el republicano Bob Good.

La forma de operar de las super-PAC ha abierto una ventana para que las grandes fortunas y compañías puedan usar ingentes cantidades de dinero para influir en la política. A diferencia de las PAC tradicionales, las super PAC pueden recaudar y gastar dinero de manera ilimitada mientras no donen directamente en las campañas ni se coordine con estas.

Es decir, pueden actuar de forma independiente, aunque esta última parte contiene muchas comillas. Musk catapultó la candidatura de Trump a través de su super-PAC, llamada America PAC, de la cual fue el principal donante.