“Colillas, escombros y filtraciones”: Aragón acusa de “falta de diligencia” al MNAC en el cuidado de las obras de Sijena
Nueva vuelta de tuerca a la polémica por las pinturas murales de Sijena que están en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) y que, tal y como ha determinado el Tribunal Supremo, deben volver a su ubicación original. El Gobierno de Aragón ha hecho público este martes un demoledor informe realizado por el equipo técnico externo, que ha valorado el estado de conservación de las pinturas murales y que ha analizado cómo articular el eventual traslado que “es totalmente viable”.
En la comparecencia han participado el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui, y la conservadora Natalia Martínez de Pisón, que ha liderado al equipo contratado por el Ejecutivo autonómico. Y los resultados del documento evidencian, según ha explicado Olloqui, que ha habido una “dejadez en el cuidado de las pinturas” por parte del MNAC. De hecho, los técnicos exponen en el informe que han encontrado “un entorno de fuerte contaminación del espacio”, con “suciedad, escombros, colillas y residuos metálicos”, y además evidencias de daños por “filtraciones de agua” posteriores al año 1995.
El director general de Cultura ha insistido en esa idea: ha habido “falta de diligencia” por parte del Museo en la protección de las obras. La restauradora –que ha expuesto una presentación interactiva del informe– ha evitado replicar las palabras de Olloqui, pero sí ha dejado claro que “las colillas responden a que se ha hecho algo que no procede” y, en relación con las filtraciones de agua, ha valorado que el espacio donde se localizan las pinturas “debería haber estado monitorizado para que saltaran las alarmas”, algo que no habría sucedido. Martínez de Pisón también ha dejado caer que espera que haya “más información” por parte del MNAC sobre las escorrentías de agua para conocer si ha podido ser “un problema más reincidente”.
El cronograma aragonés, “viable”
Las conclusiones del estudio aragonés, tal y como ha apuntado Olloqui, van en “tres direcciones”: que “debe contemplarse el cronograma presentado por el Gobierno de Aragón, que es totalmente viable”; que “el estado de las pinturas permite el traslado sin riesgos extraordinarios”, y que el propio traslado “es necesario por razones de conservación, para garantizar la conservación del conjunto mural”.
Respecto al “informe clínico” sobre la situación de las pinturas, se ha determinado que “no hay reactividad significativa” y que “los lienzos sobre los que están colocadas no presenta riesgos extraordinarios para su traslado”.
En cuanto al técnico, se ha llevado a cabo un estudio de la microtopografía de los murales, de forma que ya se conoce “milímetro a milímetro” el relieve. “Ahora conocemos las fortalezas y las debilidades de cada uno de los espacios que componen las pinturas”, ha destacado el director general de Cultura. A partir de ahí, han elaborado un “plan de desmontaje con las máximas condiciones de seguridad y estabilidad” para dividir el conjunto en “72 piezas de forma totalmente operativa”. “Cada uno de esos 72 fragmentos será tratado para su traslado de forma individualizada, con las máximas garantías”, ha incidido Olloqui.
“Un hecho gravísimo”
A partir de aquí, el dirigente político aragonés ha desgranado los daños que ha encontrado el equipo técnico desplazado a Barcelona. Entre otros, debido a las “importantes filtraciones de agua” producidas “con posterioridad a 1995”, y que “afectaron al arco 3 y al arco 5, de forma irreversible en la trasera de las pinturas, y en algunos casos a las propias pinturas”. “Son episodios desgraciados, pero nos permiten desmontar el relato ficticio de la debilidad de las pinturas, que han soportado de forma estable estas importantes filtraciones”, ha diagnosticado Olloqui, que ha atribuido a las “condiciones inestables de las instalaciones del MNAC” estas filtraciones. A su vez, el responsable del Gobierno de Aragón ha acusado tanto al MNAC como a las “instituciones catalanas” de no informar de estos hechos: “Es un hecho gravísimo que debe ser denunciado y que abordaremos en el futuro”, ha amenazado.
A su vez, Olloqui se ha referido a unas obras llevadas a cabo en el Museo en 2011 “para la mejora de la iluminación y para la realización de registros en la sala 16, donde están las pinturas murales”. Fruto de aquella actuación, ha denunciado el responsable político, “hay un entorno de fuerte contaminación del espacio, con una abundante suciedad, escombros, colillas y residuos metálicos de distintas instancias”, algo corroborado por la responsable del equipo técnico.
Con todos estos elementos, el director general de Cultura autonómico ha concluido que el informe técnico “confirma la resistencia de las pinturas”, revela “dejadez en su cuidado” y apunta a que el traslado de las pinturas es “necesario por su propia seguridad”. “El MNAC debe empezar los trabajos de desmontaje, embalado y traslado en cumplimiento de la sentencia. Y debe terminar con la fase de inacción en la que está sumergido”, ha zanjado Olloqui.
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