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'Antonia', la calabaza que podría llegar a los 500 kilos y romper récords en un pueblo de Guadalajara

La calabaza 'Antonia' con 435 kilos en Marchamalo, Guadalajara

Rodrigo Abad

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No se trata de una película como podría ser Wallace y Gromit: la maldición de las verduras, en la que los habitantes de una localidad ficticia compiten por la 'zanahoria de oro' al cultivar la hortaliza o verdura más grande. Es algo real.

Esta es 'Antonia', una calabaza que crece, crece y sigue creciendo en Marchamalo (Guadalajara). Podría llegar a alcanzar los 500 kilos y ese es el objetivo de Carlos, el hortelano que la sembró y la cuida día a día. “Hoy, 6 de agosto pesa en torno a los 435 kilos”, expone este horticultor.

Aunque cultivar verduras y frutas es el hobby de Carlos, la calabaza 'Antonia' ya acumula miles de seguidores en redes sociales como TikTok, donde semana a semana este cultivador alcarreño va enseñando el proceso de crecimiento. “La verdad es que lo del nombre no tiene mucho misterio. Me estaba tomando una lata de Coca-Cola en el huerto, de estas que vienen con el nombre, y ponía Antonia. A partir de ahí fue el nombre de la calabaza”, relata.

Aunque popularmente se puede creer que es una verdura, la calabaza es realmente es una fruta -botánicamente hablando-, como ocurre con el tomate o la manzana, ya que se desarrolla a partir de una flor. “El crecimiento va por fases. La primera es la siembra de la planta en la maceta”, expresa Carlos, que puso la primera semilla el 15 de marzo de este año.

El ejemplar es una calabaza 'gigante atlántica' y procede de “semillas que seleccionan cultivadores de todo el mundo, donde van buscando la mejor genética. Son cultivadores anónimos, no hay empresas intermediarias ni nada por el estilo”, explica Carlos.

Posteriormente, la trasplantó en el mes de abril al terreno en el que está ahora. “Hemos hecho unos abonados, sobre todo buscando un alto contenido de nitrógeno. Luego, una vez que sale la flor de la calabaza se procede a la polinización. Desde ese proceso han pasado ya unos 54 días, más o menos”, señala. Después de esos abonados abandonan “el nitrógeno para centrarse en el fósforo y el potasio. Estamos hablando de que va creciendo de media unos 12 kilos por día”.

Carlos señala que cada día va dedicando más o menos una hora al cuidado de Antonia. “Hay que ir enterrando todas las ramas que va echando para que enraícen debajo de cada una de las hojas”, explica.

Las plagas suelen ser un problema para muchos cultivos en la región, sin embargo, Carlos destaca que utiliza “cobre y azufre como preventivo para que no ataquen plagas. Lo peor suele venir de mediados de julio hasta finales de septiembre, donde a veces tenemos que utilizar productos específicos para cada una de las enfermedades”.

La planta completa de la calabaza 'Antonia' en comparación con una lata de refresco

La planta completa de Antonia, tanto la propia fruta como el resto de raíces y hojas, ocupa alrededor de 70 metros cuadrados y consume hasta 300 litros de agua diarios. “Esta semana con la ola de calor, pues hemos pasado hasta a 500 litros de agua diarios”, destaca el horticultor.

Carlos destaca que “el terreno es la esencia de todo. Hay que tenerlo muy equilibrado. Aquí tenemos un problema, que es que los terrenos son muy arcillosos. Retienen bien el agua y los nutrientes, pero tienen un problema de compactación. Lo que intentamos hacer es meter materia orgánica para mejorar esa compactación y que el terreno no sea tan duro”.

Una calabaza de concurso

El mayor deseo de Carlos es poder presentar su calabaza en la 'Feria Internacional de Calabazas Gigantes de Valtierra', que se celebra en esta localidad de Navarra a mediados del mes de septiembre. “El récord lo tiene una calabaza de Rubén Mendi, con 1.157 kilos de peso en 2020. Nosotros estamos muy lejos de ello, pero al ser el primer año que me presento, con llegar a los 500 kilos me conformo”, señala Carlos orgulloso, que quiere que exista “un registro oficial para animar a más cultivadores de Castilla-La Mancha a que lo hagan también”.

Levantar la calabaza para llevarla hasta Navarra a competir es un trabajo 'delicado', pero Carlos ya lo tiene pensado. “Vamos a utilizar un polipasto con unas lindas, se levantará y la pondremos en un palé. Luego la cargaremos en el remolque y para Navarra, esperemos que no se rompa. Aunque es cierto que en esa época la piel se pone bastante dura, así que no creo que tengamos muchos problemas”, describe el hortelano.

La calabaza 'Antonia' en el huerto de Carlos en Guadalajara

Hasta el momento, Carlos no ha tenido “grandes hitos a reseñar” en la agricultura de verduras y frutas de gran tamaño. “Me ha salido alguna cebolla de dos kilos o cosas por el estilo. Intenté cultivar la sandía gigante, pero cometí algunos errores personalmente y no ha salido adelante. Pero sí que tengo proyectos de futuro para meterme un poquito en el tema del cultivo de hortalizas gigantes, aunque para pasar a otro primero hay que dominar un tipo de cultivo”.

Dice que en su caso lo tiene claro. “Nunca me voy a dedicar profesionalmente a la agricultura. Para mí es un hobby. Pero hay que tener en cuenta que lo más importante es que te tiene que gustar mucho. Si no te apasiona cultivar una hortaliza gigante nunca lo vas a conseguir”. Para él el proceso no comienza “cuando germina la semilla”, sino que comienza “en septiembre con la descontaminación del terreno, los cuidados y labrados, con echar las enmiendas para tener el terreno lo mejor posible. Es algo que abarca todo el año”.

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