Chus Cantero, el pionero que puso el alma en la gestión cultural
Que el fallecimiento de Chus Cantero se produjera cuando se dirigía al teatro –al Teatro Central, en concreto– junto a su compañera, Marina, es un detalle que no ha extrañado a nadie: allí donde la muerte fuera a atajarle el paso, lo sorprendería con algún asunto cultural entre manos. Y muy probablemente sería un asunto relacionado con el teatro, su gran pasión, el estímulo que le convirtió en un pionero de la gestión cultural en España y un personaje muy querido por cuantos integran este sufrido ámbito.
En su último paseo camino del teatro se encontró con el fotógrafo Pablo Juliá, y bromearon sobre las grandes dimensiones de Cantero, que parecían aún mayores por el efecto de su poblada barba y su melena ondulada y cana. “Se quejaba de que la mascarilla no le tapaba nada y que tendrían que hacerle una ad hoc”, explica. “Ya no podré consultarle y sorprenderme de la enciclopedia de Cultura andante que tenía en la cabeza, aparte de lo buena gente que era y lo bien que se estaba en sus cercanías”, lamenta Juliá.
Una opinión con la que coinciden quienes trataron a este bilbaíno de 1951, curioso infatigable de las artes y las letras en todas sus ramas y un faro para un sector, la gestión cultural, que en los años setenta era prácticamente un misterio en nuestro país. Difícil resulta resumir su trayectoria, que se inicia con las Aulas de Cultura de la Universidad de Sevilla, y se desarrolla como coordinador general del Observatorio Andaluz para la Economía de la Cultura, Oikos, así como en la Mesa de Economía y Cultura del Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía (PECA), la Comisión Técnica Cultural de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) y la comisión de Observatorios Culturales de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), entre otros empeños.
De la Expo a la Casa de la Provincia
Pero sobre todo le hicieron popular y querido cargos como el de director de Programación de Espectáculos de la Expo 92 (1988-1990); jefe de gabinete del Consejero de Cultura de la Junta de Andalucía (1986-1988) o director general de Música, Teatro y Cinematografía de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. También fue director y presentador del programa de cultura diario de Canal Sur Radio La Torre de Papel (1993) y director de Contenidos de Exhibit (Universal de Servicios La Cartuja) (1990-1993).
Asimismo, estuvo al frente de la Casa de la Provincia (Organismo Autónomo de la Diputación de Sevilla) (2001-2004), fue director Cultural del Plan Estratégico Sevilla 2010 (2001-2003), asesor ejecutivo del Área de Cultura de la Diputación de Sevilla (1995-2000) y director del Área de Planificación e Inversiones de la Diputación de Sevilla (1993-1995). “Se va un referente”, manifestaba este domingo en su cuenta de Twitter el alcalde de la capital hispalense, Juan Espadas. “Toda una vida trabajando por la Cultura y por el progreso que viene de la mano de la cultura. Hombre respetado y querido. Historia fundamental de la cultura de Sevilla y de Andalucía”. Por su parte, la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, tenía también un reconocimiento para su figura, “referencia de la gestión y producción cultural y profundo conocedor de la escena andaluza. Mi más sentido pésame a su familia y al mundo de las artes escénicas andaluzas”.
En el campo concreto del teatro, Jesús Mª Cantero Martínez fue gerente del Área de Cultura de la Diputación de Sevilla, rector del Instituto de Teatro, gerente del Patronato de Itálica, asesor de Teatro de la Diputación de Sevilla, codirector de la Sala San Hermenegildo de Sevilla y asesor de Teatro de la Obra Cultural de la Caja de Ahorros San Fernando de Sevilla. Un veterano actor sevillano que prefiere mantenerse en el anonimato recordaba de él su militancia en la legendaria compañía Esperpento y que “durante mucho tiempo fue el pilar base de la Cultura dentro de la Diputación de Sevilla, hasta que el corazón le obligó a retirarse de su vida activa, pero... era imprescindible en él estar, así que de una forma u otra fue parte de la Cultura en Sevilla. Fue miembro activo de Cultura contra la Guerra, en la lucha contra la Guerra de Irak, donde pude estar junto a él de una forma más directa. Era una grandísima persona, con un corazón muy débil, y ésa ha sido la causa de su ida”.
Investigador vocacional
Salvador Catalán, director del Servicio de Extensión Universitaria del Vicerrectorado de Cultura de la Universidad de Cádiz, recuerda el vínculo de Cantero con esta institución, en concreto con el observatorio Proyecto Atalaya, en el que se involucró realizando un manual web de gestión cultural que es la biblia del sector –más de un millón de consultas solo el año pasado– y su papel fundamental en el consejo asesor de la revista Periférica.
“Aunque el teatro era su ecosistema natural, Chus era un maravilloso ratón de biblioteca que se interesaba por todo. Era un gestor cultural vocacional, apasionado de sus entresijos y de la investigación. Le interesaban los contenidos, no tanto la metodología o los ámbitos teóricos, nada de metafísica. Quería saber qué había ocurrido en la cultura, por eso siempre andaba por los mercadillos, al acecho de documentación antigua. Y siempre tenía uno o varios proyectos abiertos”, recuerda Catalán.
Y agrega: “Fue una de las personas que definió el concepto de gestión cultural en España. Y en lo humano, era extremadamente afable, cercano y cariñoso. Hace un tiempo me mandó una foto suya junto a Frank Zappa, que tenía guardada por ahí, enseñándole la maqueta del Auditorio de Sevilla. Cualquiera habría enmarcado y colgado en el salón de casa una foto así, y él te la enseñaba como si tal cosa”.
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