La pirámide elefante
La presentación secreta de la pirámide elefante, que no tiene nombre oficial, se celebra en este texto sin previo aviso y no requiere invitación ni se ha indicado etiqueta o protocolo alguno.
Usted asiste porque está aquí, pero no puede ver a las demás personas si las hubiera. Si usted no asiste el evento no habrá tenido lugar y desaparecerá tal como ha llegado. Por supuesto tanto esta invitación como la imagen –elaboradas por una IA gratuita común y supervisadas rutinariamente por humanos anónimos–, son meras aproximaciones a lo que pudo ser la realidad, aunque hay discrepancias sobre ambas: sobre la explicación y su imagen y sobre la realidad. Todo está siendo cuestionado menos usted, que solo será usted mientras forme parte de esta singular representación cuya única característica es que al no empezar no termina nunca.
La pirámide elefante, que no tiene nombre ni origen conocido (podría ser extraterrestre, como todo lo demás), se materializa en la forma de cromo jpg de 125 Kb y se manifiesta justo en el día del Pilar, 12 de octubre, de cualquier año a partir de 2022 en adelante. Instaura pues una tradición insignificante que ni siquiera es esotérica pues su inanidad la hace transparente según el patrón inocuo de la época. Refleja un mundo plano y vacío cuya única relación con la realidad –si existe– es usted –si existe (y ha comparecido, cosa que solo usted podrá verificar).
Por lo demás la pirámide, levantada en alambre de tender y forrada con mielina común, equivale a la columna como soporte vertical que aspira a sostener o regresar al cielo, identificado con el fin y el principio de los tiempos tal como los conocemos o se expresan en esta era en sentido amplio, o sea, que excede al trivial Bing bang y al ocaso previsto por la ciencia estándar.
El elefante simboliza virtudes y beneficios en todas las civilizaciones antiguas así que su mezcla, tal vez aberrante o simplemente azarosa, con el ímpetu ascensional de la pirámide, engendra un híbrido que combina ambición y beatitud para dar como resultado sana prosperidad, lo que no garantiza nada, excepto en los juegos de azar, aunque ganar el premio seguro requiere renunciar a todo lo demás y olvidar su pasado, tanto el real como el imaginado.
La pirámide apunta a lo más alto pero su base permanece anclada al suelo (o ella misma es el suelo) y esta tensión refleja el torpe errar de la humanidad que la ha conducido a este confín; por su parte la trompa prolonga su vuelo hasta los ocho horizontes y rescata a la pirámide de su rígida geometría, lo que demuestra que la fantasía es ingrediente esencial de la mostrenca realidad y justifica la presente invitación a asistir a un acto que ahora culmina con la revelación de que usted, al llegar a esta línea, consigue infinitas vidas siempre que no salga del ambiente descrito.
¡Enhorabuena!
1