Teleasistencia a través de la televisión en zonas rurales para “conectar personas mayores que viven solas”

El aumento de la población envejecida en Castilla-La Mancha -más de 400 mil personas mayores de 65 años en esta comunidad autónoma- trae consigo medidas que puedan hacer su vida más sencilla y ayudar a que se sientan acompañadas. La soledad no deseada es un fenómeno en expansión en la sociedad hiperconectada que afecta de manera exponencial a las personas de mayor edad.

Castilla-La Mancha pondrá a partir de septiembre un proyecto piloto para combatirlo. Esta comunidad autónoma ya pidió en 2023 una estrategia nacional para atajar su avance.

Arancha Ramos, responsable del Servicio de Teleasistencia de Castilla-La Mancha, nos cuenta en la entrevista que ha mantenido con elDiario.es Castilla-La Mancha que en la actualidad se trabaja en dos nuevos modelos destinados a personas mayores que optan por seguir viviendo en su propia casa y partiendo de lo básico: un aparato conectado a la línea telefónica y un colgante con pulsador que lleva la persona usuaria. “Ahora tenemos la teleasistencia avanzada, que puede ser proactiva o predictiva”.

Esta teleasistencia adaptada plantea “la incorporación de un modelo de atención centrado en la persona, con dispositivos periféricos que complementan el servicio en el domicilio, como sensores de fuego, de humo, sensores para la persona usuaria de caídas en casa o en la calle”.

Un sistema novedoso y accesible en la televisión

¿Cómo hacerlo? El usuario o usuaria va a disponer de diferentes herramientas a partir del servicio del llamado telecuidado proactivo que se implementa en el televisor de casa. Hay que conectar un dispositivo al electrodoméstico que se controla a través del mando a distancia.

Entre las principales opciones destacan las videollamadas individuales y grupales con familiares o profesionales o recibir recordatorios de citas médicas o de toma de medicación. Asimismo, también se incluye la posibilidad de acceder a actividades de dinamización, como talles de estimulación cognitiva, gimnasia, actividades lúdicas o grupos de apoyo emocional.

“A través de la televisión se quiere conectar a personas mayores que viven solas, que no poseen una red social, con ayuda de una dinamizadora que posibilita organizar el grupo, juntar a personas de misma edad y que comparten gustos, para que desde su casa puedan hacer cosas que les interesen y les motiven”, manifiesta Arancha Ramos.

Se trata de un sistema que va integrado en la televisión de cada usuario y no hace falta que sea un dispositivo de última generación o con acceso a internet. “Basta con que posea un puerto de conexión HDMI. Aunque las plataformas necesitan internet, la propia terminal que se instala funciona como un router para hacer las conexiones pertinentes”, explica Ramos.

Destaca que con esta iniciativa quieren proporcionar “servicio a 500 usuarios en municipios de menos de 5.000 habitantes, poniendo especial interés en el colectivo de mayores de 80 años”.

Además, Arancha Ramos explica que el servicio de teleasistencia de la comunidad autónoma ya es accesible en sus programas y prestaciones. “Si por ejemplo la persona no puede ver, el aparato habla o existe la opción de Braille, y si no oye se ofrecen imágenes. Está todo adaptado, con un lenguaje fácil, porque es obligatorio”.

Se prevé que este servicio pueda funcionar en un corto periodo de tiempo, ya que “se está trabajando en toda la tecnología y en toda la plataforma de conexión. Esperamos que después de verano ya podamos empezar a tener las primeras unidades”, añade Ramos.

Teleasistencia predictiva a partir de IA

Mucho más allá está la llamada teleasistencia predictiva. Esa vendrá después y utilizará la inteligencia artificial mediante sensores en más de un millar de domicilios.

Arancha Ramos explica que “se trata de un programa que detecta hábitos y rutinas, a partir de la inteligencia artificial. No es invasivo, porque no tiene cámaras ni escucha nada, solo toma mediciones de rutinas a nivel de temperatura, luz, entradas y salidas de casa. Si el dispositivo ve una anomalía fuera de esos hábitos manda una información con un aviso para comprobar que todo está bien”.

De esta manera, abunda, se consigue que “aquella persona que no tiene en su entorno a un tercero que pueda ver cómo evoluciona su deterioro o su enfermedad podamos intervenir e implementar medidas que le faciliten el estar en su casa que es lo que todos quieren”.

El Grupo de Ingeniería Electrónica Aplicada a Espacios Inteligentes y Transporte (GEINTRA) de la Universidad de Alcalá lleva años colaborando con la Junta de Castilla-La Mancha y el Parque Científico y Tecnológico de Guadalajara sobre estas cuestiones. La ingeniería electrónica trabaja también a favor de la España vaciada.

Este lunes se ha dado a conocer cómo funciona tanto la teleasistencia predictiva como la proactiva. El proyecto piloto se encuentra en el Centro de Demostración y Experimentación en Teleasistencia (CEDETEL), en Toledo, en el que participa la empresa Tunstall Healthcare Group. Es un 'laboratorio' para probar, adaptar y experimentar con este tipo de tecnología, antes de su implantación definitiva.

“La Teleasistencia en Castilla-La Mancha no es solo una prestación social, sino una política pública de innovación al servicio de las personas”, comenta la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano. “Este es un centro de experimentación, de investigación, de demostración de todos los recursos y servicios que tenemos en nuestro contrato de teleasistencia”, que cuenta con una financiación total de 42,9 millones de euros hasta 2028, cofinanciados por la Unión Europea a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y que se adjudicó a Tunstall Televida.

En este lugar, el CEDETEL, se recrea el interior de una vivienda con todos los dispositivos en uso en el servicio. Allí se ensayan soluciones como sensores de caídas, detectores de humo o gas, sistemas de teleasistencia móvil, activadores por soplido o la plataforma de ejercicios cognitivos, además de tecnologías predictivas y proactivas para detectar alteraciones de hábitos o combatir la soledad no deseada. De paso sirve como aula formativa para profesionales y entorno de participación para colectivos sociales.

El servicio de teleasistencia de esta comunidad autónoma atiende en la actualidad a 81.163 personas, tiene más de 63.900 terminales instalados, el 98 por ciento de ellos digitales. Según la Consejería de Bienestar Social, Castilla-La Mancha es la comunidad autónoma con mayor implantación del modelo público y universal de teleasistencia avanzada, superando en más de un 40 por ciento la media nacional. “Podemos decir que somos líderes en cantidad y en calidad en teleasistencia en España”, presume García Torijano.

En Castilla-La Mancha trabajan más de 160 personas en el servicio de teleasistencia, la mitad están en Guadalajara.