La Cámara de Valladolid recoloca al exdirector como técnico de formación y no aclara si cargó 40.000 euros en gastos de representación

La Cámara de Valladolid ha recolocado al exdirector general, Roberto García Marcos como técnico de formación. Esta reubicación se produjo poco después de que el Pleno aprobase su destitución el pasado 7 de febrero por “pérdida de confianza por parte del presidente”. La Cámara ha confirmado a eldiario.es que el exdirector se ha incorporado a su antiguo puesto y que no percibirá indemnización alguna puesto que se trata de un cese y no de un despido.

La institución cameral, que no ha aclarado por qué se produjo esa “pérdida de confianza” en la que motivó el cese, tampoco ha sido clara cuando eldiario.es ha preguntado si García Marcos cargó 40.000 euros en gastos de representación en la tarjeta de la Cámara. En ese sentido remite a la respuesta que dio el presidente de la Cámara, Víctor Caramanzana, a Televisión Castilla y León cuando le hizo la misma pregunta: “no tratemos de buscar otros motivos o cosas raras. La Cámara requería de un impulso y abordar nuevos retos y en ese camino estamos”.

La Cámara tampoco ha explicado por qué García Marcos cobró todos los años un bonus de 25.000 euros a pesar de estar en números rojos. El contrato del director general, al que ha tenido acceso eldiario.es especificaba que su sueldo ascendía a 65.000 euros anuales distribuidos en 12 pagas más dos extraordinarias. Además, fijaba una “retribución variable en función del logro de los objetivos” que anualmente se fijasen por la institución y que podría llegar “hasta los 25.000 euros anuales”. Lo cierto es que esa retribución variable no varió: desde que asumió el cargo en 2012 hasta que cesó, cobró los 25.000 euros. Todo ello con la Cámara en resultado negativo desde al menos 2012, año en que dejó de percibir el recurso cameral. En la actualidad, la institución acumula una deuda superior a los 8 millones de euros.

En el contrato nada se decía acerca de los gastos de representación, pero sí que se precisaba que “en los viajes y desplazamientos” que realizase “como consecuencia del desempeño del puesto de director general” sería compensado “de los gastos de locomoción y alojamiento por la cuantía de estos”. García Marcos hacía uso de una tarjeta de la Cámara. Eldiario.es ha tenido acceso a un extracto de 2015 en el que aparecen cargos en restaurantes de Valladolid que oscilan entre los 70 y los 269 euros, gasto de 50 euros un bar de copas del centro de la ciudad y taxis y un hotel de lujo en la Gran Vía de Madrid, además de una factura en el restaurante Viridiana (200 euros).

Sigue sin presentar el plan de viabilidad que evite su disolución

La Cámara, que según el artículo 11 de la Ley de Cámaras debe presentar un plan de viabilidad acompañado de un informe no vinculante del Consejo Regional de Cámaras por haber incurrido en resultados negativos dos ejercicios seguidos, se ha resistido a hacerlo hasta el momento y todo ello a pesar de que la Junta de Castilla y León, administración tutelante, se lo ha requerido en varias ocasiones. El plan de viabilidad debería dar resultados en un máximo de cuatro ejercicios o se procederá a la extinción de la Cámara. La mayor parte de la deuda que acumula la cámara, 6,4 millones, corresponden a la Escuela de Cocina, un proyecto que financió la Consejería de Economía por 5 millones de euros y que hasta ahora no ha conseguido más que cobrar unas cuantas cuotas a pesar de haber refinanciado esa deuda en dos ocasiones.