UGT, CCOO y USO se movilizan en Cantabria para “sacar de la precariedad” el convenio colectivo de seguridad privada

Los sindicatos UGT, CCOO y USO han iniciado este viernes movilizaciones en todo el país para “sacar de la precariedad” el nuevo convenio colectivo estatal de Seguridad Privada, que en la actualidad se está negociando con las patronales APROSER y ASECOPS “aunque las posturas están muy alejadas”.

Así lo han manifestado portavoces de los tres sindicatos en la concentración convocada frente al Parlamento de Cantabria, lugar elegido para la movilización porque la empresa encargada de su seguridad “no paga las nóminas o las paga con mucho retraso”.

El responsable regional de Seguridad Privada de UGT, Alberto González, ha explicado que las movilizaciones son por un nuevo convenio colectivo de Seguridad Privada, que emplea en Cantabria a algo más de un millar de profesionales (100.000 en España), “que se sigue negociando aunque la negociación está más bien bloqueada”.

Según González, la patronal plantea incrementos salariales “muy precarios” (10,5% en cuatro años) y “a cambio de tocar algunos derechos”, por lo que seguirán con las movilizaciones hasta alcanzar un acuerdo y con cláusulas de revisión de los salarios y las condiciones laborales pactadas.

Por su parte, el secretario de Seguridad Privada de CCOO en Cantabria, Antonio Helguera, ha señalado que “en lo único en lo que parece haber un acuerdo con los empresarios es en firmar un convenio colectivo plurianual de cuatro años y no año a año como hasta ahora”.

De todos modos, ha rechazado en nombre de los sindicatos que la patronal ofrezca “pequeñas subidas salariales a cambio de retrocesos en derechos laborales”, cuando el convenio colectivo “es muy precario y con unas condiciones que han ido retrocediendo de por sí”.

En el mismo sentido se ha pronunciado el responsable regional del sector de USO, Gerardo Prieto, que ha reafirmado la necesidad de las movilizaciones “para visibilizar el problema y que se siga negociando, aunque por ahora las posturas están muy alejadas”.

Según ha dicho, los salarios en este sector “son próximos a la pobreza” y en Cantabria “hay dos o tres empresas que controlan la mayor parte del mercado, aunque el problema es cuando la propia Administración pública recurre a empresas piratas que tiran los precios y acaban no pagando a los vigilantes”.