Un exvicerrector de la Complutense dice en el Senado que se sintió “obligado” a crear la cátedra de Begoña Gómez

El que fuera vicerrector de Relaciones Institucionales de la Universidad Complutense, Juan Carlos Doadrio, ha afirmado este miércoles en la comisión de investigación del Senado sobre el llamado caso Koldo que se sintió “obligado por el cargo”, aunque no presionado, a crear la cátedra extraordinaria que Begoña Gómez codirigía en esa universidad. No obstante, ha reiterado en varias ocasiones a preguntas de los senadores que la documentación presentada por la mujer del presidente “estaba correcta” y que la asesoría jurídica avaló que no fuera licenciada o graduada universitaria para codirigir esos estudios.

“La respuesta de la asesoría jurídica fue que, como no se ha contemplado en la excepción del rector que el director sea licenciado o graduado, para ellos estaba bien aplicada la excepción”, ha incidido. Y ha reiterado que fue el máximo responsable de la Complutense, Joaquín Goyache, quien “promocionó la cátedra”, que él se limitó a firmar para ponerla en marcha y que se hizo todo “muy rápido”. “Tardaron cuatro o cinco días en estar listos los papeles, cosa que me sorprendió”, ha aseverado.

También ha afirmado que el contenido de esa formación era “bueno”. “El contenido era sobre los ODS [Objetivos de Desarrollo Sostenible] que era algo sobre lo que no había nada y que se puede aplicar en el mundo universitario. ”¿Si Begoña Gómez no hubiera sido la esposa del presidente del Gobierno la Complutense habría creado la cátedra?“, le ha preguntado la senadora de UPN María del Mar Caballero. ”No lo sé. El rector estaba muy contento con Begoña Gómez, pero no le puedo decir“, ha respondido el exvicerrector. 

Doadrio también ha ratificado que Begoña Gómez no recibía remuneración alguna por la cátedra, lo que rebate el mantra de los “negocios privados” de la mujer del presidente del Gobierno al que aluden de forma insistente las acusaciones que sustentan la causa que el juez Juan Carlos Peinado mantiene abierta desde hace más de un año y medio contra Begoña Gómez. El ex alto cargo ha afirmado que la mujer de Pedro Sánchez sólo cobró “15.000 euros” por los dos másteres que codirigía.

A preguntas de la senadora de UPN, Doadrio ha sostenido que la vinculación de Begoña Gómez con la Complutense se remonta “al año 95, desde que nombraron secretario general a Pedro Sánchez”. En ese año, el hoy presidente del Gobierno no ostentaba cargos públicos. Fue elegido por primera vez secretario general del PSOE en 2014, casi veinte años después.

La senadora del PSOE María Martín le ha alertado del error y ha calificado de “hiriente” y “capcioso” que hubiera tratado de vincular la trayectoria profesional de una persona a quien es su pareja. “Es lo que se dice en la universidad. Quizá es un chascarrillo”, ha admitido el exvicerrector. En realidad, Begoña Gómez empezó a dar clases en la Complutense en el año 2012. En ese momento, su marido estaba en el paro. El mal resultado de su partido en las elecciones de noviembre de 2011 lo había dejado fuera del Congreso. No volvió a ser diputado hasta 2013.

A preguntas del senador del PP Luis Santamaría, Doadrio ha dicho que “conoció” dos propuestas de creación de cátedras por parte del rector: una para Begoña Gómez y otra para la exministra María Teresa Fernández de la Vega, actual presidenta del Consejo de Estado. Si bien ha afirmado que esta última no se llegó a poner en marcha porque nunca se envió la documentación. Esas propuestas, según su versión, se habrían realizado durante una reunión en la Moncloa entre el rector Goyache y la mujer del jefe del Ejecutivo.

Sanción al profesor Ruano

Durante su comparecencia, Doadrio también ha desvelado que la Complutense ha impuesto de forma reciente una sanción consistente en la suspensión de empleo y sueldo durante tres meses al profesor José Manuel Ruano de la Fuente, el docente de Ciencia Política que codirigía junto a Begoña Gómez la cátedra extraordinaria. La Universidad Complutense ha declinado hacer ninguna valoración con el argumento de que los expedientes tienen carácter confidencial y no están en disposición de facilitar información sobre su contenido.

elDiario.es informó hace un año de que la universidad tramitaba un expediente por “falta de rendimiento” contra él con el argumento de que no entregó una documentación que se le requirió relacionada con ese curso. Esa documentación alude a la creación de una herramienta informática vinculada a la cátedra extraordinaria. Concretamente, a la adjudicación a Deloitte de un contrato de asesoramiento para la puesta en marcha de la plataforma por valor de 65.000 euros.

El registro del software de la cátedra extraordinaria centra la acusación por los delitos de apropiación indebida e intrusismo profesional contra Begoña Gómez. La tesis de las acusaciones es que la mujer del presidente robó ese software que era propiedad del centro educativo. El juez sigue considerando “verosímil” esa imputación a pesar de que tras doce meses de exhaustiva investigación no ha logrado reunir indicios que respalden esta hipótesis. Es más, el sumario recoge incluso documentos y testimonios que la contradicen. 

Pese a ello, la universidad se ha personado en el procedimiento como perjudicada. La institución respondió el pasado 6 de octubre al ofrecimiento realizado por el juez Peinado y aceptó formar parte de la causa “para el ejercicio de la acción civil de reparación del daño”. La Complutense justifica su decisión en que los hechos objeto de investigación “pudieran haber causado un perjuicio económico y ser lesivos” para sus intereses. La universidad había pedido en dos ocasiones que le permitiera actuar como acusación si detectaba que hubo un “perjuicio económico”. Ha pasado más de un año desde esa primera petición y ese daño patrimonial no se ha constatado, pero el último movimiento del juez le permite actuar como perjudicada.