Teresa Rodríguez mantiene el pulso al Podemos estatal: “No nos van a aguar la fiesta”
“No nos van a aguar la fiesta, no nos vamos a aguar la fiesta”. “Primero la política, después el reglamento interno”. “Que confíen en nosotros, las elecciones en Andalucía no se ganan desde Madrid”. “El reglamento estatal de Podemos es compatible con el acuerdo alcanzado con IU para la confluencia andaluza”. “No vamos a parar esto, todo fluye”. La coordinadora general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, mantiene su hoja de ruta para consumar la confluencia con IU en un plazo de dos meses, a pesar de los recelos que ha expresado la dirección federal del partido.
El secretario de Organización, Pablo Echenique, advirtió el lunes que el acuerdo que Rodríguez ha alcanzado con el líder andaluz de IU, Antonio Maíllo, “contraviene” el reglamento estatal de Podemos que regula los procesos de alianza electoral con otras formaciones. La advertencia de Echenique ha destapado lo que era un secreto a voces: profundas diferencias entre la dirección estatal y la andaluza, que lleva año y medio exigiendo a Madrid más autonomía política y organizativa. En Andalucía se lamentan de que el equipo de Pablo Iglesias quiere tener más control sobre la confluencia andaluza, mantener su voz y veto en la elección de candidatos a las listas para las próximas elecciones autonómicas, y la dirección de Teresa Rodríguez no quiere tutelas, como las tuvo en las últimas generales.
Las “interferencias” que el equipo de Iglesias ha lanzado in extremis contra el proceso de confluencia de Podemos-IU en Andalucía, avalado por ambas direcciones regionales, no van a frenar el proyecto que ya ha empezado a andar. Rodríguez ha comparecido este martes junto al líder andaluz de IU, Antonio Maíllo, para confirmar que en dos meses se organizarán las primarias conjuntas para elegir sus candidatos a las listas electorales y su cabeza de cartel para las autonómicas que se celebrarán en la primavera de 2019. En respuesta a los recelos que ya manifestó Echenique, la gaditana replicó al secretario de Organización del partido: “No nos van a aguar la fiesta” con los reglamentos, eso “tiene solución siempre”. “Es sólo un desajuste que resolver”, dice.
La dirección estatal de Podemos no está en contra de la confluencia con IU en Andalucía, pero discrepa enérgicamente con el procedimiento que Rodríguez ha pactado con Maíllo, y que ha sido refrendado por el Consejo Ciudadano de Podemos Andalucía y por la dirección colegiada de IU hace una semana. La gaditana ha minimizado el pulso interno con Echenique, no quiere que después de un año “cocinando a fuego lento un proyecto ilusionante”, los titulares de prensa se centren en las discrepancias con Iglesias. “Lo que ha dicho Echenique no es una pega a la confluencia andaluza, sino a cómo lo vamos a hacer”, ha subrayado. Podemos Andalucía le ha trasladado a la dirección estatal que “confíe” en ellos, “que las próximas elecciones andaluzas no se ganan desde Madrid”. “Queremos que se respete el recorrido de la confluencia en Andalucía, que empezó antes y es más largo que en otros territorios”, dice Rodríguez.
Podemos Andalucía no cree, como dice Echenique, que el reglamento estatal “contraviene” el acuerdo que ha firmado con IU para la confluencia. Es más, considera que la dirección estatal ha sido desleal, al aprobar de urgencia un protocolo que regula la fusión con otras organizaciones políticas el mismo día (“y por Telegram”) que el pacto andaluz de confluencia fue aprobado por su máximo órgano de decisión entre asambleas. El reglamento estatal fue ratificado una semana después del acuerdo andaluz, coincidiendo con la moción de censura de Pedro Sánchez que ha expulsado a Mariano Rajoy del Gobierno.
Teresa Rodríguez admite una tensión latente con la dirección estatal, un pulso entre una visión centralista de Podemos y la fórmula que defiende la andaluza, que reclama más autonomía política y organizativa para los territorios. “No es un problema, los problemas reglamentarios tienen soluciones reglamentarias”, de modo que habrá que afrontar esta situación con “debate, diálogo y negociación para llegar a un acuerdo sobre cómo llevarlo adelante de forma que se respete el proceso y el camino ya recorrido en Andalucía, que es más largo y tiene más aliento y, por otro lado, se cumpla todo el marco legal de Podemos”, dice Rodríguez.
Maíllo, a su lado, ha preferido no responde a temas que consideran “del ámbito interno de Podemos”. El líder andaluz de IU cree que este asunto “se solucionará” y, en cualquier caso, no cree que las palabras de Echenique vayan contra el acuerdo andaluz, a pesar de que el secretario de Organización ha dicho claramente que “contraviene” el reglamento estatal, y que las alianzas electorales con Podemos siempre han respetado el peso de poder de cada organización. En este caso, una de las claves del pacto entre Rodríguez y Maíllo es que se trata de una alianza “entre iguales”, un acuerdo “horizontal” que respeta un “equilibrio de poderes” entre Podemos e IU, reconociendo al primero su músculo político en el Parlamento andaluz (15 diputados frente a 5 de los comunistas) y a la coalición de izquierdas su implantación territorial (80 alcaldías y presencia en 500 municipios).
