“Hay un autismo por cada persona con autismo”
“El autismo no es una enfermedad y no tiene cura”, el presidente de la Arazoak (Asociación Alavesa de Autismo y otros Trastornos Generalizados del Desarrollo, Iñigo Recio, lo explica así: “hay un autismo por cada persona con autismo”. Esto se debe a que el autismo es un trastorno del desarrollo que, en líneas generales, afecta en diferentes grados a la socialización y la comunicación, además de manifestarse a través de otros síntomas como conductas repetitivas, problemas sensoriales o intereses restringidos, entre otros. Esta diversidad de síntomas hace que dentro del Trastorno del Espectro Autista podamos encontrar desde personas con una afectación severa que supone grandes dificultades en su desempeño diario, hasta otras que pueden llegar a la universidad y ocupar puestos de responsabilidad en su profesión.
En el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, que se celebra el 2 de abril, la asociación que agrupa a más de 200 familias, reivindica a las instituciones, al ámbito educativo, al empresariado y la sociedad en general, un mayor esfuerzo por la inclusión real de las personas afectadas por este trastorno. “Si la situación a nivel general es difícil, en nuestro colectivo es mucho más grave”, señala Recio, por eso reconoce que “nos corresponde a nosotros como asociación estudiar de qué manera podemos habilitar caminos que nos permitan estructurar la manera de favorecer esta inclusión, pero necesitamos la colaboración de las instituciones y del sector empresarial”, apunta.
Recio defiende que dentro del amplio espectro de afectados, algunos “son perfectamente válidos” para desempeñar un trabajo, “son muy metódicos, y les cuesta adaptarse a una nueva realidad, pero una vez que tienen una rutina, y con cierto apoyo, están perfectamente cualificados”, explica.
Educación inclusiva
Una de las constantes en la reivindicación de las familias de la asociación Arazoak pasa por la necesidad de mejorar los niveles de inclusión real en el ámbito educativo. Recio señala que “pese a que el Departamento de Educación del Gobierno Vasco puso en marcha el proyecto de escuela inclusiva , en muchas ocasiones el día a día demuestra que queda mucho camino por recorrer en la docencia de base”. Por eso considera “es necesaria una mayor formación y sensibilización del profesorado, ampliar los recursos humanos y materiales, y en líneas generales promover un cambio de mentalidad que permita dar el salto desde el anterior modelo de integración al actual de inclusión”.
Iñigo Recio reconoce que la sociedad va poco a poco cambiando, pero “nosotros tenemos que exigir que esos pasos sean más rápidos, porque hay vemos que hay un cambio, no podemos permitir que tenga que pasar toda un generación para hacer avances”, reivindica. Y en este sentido también cree que el papel de las instituciones tiene que ser más activo, “los colectivos como los de discapacidad tienen que ser una prioridad”, dice.
Los problemas de la vida adulta
Desde Arazoak recuerdan tambien que las personas adultas con autismo acaban por ser los grandes olvidados. “Un comentario irónico y recurrente en nuestro colectivo es que parece que el autismo se cura a los 18 años”, dice Recio. Pero una vez cumplida la matoría de edad, aparte de los problemas de inserción laboral, “existen dificultades en el acceso a terapias y seguimientos clínicos en el ámbito sanitario”, explica. Por eso considera que “son necesarios programas ocupacionales, laborales, de ocio y de vida independiente que, siempre desde una perspectiva inclusiva, permitan a los adultos de nuestro colectivo ser ciudadanos de pleno derecho en sociedad”, señala Recio.
