Cientos de personas se concentran ante los ayutamientos de Andalucía pidiendo diálogo entre Gobierno y Generalitat
“Carles, Mariano, a ver si nos llamamos”, en alusión a los jefes de los ejecutivos español y catalán, Mariano Rajoy y Carles Puigdemont; p “menos banderas y más sensatez” fueron algunas de las consignas que se han gritado en los ayuntamientos andaluces reclamando el diáologo para solucionar el conflicto de Catalunya bajo el lema #parlemhablemos.
La convocatoria invitaba a los asistentes a vestir de blanco para huir de banderas. A la vestimenta sumaron folios en blanco con frases en castellano y catalán y globos y banderas blancas. Según datos de la Delegación del Gobierno en Andalucía con datos de estimaciones de la Policía Nacional, se han reunido en Almería un centenar de personas por esta causa, en Cádiz unas 400, en Córdoba alrededor de 250 (unos 500 según los convocantes), en Málaga, 450; en Huelva, 150, y en Granada, 400 aproximadamente. Jaén es la única capital de provincia donde no se ha producido convocatoria.
En Sevilla, donde la policía calcula unas 300 personas, la concentración coincidió con una manifestación contra el impuesto de sucesiones y otra convocatoria pro referendum, con líderes y banderas del Partido Comunista de Andalucía, que se mezcló con la convocatoria “blanca” y fue criticada por algunos de los asistentes.
En Granada, un grupo de asistentes por la unidad de España han irrumpido en la plaza del Carmen con banderas españolas durante la concentración por el diálogo, provocando momentos de tensión que se han quedado en el enfrentamiento verbal. En Cádiz, la anécdota de la jornada la protagonizó la boda de un militar que se celebraba en el Ayuntamiento.
En el manifiesto publicado por la organización Parlem Hablamos? se ha pedido una apuesta “por la vía del diálogo, por el respeto y el entendimiento”, así como ha indicado que “la gente que quiere un país basado en el diálogo fraterno y la convivencia democrática” y, por ello, ha llamado a “colgar sábanas blancas en los balcones”. “La convivencia se genera hablando y las leyes sirven a ese diálogo. No pueden usarse como obstáculo ni, menos aún, para engendrar un conflicto civil. Tenemos que decir basta ya a esta espiral, frenar, sentarnos y pensar nuestro país”.
Así lo han recogido algunos de los asistentes en redes sociales.