Mural y fiesta popular en el Besòs contra la pobreza energética
Ingeniería sin Fronteras (ISF) y la Alianza contra la Pobreza Energética (APE) han organizado una acción en la calle para denunciar la situación que sufren muchas familias en Barcelona que tienen problemas para pagar sus facturas y relacionar la problemática con empresas que gestionan los suministros básicos.
Una cincuentena de personas se ha concentrado desde las 12 hasta las 19 horas en la Rambla Prim del barrio del Besòs de Barcelona. Allí un pintor del barrio, Kamile Escruela, ha dibujado y pintado un mural, algunas veces ayudado por niños y niñas de la zona.
Miembros de diversos colectivos y también personas de movimientos como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y vecinos y vecinas del barrio han preparado una paella popular y han realizado diversas actividades participativas como la que ha organizado Laura de Castillo.
La portavoz de ISF, Maria Campuzano explicaba: “no sólo queremos hablar de la situación de las familias que no pueden asumir el pago de sus facturas, sino también de las grandes empresas que están obteniendo beneficios millonarios con la explotación de los servicios, que pensamos que deberían tener alguna responsabilidad en la cuestión de la pobreza energética”.
Según Campuzano hay muy pocas empresas eléctricas que controlan el mercado y que hacen recaer sobre los consumidores cosas que poco tienen que ver con el consumo real: «lo que se paga a las facturas más del 50% no tiene nada que ver con lo gastan las familias ». El mural precisamente ha querido relacionar ambas cuestiones, la pobreza energética y los monopolios.
La Alianza contra la pobreza energética, además de denunciar, tiene un asesoramiento colectivo que se reúne cada quince días: “allí es donde nos encontramos con las personas que sufren esta situación, es un problema muy silenciado, a la gente le da vergüenza explicar que tiene problemas para pagar las facturas”, asegura la portavoz. Aqusta vergüenza hace que haya familias que en invierno no enciendan la calefacción, y no digan nada. Precisamente en el espacio de asesoramiento es donde las personas pueden explicar sus problemas y buscar colectivamente soluciones, afirman.
El problema denunciado con el mural no es menor, la ACPE estima que en la Ciudad de Barcelona hay más de un 10% de la población que sufre este tipo de problemas y hay barrios, como el Besós, donde la problemática es más punzante, explica Campuzano. Pero como el asesoramiento colectivo se hace en un local en el Barri Gòtic, cuesta llegar a los lugares donde la problemática es más viva, «Sabemos que aquí hay mucha gente que está en la situación de pobreza energética» dijo.