“Hay que lograr que la basura se utilice como recurso”
En los últimos 100 años se ha creado más basura que en todo el resto de la historia. Y Vitoria-Gasteiz no es una excepción: solo se recicla el 23%, con lo que el 77% de la basura termina en el vertedero. Por ello, la asociación Gasteiz Zero Zabor exige un mayor compromiso a las instituciones para llegar a niveles de reciclaje mayores de los que se alcanzan ahora y se reduzca la basura del contenedor gris.
Con el lema '¿Si no estás por el residuo cero, por cuánto residuo estás tú?', la filosofía Zero Zabor, que agrupa a estudiantes, instituciones, grupos sociales y empresas a nivel mundial, trata de aprovechar los recursos, minimizando al máximo la basura. Si algo no se puede reutilizar, reparar, reciclar o compostar, no se debería producir ni consumir. Dani Zuazagoitia, miembro del colectivo, aborda las claves de esta filosofía.
¿En qué consiste la estrategia de Gasteiz Zero Zabor?
Es sencillo. Debemos tener en cuenta el problema que tenemos con los residuos y replantearnos el sistema lineal en el que vivimos de producción-uso-desecho. Estamos explotando los recursos naturales para reproducir bienes de consumo y, lo que nos sobra, lo estamos desechando. Debemos acabar con este sistema lineal y pasar al circular, donde los residuos se utilizan como recursos. Se trata de utilizar, reciclar y que vuelvan a la cadena de producción. Apostamos por que los productos que no se puedan reciclar ni reutilizar directamente no se fabriquen.
¿Cuáles son esos productos no reciclables?
La cerámica, los pañales, los plásticos fabricados en china, el vidrio roto o las colillas, por ejemplo. La bolsa de basura que generamos contiene un 40% de orgánico, un 15% de vidrio, un 15% de papel y otro 15% de envases. De ese porcentaje de envases, hay una cantidad que no se puede reciclar: se generan, se utilizan y acaban directamente en el vertedero. Esos son los que no tienen el punto verde de Ecoembes. Mucha gente no lo sabe, pero el Gobierno sí. No se pueden poner en el mercado productos que no pueden ser reutilizados ni reciclados.
Con cuatro o cinco contenedores en cada esquina cabe pensar que, con tantas facilidades, los ciudadanos reciclan. ¿Es así?
No tanto. Según los datos del Ayuntamiento, en Vitoria-Gasteiz solo se recicla un 23%. Sin embargo, se podría llegar a un 85%, como en otros municipios.
¿Qué hay que hacer para llegar a ese porcentaje?
Lograrlo es responsabilidad de todos. Para empezar, el productor no debería generar un producto que no es reciclable. Además, las instituciones y los ciudadanos deben estar concienciados sobre la importancia del reciclaje. Las instituciones juegan de una manera irresponsable, deberían implantar sistemas que fueran capaces de recoger todos los materiales que sean susceptibles de ser reutilizados y reciclados.
Concretamente, ¿en qué actúan de una manera irresponsable las instituciones?
Desde Europa se establece una jerarquía de preferencia en el tratamiento de los residuos y en Álava no se tienen en cuenta. En primer lugar de ese orden de preferencia está la prevención, no producir productos en exceso; en segundo la reutilización y fomentar el arreglo de aparatos. En tercero, el reciclaje de papel vidrio y plástico. En cuarto la valorización energética así como incineradoras y en quinto y último lugar, los vertederos. Pues bien, en Álava, el 77% de los residuos se tratan de la peor forma posible: se tiran directamente al vertedero, a Gardelegui. Además, solo se recicla un 23% de los residuos.
Algunos grupos y asociaciones sostienen que la recogida del puerta a puerta es la más sostenible. También informes realizados. Sin embargo, la ciudadanía guipuzcoana lo ha criticado en numerosas ocasiones. ¿Qué resultados se han tenido en estos cuatro años?informes realizados
El municipio de Usurbil ha pasado de ratios de reciclaje de un 30% a un 85%. Ha habido resultados muy positivos. Los vecinos se han quejado por ejemplo porque se acaba el anonimato o porque suponía un problema de estética. Resulta beneficioso, pero también podría probarse el sistema del chip que se utiliza en Arrasate, Zuatza o Deba. Consiste en tener una tarjeta con capacidad para abrir el cubo de lo orgánico solo dos o tres veces a la semana.
El objetivo final es muy claro: vetar la generación de residuos del contenedor gris. En los últimos 100 años, en todo el mundo, hemos generado más basura que toda la historia junta. Debemos frenarlo.
Y ahora, ¿qué objetivos se pretenden cumplir a corto plazo?
Desde Europa ya se han impuesto algunos: para el año 2020 el 50% de los residuos que generamos tienen que ser reciclados. El Gobierno vasco también ha hecho un plan de residuos. Es más exigente ya que, para ese mismo año, pretenden que no se deseche ningún vertido que pueda ser reciclable. Esa es la tendencia que se persigue: un mayor reciclaje y una reducción de la basura. Para lograrlo, demandamos que los gobiernos adquieran compromisos.
