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Entrevista

Esperanza Gómez, coordinadora de Más País Andalucía: “Podríamos hacer de puente entre Anticapitalistas y Unidas Podemos”

Esperanza Gómez, coordinadora general de Más País Andalucía

Javier Domínguez Reguero

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Esperanza Gómez (Sevilla, 1974) está aprendiendo a ser concisa en sus intervenciones políticas. Quiere dejar un mensaje claro. Esta Doctora en Derecho y Profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla ha sido recientemente elegida como coordinadora general de Más País Andalucía con el 88% de los votos emitidos. Fue exdiputada por Podemos en el Parlamento andaluz y exsenadora por Adelante Andalucía. Ahora llega con un proyecto “emancipador”, basado entre otras cosas en la “ecología política”, que busca soluciones progresistas para Andalucía. Y eso “sólo puede idearse y llevarse a cabo en Andalucía”.

El Gobierno andaluz de las derechas es su “revulsivo” para dejar las diferencias a un lado y tratar de conformar una oposición de izquierdas basada en el diálogo. ¡Vaya tarea en un tiempo donde las mayorías parlamentarias quedaron atrás! Le quedan dos años de trabajo hasta el nuevo ciclo electoral y está convencida de que conseguirá representación en el Parlamento de Andalucía. De momento, tras la asamblea fundacional, está enredada con la organización autonómica de su partido para llegar “fuertes” a los comicios andaluces de 2022.

Más País ha vuelto a denominarse Más Madrid. Ante este cambio, ¿cómo se le denomina a su formación en Andalucía?

Nosotros somos Más País Andalucía. Esto ha sido una cuestión meramente formal y a los que estamos dentro no nos ha pillado de sorpresa. Cuando decidimos presentarnos a las elecciones [noviembre 2019] cambiamos Más Madrid por Más País para tener una cobertura jurídica. Pasado un año lo que hemos hecho es devolver eso a su sentido originario. Además, después de las elecciones decidimos avanzar en el proceso [constituyente] y que no íbamos a conformarnos desde el centro sino que cada territorio se iba a organizar autónomamente. Cuando ya hubiese un número significativo de territorios conformados, nos íbamos a federar como Más País en un proceso de abajo a arriba. Ya lo ha hecho Madrid, lo ha hecho Cataluña y Andalucía y en breve lo hará Murcia y Extremadura.

¿Salió descontenta de Podemos?

Me he sentido desde siempre más identificada con la línea representada por Íñigo Errejón. Podemos es un partido donde la disidencia interna no se permite. No se ve como una riqueza sino como un problema. Siempre digo que el escaño es un medio, pero no un fin. Me di cuenta de que la política que yo quiero no iba a poder desarrollarla en el Senado, por lo cual decidí dejarlo para montar Más País. 

¿Qué se hace para no convertirse en otra sucursal política dirigida desde Madrid?

No tenemos una organización uniforme. Cada territorio ha decidido cómo se organiza, en base a qué se organiza y cómo se denomina a sus cargos. Y lo más importante: el tiempo en el que lo hacía. Además, vamos a decidir si queremos confederarnos todos los territorios o, si nos interesa más hacer algunas asociaciones entre algunos de nosotros dando por hecho que somos formaciones hermanas. Pero no está totalmente decidido y cuando se haga, se decidirá desde los territorios y no desde Madrid. Esa es la clave. Y vamos a inscribir el partido con CIF y censo en Andalucía. Y con un militancia sólo andaluza.

¿A más hermanas… más problemas?

No. Nos parece que un proyecto de futuro para Andalucía sólo puede idearse y llevarse a cabo en Andalucía. Pero, no nos quedamos con tener una voz en el Congreso sino que tenemos un proyecto de España donde los andaluces y andaluzas tenemos mucho que decir.

¿Cómo se entiende que Andalucía, con 61 escaños en el Congreso, no tenga ninguna representación política andaluza?

Se entiende porque el proyecto que se ha construido para España no ha tenido en cuenta la situación de Andalucía y no la ha hecho mejorar relativamente con respecto a otros territorios. Por eso hace falta una voz netamente andaluza que sepa lo que necesita y que sea sobre todo más ambiciosa. Con mis respetos al turismo, yo no quiero ser sólo el lugar de vacaciones de los países ricos de Europa. Podemos ser otra cosa.

