Un recorrido por el patrimonio hídrico de Azuqueca de Henares a través de sus aguas subterráneas
“Investigar los viajes del agua y su paisaje”. Este es el objetivo de un estudio que está realizando la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en la localidad de Azuqueca de Henares (Guadalajara) desde el pasado mes de junio gracias a un acuerdo firmado con el Ayuntamiento. En concreto está investigando ‘El patrimonio natural de Azuqueca vinculado a las aguas subterráneas y al regadío’. El informe analiza las aguas subterráneas del término municipal y las captaciones existentes. Además pone en valor el patrimonio natural y cultural ligado al agua y al paisaje y busca potenciar la conservación de los puntos de interés.
“Hay una cosa muy interesante en toda la Vega del Henares que es lo que llaman las minas de agua, conocidas científicamente como viajes de agua, que son los antiguos sistemas de abastecimiento importados de los árabes. Por ejemplo la ciudad de Madrid tuvo en su época de esplendor más de 120 kilómetros de minas de agua subterránea, de viajes de agua, que fue con lo que se abasteció la ciudad hasta el año 1858”, explica el profesor Fermín Villarroya Gil, del departamento de Geodimámica, Estratigrafía y Paleontología de la Facultad de Ciencias Geológicas de la UCM.
Según explica Villarroya, Azuqueca de Henares contó con varias minas de agua, la más importante la del Parque La Quebradilla. “Antiguamente todos los abastecimientos en la Cuenca del Henares los hacían con aguas subterráneas, con manantiales, y con pozos, estoy hablando del sistema tradicional que han tenido los pueblos hasta la década de los 60 del siglo pasado y a partir de ahí ya aparecieron las redes municipales hasta llegar a la actualidad con la Mancomunidad del Sorbe que es la que abastece a la población”. Eso sí, asegura que se siguen explotando pozos con sondeos de más de 100 metros en muchos puntos del Corrredor del Henares.
“Azuqueca de Henares es uno de los municipios más industriales de Castilla-La Mancha, con un notable crecimiento de la población de tal forma que en la actualidad es un municipio fundamentalmente industrial, de servicios, y de logística, con una población de más de 37 mil habitantes, muchos de los cuales no han conocido a la Azuqueca de hace unas décadas que era fundamentalmente agrícola”, explica el profesor. “La idea que propusimos al Ayuntamiento fue hacer estudio medioambiental para acercar a la ciudadanía los valores naturales que atesora el municipio fundamentalmente relacionados con las aguas subterráneas”.
Para Fermín Villarroya Gil, a pesar de que Azuqueca de Henares es un municipio con escasa superficie, (15 o 20 kilómetros cuadrados) desde un punto de vista geológico lo considera “muy interesante” por la presencia del canal de riego del Henares en el sector noroccidental del término y por el río Henares en el sector suroriental. Además, y en paralelo a estas dos infraestructuras hídricas están las propias vías de comunicación, el ferrocarril Madrid-Barcelona, la carretera N2, y la Radial 2, “ y todo esto ha producido lo que se denomina el Corredor del Henares”.
El equipo, compuesto por diez personas y bajo la dirección del profesor Fermín Villarroya, está recorriendo la ciudad para realizar una completa documentación y grabar con drones arroyos, minas de agua y antiguas acequias. “Esas imágenes se incluirán en un montaje audiovisual que los investigadores, al igual que la parte documental, donarán al Ayuntamiento”. El objetivo de este proyecto es que la ciudadanía conozca el patrimonio hídrico de Azuqueca a través de charlas e información visual que se colgará en la web del Ayuntamiento.
Cambio Climático
Sobre cómo afecta el cambio climático al agua, Fermín Villarroya lo tiene claro. “Ya se puede decir que la inmensa mayoría de la comunidad científica piensa que el cambio climático es una realidad que la tenemos ahí, que nos va a afectar en el sentido de que la lluvia va a menguar y no solo va a llover menos sino que lo va a hacer de manera diferente, más concentrado en el tiempo”.
Aunque el grado de explotación de las aguas subterráneas actualmente en Azuqueca es muy limitado, y los efectos del cambio climático no se van a notar apenas, el profesor apuesta por cambiar los sistemas de riego y que en vez de ser riegos por inundación, sean riegos de gota a gota, o riegos más selectivos. “Pienso que el cambio climático nos va a llevar a ello porque no se va a poder mantener los actuales dotaciones de agua que son muy importantes y de eso nos tenemos que mentalizar”, ha concluido.