“Concebimos la cultura y el arte como herramientas de transformación social”
Nacieron en tiempo de crisis, en una época de creciente individualismo, falta de oportunidades, límites y privatización. A pesar de tenerlo todo en contra, la Asociación Cultural Octubre emergió en Torrelavega para cubrir todo aquello que no tiene espacio en la cultura oficial, de modo que ya llevan más de tres años realizando todo tipo de actividades culturales y artísticas.
Aunque el número de miembros oscila según el momento, actualmente se reúnen 20 personas en la asamblea y cuentan con una masa social de unos 600 socios. “Con los problemas que aquejan a nuestra sociedad creemos que es necesario, desde una perspectiva cultural y artística, hacerle frente para transformar el estado de las cosas”, cuenta Aris Rosino, un pintor torrelaveguense que forma parte de la asociación.
Las actividades que realizan son variadas dentro del ámbito cultural, desde exposiciones de pintura, escultura y fotografía, a conferencias de arte, presentaciones de vídeos, proyecciones, videoclips y discos. También hay espacio para ciclos de cine, obras de teatro, comidas populares, viajes y actividades infantiles, sobre todo cuentacuentos de producción propia.
Uno de los objetivos principales de la Asociación Cultural Octubre es animar a la gente a participar, sobre todo a los jóvenes. “Nosotros estamos poniendo unos pequeños granitos de arena cada vez que hacemos este tipo de cosas, pero esto tiene que tener un relevo”, explica Rosino. A través de la creatividad, el arte y la cultura quieren enganchar a la juventud a este tipo de movimientos.
La organización cuenta con un espacio propio en la nave que tienen en Sierrapando, donde se reúnen los lunes a las 20.30 horas, quizá una de sus pertenencias más difíciles de conservar ya que únicamente cuentan con la autogestión para mantenerlo. No tienen financiación gubernamental. “No es una crítica, nosotros lo hacemos así porque creemos que con el apoyo de la gente y sus donaciones a nuestras actividades culturales podemos autofinanciar los proyectos”, cuenta el pintor. “Así seremos un poco más libres e independientes”, añade.
Se alejan así de la cultura oficial dando cabida a muchas cosas que se quedan fuera. Siguen adelante a pesar de que hoy en día es difícil formar un colectivo y mantenerlo en el tiempo sin ayudas.
“Concebimos la cultura y el arte como herramientas de transformación social y con capacidad de transformar la realidad en la que vivimos”, afirma Rosino sentando las bases de los objetivos ideológicos de la asociación. Quieren ayudar a que la ciudadanía adquiera mayor conciencia y el tipo de acciones que emprenden sirven para que se cuestionen las cosas.
En esta idea se enmarca la espectacular perfomance que revolucionó este sábado las calles del centro de Torrelavega y que transportó a los vecinos de la capital del Besaya hasta los campos de refugiados. Desde la organización se muestran satisfechos por haber conseguido poner “en primer plano” la dramática situación que viven quienes han tenido que abandonar sus hogares en busca de una vida digna y han encontrado la “intolerancia y el abuso” de los dirigentes políticos.
Los proyectos de futuro son muchos, pero hasta septiembre se tomarán las cosas con más calma. “Lo más seguro es que en agosto hagamos una jornada popular, con una comida popular y musical para agradecerle a todo el mundo que ha colaborado con nosotros”, adelanta Rosino. Tras la temporada estival comenzará el movimiento y la organización de conciertos y obras de teatro, que ya están empezando a concretar, después del éxito de la performance que revolucionó este pasado fin de semana la capital del Besaya poniendo sobre la mesa la situación de emergencia que viven los refugiados a las puertas de Europa.