PP y Vox no derribarán el viaducto del Arco Ladrillo de Valladolid porque “es incompatible con el soterramiento”
El Partido Popular y Vox en el Ayuntamiento de Valladolid han mostrado su rechazo a demoler el viaducto del Arco de Ladrillo con vistas a que un posible soterramiento sea incompatible con la transformación del vial.
La moción, presentada por el Grupo socialista en el consistorio, instaba a cumplir con el Convenio de integración ferroviaria un acuerdo que, a pesar de ser ratificado por Junta de Castilla y León, Ayuntamiento y Ministerio de Transportes, choca con las ambiciones del actual equipo de Gobierno para soterrar las vías de tren a su paso por la ciudad del Pisuerga.
El encargado de defender la moción por el PSOE, Óscar Puente, ha instado a PP y Voz “no boicotear” dicho convenio y ha instado a atajar el deterioro del viaducto enumerando varios informes técnicos con actuaciones más allá de meros parches como “la eliminación provisional de riesgos de caída de cascotes y elementos de hormigón de mayor tamaño”.
“Estos elementos se encuentran en un estado de conservación que los invalida como apoyo seguro para los nuevos pretiles; no se considera la posibilidad de su restauración, siendo recomendable su demolición o sustitución”, ha comentado el exalcalde sobre los informes técnicos.
“La ciudad no puede esperar más”, ha asegurado el portavoz socialista. “No hay ninguna razón para oponerse la demolición y al paso subterráneo”, ha apostillado.
A la réplica, el concejal de Urbanismo y Vivienda, José Ignacio Zarandona, ha quitado hierro al asunto y ha apuntado que “la estructura del viaducto no está en peligro, son patologías del mantenimiento del puente y se dan por los impactos del tráfico”,
Puente ha augurado que “el deterioro seguirá avanzando. Y el PSOE no cesará en recordar de la necesidad de una solución definitiva”. Definitivamente, la mayoría en el Pleno de PP y Vox han tumbado la propuesta socialista.
Vuelta al pago en efectivo en el bus urbano
PP y Vox han validado el trámite para la recuperación del pago en efectivo a bordo de los autobuses urbanos. Según ha justificado el concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez, se trata de una cuestión “de justicia social y de seguridad universal” además de servir para que todas las personas con dificultad con los pagos electrónicos puedan acceder de forma universal.
Por contra, Valladolid Toma la Palabra ha discrepado de la idoneidad de la medida y ha señalado que “el pago en efectivo es un paso atrás” ya que, a su juicio, retrasa el tiempo de viaje al hacer que los conductores tengan que hacer la gestión de pago. Es por eso, que la portavoz del Grupo, Rocío Anguita ha propuesta una moción para agilizar el pago mediante máquinas que eviten que el chófer tenga que expedir el billete.
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