Tres acusados reconocen que estafaron a 184 clientes de una agencia de viajes de bajo coste en Asturias
Los 184 clientes de una agencia de viajes de bajo coste abonaron por adelantado desde los billetes de avión a los alojamientos. Sólo les faltaba que llegaran las fechas contratadas para disfrutar de su estancia. Pero nada era lo que parecía. En unos casos, sus reservas habían sido canceladas y en otros ni siquiera se habían formalizado. El dinero había sido desviado al patrimonio de los responsables de la agencia: un hombre en calidad de autor y dos mujeres como cómplices. Los tres se han sentado este lunes en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Asturias y han admitido que cometieron un delito continuado de apropiación indebida y estafa, con la agravación de superar los 250.000 euros.
La agencia de viajes de bajo coste se constituyó en 2013 y su domicilio social coincidía con el de una de las acusadas, que desempeñó el cargo de administradora única de la sociedad hasta 2015. A partir de esa fecha, asumió el cargo el único hombre acusado que venía ejerciendo de hecho las funciones como tal desde la constitución de la sociedad.
La agencia carecía de trabajadores y de toda estructura para efectuar sus labores, más allá del trabajo que llevaba a cabo este acusado y únicamente llegó a presentar las cuentas anuales en 2015, correspondientes al ejercicio 2013, según se refleja en el escrito fiscal.
El dinero del servicio contratado se abonaba siempre por adelantado
En su calidad de agencia minorista o detallista, la mercantil comercializaba a través de Internet viajes combinados prestados por mayoristas u organizadores de viajes y, sobre todo, los billetes de avión. De esta forma, el consumidor que deseaba contratar un viaje o cualquier otro servicio formalizaba una reserva previa entregando a cuenta una cantidad de dinero que, una vez formalizado el contrato, se le deduciría del precio o, en la mayoría de los casos, abonaba el total del precio del servicio contratado en el momento del contrato. La mercantil, en la forma y plazos pactados con el mayorista debía abonar a éste el servicio contratado por el consumidor.
Los problemas comenzaron en el último trimestre de 2014, cuando se dejó de abonar a los mayoristas las cantidades recibidas de los consumidores en pago por los viajes y servicios contratados, lo que determinó que los mayoristas modificaran las condiciones de pago, exigiendo un pago anticipado de los productos comercializados y cobrados por el detallista.
Penas de uno y dos años de prisión para los acusados
El principal acusado contrataba en internet los viajes combinados y billetes de avión, por lo que recibía el dinero directamente de los clientes. Sin embargo, según el Ministerio Fiscal, hizo suyas las cantidades que le entregaban y en unas ocasiones no contrató los viajes y en otras ni siquiera formalizó las reservas. Tras reconocer los hechos, ha aceptado una pena de dos años de prisión, inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio, industria o comercio relativo al turismo durante el tiempo de condena y el pago de una multa de 1.080 euros.
Las otras dos acusadas han aceptado sendas penas de un año de prisión y el pago de una multa de 540 euros al admitir ante el tribunal que, en su calidad de cómplices, se prestaron a recibir el dinero obtenido de estas operaciones y procedentes de las cuentas a nombre de la agencia de viajes.
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