“Las municipales han demostrado que nadie solo puede, la fuerza en la unidad popular es la que multiplica”
La dirección andaluza de Izquierda Unida respira aliviada tras las elecciones municipales. Recuperan su posición de tercera fuerza andaluza (en las autonómicas descendieron hasta el quinto lugar), 69 municipios como listas más votada y fuerza clave para formar gobiernos alternativos al PP en Córdoba, Sevilla, Cádiz, Jerez, Huelva, Marbella o Almería. El coordinador andaluz, el profesor Antonio Maíllo (Lucena, 1966), dice haber aprendido la lección de las últimas convocatorias electorales en Andalucía. Es el tiempo de la convergencia, dice, de la unión popular que es mucho más que el baile entre dos.
En las autonómicas descendieron a quinta fuerza en el Parlamento, en las municipales conservan la tercera plaza. ¿Corre el riesgo IU de convertirse en una fuerza eminentemente municipalista?
Nosotros somos fuerza municipalista y autonómica en el grado que nos da la representación. En las elecciones municipales IU mantiene un arraigo muy importante en los pueblos y ha resistido en las grandes ciudades donde nos enfrentábamos a un panorama muy complicado tras no funcionar los procesos de convergencia. Si se hubieran producido los procesos de convergencia en Andalucía las listas unitarias ahora mismo estarían compitiendo por sustituir al PP en las grandes capitales y no lo estaría haciendo el PSOE. El ejemplo más evidente está en Córdoba, no estaríamos hablando de cuatro concejales de IU y cuatro de Ganemos, sino de mucho más. La lección que nos ha dado estas elecciones es que en las listas unitarias la suma multiplica.
¿Qué falló para que en las ciudades andaluzas no hubiera listas unitarias como en otras regiones?
Todos y todas podríamos haber estado mejor. El adelanto de las elecciones autonómicas dificultó todo un proceso de convergencia que desde el principio no fue fácil. También falló no contar con referentes venidos de los movimientos sociales que sirvieran de pegamento entre todas las fuerzas, como es el caso de Manuela Carmena en Madrid o Ada Colau en Barcelona.
¿Y no influyó las reticencias en algunos sectores de IU a perder la indentidad?
La identidad es otra cosa. La identidad es que nadie deje de ser o sentir lo que siente. La convergencia es lo que refuerza nuestra identidad. Izquierda Unida nació en 1986 desde un proceso de convergencia. Entonces apelamos al mundo a la izquierda del PSOE para construir una alternativa y no una alternancia. Ahí es donde debemos sentirnos fortalecidos. Los procesos de unidad popular no son OPAs hostiles o absorciones, son movimientos de reconocimiento de la diversidad.
¿Qué hay que mejorar ahora?
Los primero es realizar un buen diagnóstico de las lecciones que nos han dado los resultados electorales. El eje de la nacional II, Madrid, Zaragoza, Barcelona, es muy significativo. Allí hemos comprobado que nadie solo puede y que la unión de la fuerza en la unidad popular multiplica. Pero la unidad popular no es el fruto de unas negociaciones de las cúpulas de unas organizaciones sino que nace de una demanda de la gente.
“Alberto Garzón siempre goza de todo nuestro apoyo”
¿IU Andalucía se identifica completamente con el discurso por la convergencia de Alberto Garzón?
Alberto, como siempre, goza de todo nuestro apoyo. Alberto Garzón es un fiel cumplidor de los acuerdos que adoptamos en la décima asamblea general de IU, en diciembre de 2012, y a la que nos debemos todos. Entonces hablamos de iniciar un proceso de unión de fuerzas alternativas al bipartidismo tras la reforma de artículo 135 de la Constitución. Por tanto, esto es algo que estamos defendiendo incluso antes de que surgieran nuevas fuerzas políticas.
¿Es más complicado el entendimiento entre IU y Podemos en Andalucía que en otras comunidades?
Para nada, estoy convencido de que va a haber buena relación. Pero la unidad popular es un proceso poliédrico, no debemos centrarnos en la simpleza binaria. Los agentes de la unidad popular no son dos, son muchos, es Equo, los movimientos sindicales, son activistas sociales, Stop Desahucios, movimientos por la diversidad sexual, mareas, etc.
¿Veremos entonces a IU y Podemos muy cercanos en sus propuestas en el Parlamento andaluz?
En lo concreto nos vamos a ver, de eso estoy convencido. Acabamos de aprobar de forma conjunta una petición para que la Junta de Portavoces aborde un posicionamiento político sobre la barbarie del nuevo convenio para el uso de la Base de Morón. Coincidiremos también en propuestas sobre la banca pública, la recuperación de la Ley de Función Social de la Vivienda, medidas de transparencia. Nosotros vamos a formar parte entusiasta del debate político en Andalucía en el campo de la izquierda.
Las asambleas locales votarán la semana que viene sobre los acuerdos en los ayuntamientos antes de que los ratifique la dirección autonómica. ¿Usted le encuentra sentido a los pactos cuatripartitos para sacar el PP de las alcaldías?
Nosotros diferenciamos mucho entre acuerdo de investidura y pacto de gobierno. Si la aspiración mayoritaria es el cambio de ciclo lo apoyaremos. El ámbito municipal es muy diverso, no es lo mismo la situación de Córdoba, con un ayuntamiento donde ha habido una alternancia política normal, que la de Marbella, con un carácter excepcional que exige medidas excepcionales. Se podrán dar diferentes circunstancias.
Repasemos algunas capitales, ¿ha costado demasiado cara la fragmentación de la izquierda en Sevilla?
