Nuevos datos inéditos de Molina de Aragón certifican las temperaturas gélidas sufridas durante la batalla de Teruel
España vivió temperaturas límites de frío durante la borrasca 'Filomena'. Y en el mismo mes en el que se sufrían esas gélidas temperaturas, en las oficinas de la Agencia Meteorológica Española se descubrieron datos inéditos de uno de los tres puntos que conforman el 'Polo del frío' español: Molina de Aragón. Y no cualquiera, sino los que se corresponden a los meses de la Guerra Civil española. De este modo, se ha podido confirmar que la contienda no sólo fue una de las más importantes del conflicto, sino también posiblemente la más fría.
Hasta ahora, explica Vicente Aupí, periodista especializado y autor del libro 'Del General Invierno y la batalla de Teruel', sólo se tenían los datos del Observatorio de Daroca, puesto que el que correspondía a Teruel no funcionaba. El de Daroca fue, de hecho, uno de los pocos que siguió funcionando durante el conflicto bélico. Ahora gracias a una hoja de observaciones de Molina de Aragón, fechada en 1938, se tienen datos para confirmar lo que puede parecer obvio: que la batalla de Teruel debió librarse entre temperaturas bajísimas y muy cruentas para ambos bandos. Condiciones invernales extremas, de las que se han encontrado datos de manera muy reciente.
“Uno de los aspectos más importantes de la Batalla de Teruel es que el invierno fue muy crudo y tuvo mucho impacto sobre los combates en uno de los hechos clave de la Guerra Civil”, recalca Aupí que publicó su libro en 2015. Se trata del primer estudio que se ha realizado para ver cómo influenció la situación meteorológica a la contienda. “Se puede confirmar lo que contamos en este libro, porque hasta entonces sólo contábamos con los datos de Daroca, y extrapolamos esos datos. Pero Daroca es algo más cálida que Teruel, y allí se alcanzaron los 15 grados bajo cero. Pero Teruel es más fría”.
Estos datos inéditos permiten confirmar, gracias a la información registrada en Molina que se llegó a los 21 grados bajo cero. Por lo menos. Aupí explica que estos son los registros que hay, de alrededor de las 7 de la mañana, no antes. “Pero no son las mínimas, porque debían verse en tiempo real. Podemos deducir así que las mínimas realmente fueron de entre 22 y 24 grados bajo cero. Y todo lo sabemos gracias a datos que han aparecido por casualidad”, recalca.
El periodista y escritor reconoce que son datos que no tienen una “validez trascendental” pero que apoyan la investigación que existe sobre la batalla de Teruel y cómo fue el invierno entre 1937 y 1938. “Uno de los más crudos de ese siglo”, recalca, “tan real y crudo que es posible que los testimonios se queden cortos”, señala. Molina de Aragón era una de las localidades que existían en el llamado 'pasillo aéreo' entre Madrid y Barcelona. Además, concluye el periodista, tampoco se descarta que la estación meteorológica de la localidad fuese de procedencia alemana, de la mano del Gobierno de Adolf Hitler.
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