La Guardia Civil de Asturias rechaza descoordinación en la investigación de los niños encerrados desde 2021 en Oviedo
El coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Asturias, Francisco Javier Puerta, ha negado cualquier tipo de descoordinación con la Policía Local de Oviedo en el operativo policial que, el pasado mes de abril, condujo a la detención de un matrimonio que desde 2021 mantuvo retenidos a sus tres hijos menores de edad -dos gemelos de ocho años y un niño de diez-, en una vivienda ubicada en Toleo (Fitoria) en la zona rural de la capital asturiana.
La vivienda no reunía las condiciones de salubridad. La familia vivía rodeada de basura y excrementos; había pañales usados guardados en armarios y medicamentos que compraban a través de internet esparcidos por el suelo.
En estos cuatro años, no habían acudido a centro de salud alguno, ni los menores fueron escolarizados. Los padres les habían habilitado un aula en una de las habitaciones.
Puerta: “Fue una actuación correcta”
Francisco Javier Puerta ha defendido la actuación de los agentes de la Benemérita que intervinieron en el operativo policial. Según sus palabras, actuaron “correctamente” porque nada les hacía sospechar que “había menores en situación de riesgo”.
El coronel jefe desmentía así una información publicada por el semanario alemán Der Spiegel y recogida por algunos medios periodísticos asturianos, donde los autores del artículo, Max Polonyi y José Bautista, sostienen que hubo “falta de coordinación” entre la Guardia Civil y la Policía Local de Oviedo.
El máximo responsable de la Comandancia asturiana no se ha limitado a mostrar su apoyo a los guardias civiles, sino que además ha resaltado su alta profesionalidad: “En este caso, encomendamos la investigación al personal diplomado en Policía Judicial y con una amplia experiencia en investigaciones”, ha destacado.
Dos meses de investigaciones
La Guardia Civil recibió los primeros datos que apuntaban hacia la “actitud sospechosa” de una persona el pasado mes de diciembre. Esa primera denuncia no parecía, a priori, que presentara características de la existencia de menores en una situación de riesgo.
“Decía que habían aparecido unos menores en el jardín de una casa y eso era compatible tanto con la situación familiar como con la personal” del padre y “nada hacía sospechar” que los menores pudieran estar en “situación de riesgo”, ha reiterado.
En diciembre llegaron las primeras informaciones sobre la actitud sospechosa de una persona y que había unos menores en el jardín de una casa, pero nada hacía sospechar que pudieran estar en situación de riesgo. Tras dos meses de investigaciones, al no ver ninguna actividad ilegal, todo quedó en suspenso a la espera de obtener otra información adicional que la pudiera reactivar y ésta llegó a través de la Policía Local de Oviedo
Las investigaciones corrieron a cargo del equipo de Policía Judicial de Oviedo. Durante dos meses se realizaron vigilancias que no dieron frutos, ya que no parecía que se estuviera produciendo “ninguna actividad ilegal”, por lo que todo quedó “en suspenso” a la espera de poder obtener otra información adicional que la pudiera “reactivar”.
Esa información le llegó a la Policía Local de Oviedo a través de los servicios sociales, momento en el que se inició el operativo que desembocó en la detención de los padres, el alemán Christian S., de 53 años, y Melisa A.S., de 48 años, y la liberación de los tres menores.
Pocas sospechas de actividades ilegales
“Yo creo que falta de coordinación no ha habido”, ha dicho con rotundidad el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Asturias, zanjando cualquier atisbo de duda.
El coronel jefe ha recalcado, además, un detalle. Asegura que si realmente la información que recibió la Policía Local hacía referencia a que hubiera menores en una situación extraña, esa “competencia” correspondía a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Oviedo, los cuales no tenían por qué saber si la Benemérita había actuado.
La detención y el encarcelamiento
Los progenitores fueron arrestados a finales del mes de abril por miembros de la Policía Local de Oviedo a raíz de la denuncia de una vecina que contactó con el Servicio de Familia e Infancia del Ayuntamiento de Oviedo de una situación que “le pareció sospechosa”, según han explicado fuentes policiales.
La mujer creía que el hombre no vivía solo, porque a veces había escuchado “voces de niños” y nunca les veía entrar ni salir para ir al colegio.
Las escasas veces que veía a Christian S. era, según su testimonio, cuando el hombre salía a la puerta del domicilio familiar para recoger los pedidos de comida, algunas veces muy voluminosos para una sola persona. Algunas fuentes cercanas a la investigación mantienen que uno de los temas que llamó la atención fue que entre la lista de la compra había artículos de higiene femenina.
Tras su puesta a disposición judicial, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo ordenó el ingreso de los padres en prisión provisional, comunicada y sin fianza. Ambos están acusados de su presunta autoría en delitos de violencia doméstica, con maltrato habitual psicológico y abandono de menores, pudiendo haber incurrido también en un delito de detención ilegal, según confirmó un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA).
Los padres se encuentran ingresados en la Unidad Terapéutica y Educativa del Centro Penitenciario de Asturias.
Los menores, en un centro
La magistrada también acordó la suspensión de la patria potestad y de la guardia y custodia de los menores. Los tres hermanos quedaron bajo la tutela de la administración regional. Según fuentes del Principado, los tres están “bien” y se están adaptando a su nueva vida.
Los menores se encuentran en régimen de acogimiento residencial en un centro dependiente de la Consejería, donde “se les está garantizando su mayor bienestar”, según ha confirmado la consejera de Derechos Sociales y Bienestar del Principado, Marta del Arco.
En el momento de ser liberados, los niños habían reaccionado con una gran respiración, al ser la primera vez que salían al exterior de la casa y uno de ellos incluso mostró su sorpresa al tocar la hierba del jardín, “como si fuera la primera vez que lo hacía”.
Uno de los objetivos de los investigadores se centra en la localización de familiares, para ver si alguno de ellos está en condiciones de poder acoger a los niños, para que no pierdan el arraigo.
El miedo a contraer el covid
En una multitudinaria rueda de prensa, tras la detención del matrimonio, los responsables de la Policía Local y el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Oviedo, José Ramón Prado, manifestaron que en todo momento la familia portaba una triple mascarilla y el padre autorizó a los agentes a registrar la vivienda con la condición de que se pusieran un cubrebocas. Un detalle que daba la sensación de que la familia se había autoconfinado por miedo a contraer el covid.
Cuando los agentes entraron en el domicilio constataron que la familia vivía entre escombros, con restos de excrementos, pañales usados guardados en armarios y medicamentos esparcidos por el suelo, en medio de una gran suciedad.
Los vecinos no se habían enterado
Pese a que la familia llevaba casi cuatro años residiendo en el domicilio de Toleo, los vecinos de las casas más cercanas no se enteraron de su existencia hasta que la Policía Local accedió a la vivienda.
Uno de esos vecinos es Marino Guardado que, en declaraciones a elDiario.es Asturias, lamentó no haber conocido antes la situación para haber ayudado a los menores.
Como se puede escuchar en este vídeo, Marino Guardado incide en que la noticia les produjo “un gran estupor y un coraje tremendo por no enterarse de nada, viviendo al lado” del chalé, de color rosa, donde residía la familia, que aparece rodeado con un círculo a la derecha de la imagen.
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