El PP se fija como objetivo Alcalá de Guadaíra para hacerse con la Diputación de Sevilla
En las próximas elecciones municipales se juega el control de las alcaldías pero también de las diputaciones, cuya progresiva conquista -después de haberse hecho con las ocho capitales de provincia de Andalucía- es para el PP un objetivo clave. En estos momentos gobiernan en cinco de las ocho diputaciones, todas menos las de Huelva, Jaén y Sevilla. Y precisamente esta última es el bocado más sabroso para el que están haciendo cuentas, porque se trataría de irrumpir en el histórico granero de votos del PSOE. Los populares han visto en Alcalá de Guadaíra -donde el PSOE sacó en los últimos comicios mayoría absoluta por la mínima y encima se ha quedado en minoría los últimos meses tras dejar una edil del equipo de gobierno- la mejor vía. Si mantienen las grandes plazas del área metropolitana que controlan -incluida la capital hispalense- y logran la alcaldía de Alcalá de Guadaíra, la tercera ciudad de la provincia con casi 75.000 habitantes, calculan que se harán con la Diputación de Sevilla.
En estos momentos, la Diputación de Sevilla tiene mayoría absoluta del PSOE, pero también por la mínima, con 16 diputados frente a los 15 que suman el PP (10), IU (4) y el PA (1). Lo que tiene más a su favor el PP es que el mayor peso se lo lleva el partido judicial de Sevilla (con 18 de los 31 diputados) y los populares ya tienen más que el PSOE: ocho frente a siete mientras que los otros tres se reparten entre IU y el PA. Las encuestas y estudios que manejan los populares les confirman que se mantendrá la tendencia de los últimos años: ellos irán ganando peso en el área metropolitana y las grandes ciudades dejando para el PSOE -sin despreciar tampoco en este contexto el peso que tiene IU- las sierras, con mucho menor peso demográfico y por tanto representación más repartida.
“De todas maneras, tenemos que tener en cuenta que todo esto lo puede distorsionar lo que finalmente decida hacer Ganemos, una vez que entendemos que Podemos no se va a presentar...”, puntualizan fuentes del PP de Sevilla. Las mismas fuentes explican también que cuentan con buenos pronósticos de cara a los partidos judiciales de Marchena y Carmona, que aportan tres diputados en total. “Lo que queremos es ganar Alcalá de Guadaíra para cambiar las cosas en la ciudad. Pero claro que somos conscientes de lo que puede suponer de cara a la Diputación de Sevilla”, apuntan por su parte desde este municipio.
El segundo partido judicial en importante es el de Utrera, donde se incluye Dos Hermanas, la segunda ciudad de la provincia tras Sevilla (más de 120.000 habitantes) y la mayor de Andalucía que todavía controla el PSOE. Pero los populares ya la dan por perdida una vez que Francisco Toscano, alcalde desde hace más de 30 años, haya decidido volver a presentarse. Se une a esto que el hasta ahora candidato del PP, Manuel Alcocer, ha decidido por el contrario no volver a concurrir tras haber conseguido nueve concejales de los 27 posibles, sin duda el mejor resultado del partido en este municipio pero todavía lejos del poder. En paralelo, su retirada a desembocado en una guerra interna en busca del relevo y en estos momentos en el PP de Sevilla reconocen que barajan entre cuatro y cinco nombres para sustituirlo. Por eso ven en Alcalá de Guadaíra su mejor opción.
Las cábalas del PP también las ha hecho el PSOE. No parece casual que el presidente de la Diputación de Sevilla y del PSOE de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, planteara recientemente dejar fuera de estos organismos a las grandes ciudades, que han sido la causa precisamente de que su partido haya ido perdiendo peso en estas instituciones a favor del PP. Lo decía en el marco de la Día de la Provincia de Sevilla, celebrado el pasado mes de mayo, donde abogaba por “reducir la estructura” de estas instituciones sacando a las grandes ciudades, incluidas las capitales de provincia, en pro de una mayor representación de los pequeños y medianos municipios, y lo vinculaba con la “razón de ser” de estas instituciones que es “ser garantes del equilibrio y la cohesión territorial”. Claro que se da la circunstancia de que el PP tiene peso en esas grandes ciudades mientras la izquierda lo conserva en las áreas rurales.