El electorado puede pensar que se crea otro partido de izquierdas. ¿Qué diferencia a Más País Andalucía del resto de formaciones a la izquierda del PSOE?

Tenemos una seña de identidad clara que es la apuesta por la transición ecológica. No me gusta decir que la pandemia sea una oportunidad, pero toda la inversión que podría proceder de Europa se podría utilizar, de una vez, para modificar el modelo productivo que ahora mismo se basa en el monocultivo del turismo y en sectores que tienen muy poco valor añadido. Tenemos ideas nuevas que ofrecer basadas en una transición ecológica.

¿Qué es eso de la ecología política?

La apuesta por el cuidado de nuestro planeta no puede ser sólo un tema transversal sino que va unida a la igualdad y a la justicia social. Una cosa va con la otra.

El modelo de sociedad que propone no dista mucho de otras formaciones como IU, Podemos Andalucía o Anticapitalistas. Sin embargo, Más País Andalucía es una nueva esperanza. ¿Y otra decepción? ¿Cómo se genera optimismo en la izquierda andaluza alternativa?

Tenemos que recuperar la confianza en nosotros mismos. Eso se hace dándole voz a una fuerza que surge en Andalucía y que piensa sólo en los intereses andaluces. Además, se dice mucho lo de “otro partido más”, pero cuando Vox aparece en escena el 2 de diciembre ganan las derechas. Es decir, vino a sumar. Nosotros podemos captar electorado tradicionalmente abstencionista que no le gusta lo que ve y desconfía de la clase política y también de algunos partidos más clásicos de izquierda que se quedan muchas veces en problemas recurrentes.

¿Vamos a pelearnos teniendo en frente políticas de derechas, segregadoras, negacionistas? ¿De verdad queremos eso?

Y en todo el espectro a la izquierda del PSOE, ¿dónde se sitúa Más País Andalucía?

Podemos hacer de puente entre Anticapitalistas y Unidas Podemos, que es un proyecto demasiado centralista y que supedita los intereses autonómicos a la política de Madrid. Podemos hacer de pegamento en un contexto en el que nadie va a sumar mayoría absoluta y en el que hay que ser muy generosos. Hay que buscar lo que une y no lo que separa. Ahí podemos jugar un papel determinante porque el Gobierno de la Junta en las próximas elecciones se puede acabar decidiendo por uno, dos o tres escaños. Y siempre sumando a favor del progreso, eso lo tenemos claro.

Apela a ser generosos para salvar las diferencias, pero ¿cómo se ajustan los hiperliderazgos de Susana Díaz y Teresa Rodríguez si fueran candidatas en el próximo ciclo electoral?

Poniéndoles frente al espejo el Gobierno de derechas de la Junta de Andalucía. Vamos camino de convertirnos en Madrid o en la Comunidad Valenciana cuando gobernaba el PP. Ese debe ser el revulsivo básico más allá de buscar las diferencias y las decepciones. Teniendo en frente políticas de derechas, segregadoras, negacionistas, las enseñanzas de tauromaquia y de caza en los coles… ¿De verdad es eso lo que queremos? ¿Vamos a pelearnos porque usted hizo y usted dijo? ¿Porque el PSOE no fue durante muchos años lo que debió ser, o por el [con el PSOE] ni muerta? Eso son excusas que buscan competir por el electorado.

¿Piensa que se ha echado al electorado de izquierda a pelear?

En el ADN del electorado progresista está el discutir todos los detalles y en ese sentido somos muy exigentes. Pero lo que me preocupa es que con todo lo que está pasando se queden en su casa. Y acabe calando la idea del hartazgo hacia la clase política y a los políticos que sólo beneficia a Vox.

¿Favorece la fragmentación de la izquierda alternativa también al PSOE?

Pienso que no. En un momento en el que se nos avecina una crisis fuerte, me preocupa que todo ese descontento social se traduzca en políticas más restrictivas de derechos amparadas y defendidas por Vox.

Formó parte de Adelante Andalucía. ¿Cómo ha vivido el embrollo del grupo parlamentario en estas últimas semanas?

Lo he vivido con pena. Es imposible no vivirlo desde el lado humano y personal después de haber convivido con las personas que han protagonizado este enfrentamiento.

¿Era un choque de trenes inevitable?

Creo que sí.

Como profesora de Derecho Constitucional, ¿qué recorrido tiene en la vía judicial la expulsión de Adelante Andalucía de los nueve diputados?

