Colaboración entre administraciones para dar de comer a los niños en verano
El curso escolar hace ya semanas que terminó pero niños como
Antonio o Laura siguen viniendo al colegio también en verano. Ellos son parte de
los 4.000 niños y niñas que en Andalucía también van a acudir a las escuelas de
verano donde este año, por primera vez, se les da el desayuno, el almuerzo y la
merienda para asegurarse que realizan al menos tres comidas al día.
Son niños de entre 5 y 12 años, pertenecientes a barrios en
riesgo de exclusión social, donde en los últimos meses se han detectado casos
de menores malnutridos que en sus casas no reciben una alimentación adecuada
porque el presupuesto no llega para ese mínimo.
A ellos les llega a través del decreto aprobado por la Junta de Andalucía
en mayo pasado sobre medidas
extraordinarias y urgentes para la lucha contra la exclusión social entre los
menores, que cuenta con un presupuesto ampliado hasta los 1,6 millones
de euros; pero también llega con programas paralelos de colaboración en municipios como es el
caso de Córdoba con su 'Verano en el Cole', donde se les asegura una alimentación adecuada en plena edad de crecimiento físico e intelectual.
Colaboración fundamental entre administraciones
Colaboración fundamental entre administraciones
Desde el Ayuntamiento, la concejala de Familia y Servicios Sociales,
María Jesús Botella, incide en lo “fundamental” de la colaboración entre
administraciones “sobre todo en materia de servicios sociales”. Se trata de que
“seamos capaces de coordinarnos en beneficio de estos niños que lo necesitan”,
ha dicho sobre los menores que a lo largo del año tienen un seguimiento por
parte de las distintas zonas de trabajo social municipales.
La idea es “dar respuesta a una
serie de situaciones que se producen en los periodos vacacionales por la
suspensión de los comedores escolares, teniendo en cuenta que el estado
económico de muchas familias de estos barrios supone que la asistencia al
colegio y el poder realizar la comida en dichos centros les asegura que sus
hijos reciban una alimentación adecuada“, señalan desde el Ayuntamiento.
Menú equilibrado para niños malnutridos
Menú equilibrado para niños malnutridos
En la escuela de verano del
colegio público Antonio Gala de Córdoba, la Asociación por la
Defensa Social de Adolescentes y Menores (ADSAM) vehiculiza a través de un
convenio las aportaciones de Ayuntamiento y Junta para ofrecer el servicio de comedor
a 50 niños. A ellos se les une otro centenar más de menores que son comensales en otros tres centros
escolares de la capital.
ADSAM, como otras decenas de entidades y ONGS que
concurrieron a las subvenciones convocadas por la Consejería de Salud y
Bienestar Social en el marco del decreto, organizan estas escuelas de verano en
barrios en los que trabajan durante todo el año, calificados como Zonas con Necesidades de Transformación Social, donde
tienen una amplia implantación y experiencia en la gestión.
“Venimos detectando casos de niños con malnutrición, que
realmente necesitan esta ayuda para su alimentación“, cuenta la directora de
ADSAM, Mercedes Muñoz, que pone el acento en la necesidad de una dieta ajustada a las
necesidades de crecimiento de los menores.
Los pequeños, como niños que son, disfrutan y comparten con
sus compañeros el momento de la comida, donde monitores contratados para estas
escuelas de verano ayudan a los más pequeños a llevarse la cuchara a la boca.
De alumna a monitora de la escuela de verano
De alumna a monitora de la escuela de verano
Ana, con 24 años, es una de esas monitoras. Ella es un caso
especial porque, de niña, fue alumna de la escuela de verano en el mismo barrio
donde ahora atiende a los menores en este comedor. Ha vivido en primera persona
desde su infancia la necesidad de apoyo a las familias en riesgo de exclusión
social y, con el tiempo, pasó a ser voluntaria de las actividades de ADSAM y
ahora ejerce como monitora contratada en este comedor estival.
“Hice un grado superior en Integración Social”, relata mientras
da de comer a uno de los pequeños. Ahora, aunque vive a caballo entre Sevilla y
Córdoba siguiendo sus estudios, no ha querido dejar de trabajar en este
proyecto en el que ella fue alumna hace años y con el que se sigue ayudando a
las familias del barrio que la vio crecer.
Mientras ella da de comer a los niños, en la pequeña cocina del centro escolar, siguen
trabajando varias cocineras preparando las bandejas de comida del segundo plato
y el postre. Una tarea que se repetirá de lunes a viernes hasta el 31 de agosto
en todas las escuelas de verano con comedor de Andalucía.