Pablo Iglesias y Pablo Echenique no contemplan “primarias conjuntas” en el marco normativo de Podemos, creen que Rodríguez se ha extralimitado en sus competencias autonómicas. Difieren en una lectura del documento organizativo que salió de Vistalegre 2: los dirigentes nacionales defienden su control sobre los territorios, con un formato más centralista, mientras que la andaluza se aferra al llamado principio de subsidiariedad, según el cual las decisiones de la asamblea andaluza de Podemos están por encima de los reglamentos estatales en todo lo que tenga que ver con sus competencias. Es decir, por la vía de los hechos -poniendo en marcha la confluencia con IU- Rodríguez hace uso de una autonomía política y orgánica que no ha logrado que Madrid le conceda por la vía de la negociación.
Dice Rodríguez que “es compatible cumplir con la normativa que se está estableciendo a nivel estatal, que es a posteriori al acuerdo andaluz de confluencia, con continuar con un proceso que no sea un acuerdo entre dos partes sino un proyecto que incorpore a más gente, por eso lo de las primarias conjuntas, y lo vamos a hacer compatible”. Y añade: “Está garantizado que se cumplan absolutamente todos los procedimientos y la confluencia en Andalucía seguirá fluyendo como hasta ahora. La política está por encima de los reglamentos”.
La confluencia Podemos-IU es una herramienta pensada para aglutinar a todas las personas de izquierda en los sectores más propensos al pensamiento progresista. Es un instrumento, también, para postular una alternativa al Gobierno de Susana Díaz, tras casi 36 años ininterrumpidos del PSOE en el poder. Este martes, en un espacio tan emblemático como el convento de Santa Clara, Rodríguez y Maíllo han comparecido juntos, rodeados de sus equipos (que ya trabajan al unísono), para presentar una plataforma virtual -Adelante Andalucía- en la que esperan integrar a 50.000 simpatizantes en la confluencia. A medida que esa bolsa de apoyos crezca, mayor será el poder del tándem Rodríguez-Maíllo, más músculo sacará la confluencia, y más difícil le resultará a la dirección estatal de Podemos reconducir un proceso que ya ha empezado.
Esta fricción con Madrid no es sólo conceptual: la gaditana no quiere que la dirección estatal decida los nombres que entrarán en las listas electorales para las autonómicas y las municipales en Andalucía, no aceptará a los llamados cuneros, candidatos de fuera que son designados por la cúpula del partido para circunscripciones a las que no pertenecen, y que nada tienen que ver con el territorio al que van a representar: el caso más paradigmático es el del ex Jemad Julio Rodríguez, al que Iglesias puso de número uno por Almería en las pasadas elecciones generales, contra el criterio de los líderes locales, y después de haberlo intentado antes sin éxito en Zaragoza.
“No nos van a aguar la fiesta, no nos vamos a aguar la fiesta con los reglamentos y las primarias, eso tiene solución siempre, lo importante ahora es incorporar a más gente, no seguir viendo entre nosotros cómo arreglamos a la interna”, toda vez que ha insistido en que el modelo de primarias aprobado a nivel estatal y el planteado en Andalucía “no son contradictorios, sino compatibles”, insiste Rodríguez.
Podemos Andalucía aún tiene que elaborar su propio reglamento de primarias, que pondrá en práctica antes de verano, pero replica a Iglesias que lo que sí hay encima de la mesa es “un acuerdo entre las dos organizaciones aprobado por la inmensa mayoría de los máximos órganos de decisión de los dos partidos”. “Ese acuerdo los adaptaremos al nuevo marco que se ha generado en Podemos después del preacuerdo al que llegamos en Andalucía. No hay más desajuste”, insiste.
Después de un año y medio de negociaciones, Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo prepararon este martes la puesta de largo de la confluencia Podemos-IU, y eligieron un escenario acorde con el anuncio que iban a hacer: el convento de Santa Clara, en el centro histórico de Sevilla. Sin embargo, el anuncio ha quedado ensombrecido por la sonora protesta que hizo ayer Echenique, y que ha sentado mal en la formación morada en Andalucía. Rodríguez no ha frenado el proyecto de confluencia, pero este martes los avances han sido menores de lo que se esperaba, dada la escenografía que habían diseñado ambos partidos. No se avanzó ni la marca electoral que usarán en las andaluzas y ninguno de los dos quiso revelar si está dispuesto a concurrir a las primarias conjuntas para encabezar la lista y ser el candidato a la presidencia del Gobierno andaluz. “Ahora estamos en el momento de abrir, no de cerrar. Esto no es la suma de dos, sino un espacio abierto donde podrá incorporarse mucha gente”, explicaron Rodríguez y Maíllo.
El líder andaluz de IU ha mantenido una distancia prudencial respecto a la pugna interna entre su compañera de Podemos y la dirección de Pablo Iglesias. Sin embargo, fuentes próximas a Maíllo advierten de que la sintonía personal y política entre ambos líderes es “total”, y que no existe ninguna grieta que permita concebir la confluencia andaluza sin que ambos dirigentes permanezcan juntos y al frente del proyecto. Maíllo sirve indirectamente de parapeto a Teresa Rodríguez en su reclamación a Iglesias de mayor autonomía política. Así como Rodríguez ha fortalecido las reivindicaciones del líder federal de IU, Alberto Garzón, dentro del proyecto Unidas Podemos-Izquierda Unida-Equo, donde reclama más visibilidad y peso para su formación. La confluencia andaluza, adelantada al resto de territorios e incluso al formato estatal, ha sido presentada por Rodríguez y Maíllo como un modelo que sirva de ejemplo para la alianza electoral de todas las fuerzas progresistas en el conjunto del Estado.
La plataforma Adelante Andalucía, que espera reunir 50.000 adhesiones, arranca con una carta abierta que no deja de ser un manifiesto andalucista que apela a todas las necesidades y los retos de esta comunidad autónoma, y que plantea, a las claras, el objetivo de sustituir al Gobierno de Susana Díaz.