La decisión de la Mesa [del Parlamento de Andalucía] es recurrible ante el Tribunal Constitucional y que creo que este concederá el amparo sin paliativos. Este tipo de cuestiones tiene que estar previsto en el reglamento parlamentario y no lo está. El Pacto Antitransfuguismo es un pacto, no es derecho.

A río revuelto… ¿ganancia de Más País Andalucía?

Pensar eso sería engañarnos y ser demasiado cortoplacistas. Este tipo de cuestiones cansan en general al electorado y motivan que mucha gente se quede en casa.

¿Qué retos tiene hasta las próximas elecciones autonómicas de 2022?

Tenemos dos objetivos básicos: conseguir representación en el Parlamento de Andalucía. Nos parece que es posible. Y justo después obtener representación municipal. Estamos creando la estructura y dándonos prisa para llegar fuertes a ese momento.

Decía Íñigo Errejón que había que “hacer las cosas bien”, con “paso lento, pero firme”. ¿Cuál es el ritmo de Más País Andalucía?

Ahora mismo tenemos una organización autonómica y nos toca organizarnos en las ocho provincias. En algunas ya llevamos más andado porque nos presentamos a las elecciones y pronto estaremos constituidos en todo el territorio.

¿Cuál es el espacio que le corresponde a Andalucía y cómo se consigue?

Nuestro destino no está escrito. No tenemos que ser la primera comunidad en paro, en desigualdad y en pobreza porque sea inevitable. Hay que luchar contra esa fatalidad con un plan ambicioso, que nos creamos, para pensar que podemos vivir de algo más que el monocultivo del turismo que provoca empleo muy precarizado. No entiendo cómo no estamos creando energías limpias teniendo en cuanta nuestras condiciones climáticas. Esto favorecería la reducción del coste a nuestras industrias y además exportaríamos energía.

¿Qué le faltan a los Presupuestos andaluces de 2021?

Le faltan modernidad. En la situación en la que estamos son muy conservadores, en el sentido de que no buscan paliar la situación que tenemos y mejorarla de otra manera. Espera a ver cuánto dinero llega de Europa y a que vuelvan a venir los turistas. Son conservadores porque se deja a una mano invisible el futuro de millones de personas. Da la impresión de que no se tiene conciencia de que el poder público puede incidir en la economía y puede acabar provocando el cambio del modelo productivo. Cuando se leen las conclusiones infames de la Comisión de Reconstrucción se muestra que, aparte de que hay párrafos contradictorios, no hay plan para Andalucía más allá de darle más líneas [de ayuda] a los colegios concertados, de permitir que se siga segregando, de construir hoteles en las playas protegidas, de rebajar las trabas burocráticas para construir un campo de golf… es la idea de que el desarrollo lo dan los pelotazos. Y ya sabemos que de los pelotazos urbanísticos acaban ganando cuatro y todos nosotros, otra vez, con empleo precarizado. Y los jóvenes buscándose la vida en Madrid o en el extranjero.

Podemos ser otra cosa que el lugar de vacaciones de los países ricos de Europa

¿Cómo salimos de la pandemia?

Nos hemos dado cuenta del valor de lo público. Y en eso me quiero aferrar para pensar que podemos salir mejores aunque me preocupa mucho lo que venga después. Si los fondos que vienen de la Unión Europea vienen condicionados, tengo verdadera preocupación por ver si la Junta de Andalucía es capaz de presentar proyectos a la altura.

Le quedan dos años de mucho trabajo hasta el nuevo ciclo electoral. ¿Cómo invita a los ciudadanos a sumarse a su proyecto?

Hay que empezar tratando al electorado con seriedad, como adultos. Hay que dejar los mensajes simplones y facilones. No estamos en las instituciones andaluzas, pero tenemos que generar debate. Utilizaremos el Congreso como por ejemplo se ha visto en la ley de inviolabilidad del Rey que la Mesa no admitió.

A colación, ¿qué le parece la concesión a Felipe VI de la Medalla de Honor de Andalucía?

¡No sé ni cómo me extraño! Me parece otra muestra más de lo que es este Gobierno. Con la que está cayendo. Tenemos médicos, maestros, reponedores de supermercados… que son héroes y heroínas. ¿No era el momento de coger a personas anónimas y darles las gracias por su trabajo? En fin, no tengo palabras.

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