Hay que ver las cosas desde una perspectiva dialéctica y no de forma frustrante. Se sigue trabajando en la confluencia y seguimos construyendo puentes para unir fuerzas en las elecciones generales que es la gran batalla
¿Entendería que Teófila Martínez revalide la próxima semana como alcaldesa de Cádiz porque el PSOE no apoye a Por Cádiz Sí se Puede?
Nosotros tenemos la misma posición en todas las ciudades. El PP ha deteriorado tremendamente las ciudades y generado una peligrosa dualidad social con una enorme bolsa de exclusión y pobreza. Por tanto, el PP tiene que ser desalojado donde hay una esperanza de cambio. Nosotros queremos formar parte de la ola de ilusión y esperanza. La responsabilidad es de quien no se sume a ella.
La no confluencia en Jaén les ha dejado fuera del Ayuntamiento y con una grave crisis interna.
Esa es una situación muy específica que habrá que retomar con sosiego. Frente a Jaén, yo desatacaría lo ocurrido en Sevilla, Almería, Granada o Cádiz. Allí iniciamos la campaña con el temor a no tener grupo y en todas tenemos representación. Son resultados que debemos a nuestra militancia extraordinaria, comprometida. Ellos, con un presupuesto escuálido, han superado las dificultades de una campaña. Esa militancia es un patrimonio extraordinario para cualquier proceso de unidad y confluencia.
IU más Ganemos tiene más concejales que el PSOE en Córdoba, ¿Quién debería ser el candidato o candidata frente al PP?
Lo que hay plantear ahora mismo es la confluencia programática entre Ganemos Córdoba e IU y que los cordobeses perciban que nosotros mejoraremos el gobierno de su ciudad. Las dos fuerzas van a posibilitar que Córdoba recupere sus barrios, la transparencia en sus instituciones, una ciudad que atienda a la gente excluida. Será una oportunidad extraordinaria y allí, por proceso natural, debemos llegar a la unidad popular. IU nítidamente dice que va a contribuir a una alternativa en Córdoba.
¿Qué papel está jugando el Frente Cívico de Julio Anguita en Córdoba?
Julio está jugando un papel de confluencia y unidad entre las fuerzas desde su militancia en IU y su claridad de los objetivos marcados por la asamblea federal.
¿Le ha hecho daño a IU Andalucía que abandonara su militancia aquí?
Julio se fue a Ciudad Rodrigo porque vive grandes temporadas allí, pero ahora va a volver a vivir a Córdoba. Imagino que volverá a militar aquí. Julio Anguita es un referente esté donde esté.
“No hay bancos malos y buenos, hay un sistema financiero concentrado”
El Tribunal Constitucional acaba de fallar contra el Decreto-Ley de Función Social de la Vivienda. Una de las grandes apuestas de IU en su etapa en el Gobierno andaluz. ¿Cómo van a responder ante esta sentencia?
Constituiremos una red de municipios por la retirada del Gobierno de Rajoy de su recurso a la Ley. Invitamos a los nuevos ayuntamientos, del color político que sean, a unirse a ella. Haremos lo mismo en el Parlamento cuando se active. Desde el poder local debemos contribuir a que el Gobierno del PP, por presión popular, retire el recurso a una ley justa, necesaria. Es la ley de la que yo me alegro que el PSOE, frente a sus resistencias iniciales, haga gala ahora. Nadie la discute salvo el PP.
Es más que probable un fallo similar para la también recurrida Ley de Función Social. ¿Es el final para su ley antidesahucios?
El Tribunal Constitucional se ha convertido en pata de la troika y para eso no lo creamos. Una de las aspiraciones que tenemos es que la alternativa, cuando gobierne este país, cambie la faz del poder judicial. Nosotros queremos un Tribunal Constitucional y un Tribunal Supremo que estén al servicio de un nuevo país.
¿Qué es más eficaz para evitar desahucios mejorar la normativa o retirar cuentas de bancos que desahucian?
Para evitar los desahucios lo que tiene que haber es una ley muy clara. A los bancos que desahucian se les expropia, y a los bancos que incumplen la ley se les sancionan. Eso es lo que hay que hacer. Aquí no hay bancos buenos y bancos malos, hay un sistema financiero que está concentrado, el 60% de la capacidad crediticia de este país están en dos manos, Botín y Fainé.
Comenzó investidura diciéndole a Susana Díaz que quien no la conozca que la compre. De momento no la compra nadie. ¿Es lógico que Andalucía siga sin gobierno?
No, no es lógico. Susana Díaz debe hacer lo que acaba de hacer, llamar a los portavoces para afrontar posibilidades de investidura. Hablar siempre es bueno y normalizar el diálogo lo correcto. Lo apasionante de esta legislatura es que estará marcada por una cultura del diálogo que nos beneficiará a todos y, sobre todo, a la sociedad andaluza. Los tiempos del ordeno y mando se acabaron.
Pero los socialistas mantienen que su discurso de investidura incluía ofertas y “guiños” para todos. ¿No le guiñó lo suficiente a IU cuando propuso recuperar leyes sin desarrollar la pasada legislatura?
Es que guiñó tanto que… No se puede guiñar al mismo tiempo a PP y a nosotros. Es legítimo, pero no somos compatibles.
¿Pero no exigía la nueva política el diálogo entre todos?
Sí, claro, diálogo con todos en lo concreto. Pero es que no podemos estar de acuerdo en la política económica del PP. El problema es de que quien levanta la bandera de la izquierda y teatraliza la diferencia pero luego coincide en las grandes políticas.