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Senderos accesibles: naturaleza gaditana para todos los públicos

Sendero de Valdeinfierno /Foto: M.A.R.

María Ángeles Robles

Cádiz —

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Los beneficios de un paseo por la naturaleza son indudables. Está demostrado que nuestro bienestar físico y mental mejora notablemente si nos permitimos el pequeño lujo de adentrarnos en el campo o en la playa y disfrutar de los sonidos, los olores y los colores que nos ofrece el medio natural.

La provincia de Cádiz ofrece múltiples opciones para aprovechar este contacto gozoso con la naturaleza, aunque no todas las personas lo tiene igual de fácil. Cinco Parques Naturales –Bahía de Cádiz, Breña y Marismas del Barbate, El Estrecho, Sierra de Grazalema y Alcornocales- cuajados de senderos y rutas señalizadas deberían bastar para que todos pudiésemos disfrutar del ocio en espacios libres, aunque la cosa se complica si necesitas desplazarte en silla de ruedas o, simplemente, con un carrito de bebé.

Proponemos tres interesantes senderos, aptos para todos los públicos, que nos ayudarán a perdernos en algunos de los inigualables parajes de tres de los Parques Naturales más representativos de los diversos ecosistemas que conviven en la provincia gaditana.

Sendero de Valdeinfierno

El Parque Natural de los Alcornocales es uno de los entornos más valiosos para comprender el riquísimo ecosistema de la selva mediterránea. Para tomarle el pulso a este impresionante espacio natural protegido, nada mejor que recorrer el sendero de Valdeinfierno, en la localidad campogibraltareña de Los Barrios.

Este ameno sendero discurre por el monte público que le da nombre y paralelo a una garganta en la que la vegetación y el canto constante de los pájaros nos ayudarán a disminuir rápidamente las pulsaciones y entrar en un estado de tranquilidad absoluta.

El recorrido de esta ruta coincide en buena parte con el de la Cañada Real de San Roque a Medina Sidonia. Este tramo está abierto al tráfico rodado, de manera que se puede llegar en coche hasta un aparcamiento para personas con movilidad reducida, que podrán disfrutar un paseo lineal adaptado de seiscientos metros.

Estos bosques, además de su indudable valor natural, tienen un importante valor social y cultural, ya que fueron durante mucho tiempo fuente de recursos indispensables para la economía de los municipios cercanos. Actividades como el carboneo o el descorche han servido tradicionalmente de sustento a muchas familias de esta zona.

Cómo llegar: Tomar la salida 73 de la autovía A-381 y recorrer la vía de servicio en dirección a Los Barrios. Unos dos kilómetros después de la rotonda desviarse a mano derecha.

Sendero Salina de la Esperanza

El recorrido de este sendero en el corazón del Parque Natural Bahía de Cádiz nos descubre uno de los paisajes más característicos de la actividad económica tradicional de la bahía gaditana hasta mediados del siglo XX, como son las salinas.

El sendero, jalonado por numerosas pasarelas y zonas de descanso con bancos, es de fácil acceso para personas con discapacidad reducida. El recorrido se inicia en el aparcamiento localizado junto a la portada de entrada a la salina de La Esperanza en Puerto Real. En el primer tramo, podemos ver a la derecha el cargadero de la salina La Esperanza Chica, que era el lugar donde se cargaba la sal que se cosechaba en las balsas de cristalización.

La salina de La Esperanza, abandonada durante mucho tiempo, ha sido restaurada y actualmente se está llevando a cabo un proyecto de desarrollo integral que incluye su uso con recurso didáctico. Durante el recorrido por este sendero podremos observar restos de algunas edificaciones y muchos de los elementos característicos de la actividad salinera, como vueltas, esteros, compuertas tradicionales, que regulan la entrada y salida de agua a la salina, y la casa salinera.

Las aguas poco profundas de las salinas son el hábitat idóneo para muchas especies que encuentran en estas láminas de agua alimento y un lugar perfecto para refugiarse. Son aves especialmente adaptadas a este medio natural que se alimentan de pequeños peces y crustáceos. Durante el paseo por este sendero, no será difícil avistar algunas de las especies más representativas de este ecosistema.

El sendero cuenta con seis puntos de descanso y un mirador, lugar idóneo para detenerse y contemplar detenidamente la vegetación típica salinera y las aves acuáticas que acuden aquí para alimentarse y reproducirse. Un poco más adelante encontraremos la casa salinera rehabilitada, lugar donde finaliza el recorrido.

Cómo llegar: El acceso se realiza en la rotonda del Puente Melchor (Puerto Real), por la vía de servicio del tren, donde se ubica la salina de Molinete.

Sendero de Los Lances

El único sendero en el Parque Natural del Estrecho accesible con sillas de ruedas es el que recorre el Paraje Natural Playa de Los Lances. Cuenta con una pasarela de madera en todo su recorrido y está especialmente adaptado a personas con problemas de movilidad, aunque actualmente sólo es transitable parte del sendero porque hay una zona, la del puente de madera, que no está en estado óptimo.

Aún así, merece la pena adentrarse en este agradable paseo por la playa más meridional de la Península Ibérica, la última de su fachada atlántica. Durante el recorrido, encontraremos paneles informativos, zonas de descanso con bancos y un observatorio de aves desde el que podremos avistar especies como charranes y charrancitos, chorlitejos, correlimos, vuelvepiedras y archibebes, que son los singulares protagonistas de este espacio.

Este corto recorrido de 1,5 kilómetros destaca por su alto valor medioambiental pero también por su sobresaliente valor paisajístico. Paraíso de los amantes de los deportes del viento y zona de especial interés como ruta migratoria de aves y cetáceos, la playa de Los Lances reúne los mejores alicientes naturales y culturales.

El sendero atraviesa humedales del alto valor ecológico hasta llevarnos a la playa. A mitad de camino, llegaremos al río de la Vega, que comparte desembocadura con el río Jara. En esta zona se forman lagunas y encharcamientos que atraen a numerosas aves propias de los humedales y también muchas otras que utilizan esta playa como lugar de descanso o alimentación durante sus rutas migratorias.

En este punto del paseo podemos observar un búnker a nuestra derecha y algunas zonas de descanso, hasta llegar a un punto en el que se interrumpe el entarimado, por lo que deberemos caminar por la arena un tramo hasta volver a recuperarlo. El sendero se adentra algo hacia el interior para llegar al observatorio de aves donde termina el recorrido. Desde esta zona, podemos disfrutar también el impresionante paisaje dunar, que llega a alcanzar los trescientos metros de anchura.

Cómo llegar: El sendero se inicia en el aparcamiento de la playa de Los Lances que está junto al Estadio Municipal de Deportes, en el extremo noroeste del casco urbano de Tarifa.

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