CriteriaCaixa descarta definitivamente su entrada en la siderúrgica Celsa
CriteriaCaixa, brazo inversor de la Fundación La Caixa, ha descartado definitivamente su entrada en Celsa como socio de referencia, después de haber anunciado en abril un principio de acuerdo para controlar el 20 % de la siderúrgica mediante una ampliación de capital.
El consejo de administración del holding presidido por Isidro Fainé, con Francisco Reynés como primer ejecutivo, ha decidido finalmente no ejecutar la operación. “Celsa respeta la decisión tomada por CriteriaCaixa y también manifesta su acuerdo en dar por finalizadas las negociaciones”, según afirman en ambas entidades en un comunicado conjunto.
La operación fue el detonante del cese de Ángel Simón como consejero delegado de Criteria. Fue comunicada por el holding inversor de La Caixa el 2 de abril, anunciando -como siempre- un principio de acuerdo para entrar en la siderurgia mediante una ampliación de capital. Pero dos semanas después enfrió dicha operación, algo poco habitual en la entidad, al matizar que se encontraba “en fase de estudio”. A finales de abril, el patronato de la Fundación la Caixa, presidido Fainé, destituía a Simón.
La proximidad de Raynés con el presidente de Celsa, Rafael Villaseca, que fue consejero delegado de Naturgy, hizo pensar que ambas partes podrían reconducir el proceso. Pero en las torres negras no se acababa de entender la operación, por más que contara con el apoyo del Gobierno, que acudió al rescate a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
Por varias razones: porque Celsa no encajaba con el perfil de empresa a invertir de acuerdo con plan estratégico Criteria, aun vigente, porque CaixaBank es una de las entidades a las que Celsa debe dinero y porque entrar en la siderúrgica supondría aliarse con los fondos acreedores, que se la ganaron a la familia Rubiralta Rubió en 2023 por la vía judicial, algo que conmocionó a las élites económicas y políticas de Catalunya.
De hecho, Criteria explica en el comunicado que, además de la coyuntura económica y de los mercados actual, “ha tenido también en cuenta el encaje de dicha operación en el plan estratégico de la Fundación la Caixa y especialmente en relación con la capacidad de sus participaciones en atender una política de dividendos sostenible a largo plazo”. Celsa no los asegura por ahora.
La Fundación presentará próximamente su nuevo plan estratégico 2025-2030. Una vez se establezca esa hoja de ruta, se espera que Raynés adapte el plan estratégico de Criteria al de La Caixa, que presentó hace un año Ángel Simón, acompañado de Fainé.
Celsa tiene ahora que decidir si reactiva el proceso para encontrar un nuevo socio. En noviembre empezó a buscar un accionista español con vocación industrial en cumplimiento del compromiso adquirido por los fondos propietarios con el Gobierno. El proceso, dirigido por Gran Thorthon y Citi, logró hasta cinco propuestas y, finalmente, Criteria resultó ganadora a principios de abril con una oferta de unos 350 millones de euros por delante de empresas como Sidenor o Cristian Lay.
La siderúrgica tiene previsto tomar una decisión en su próxima junta general de accionistas, que celebrará el 30 de junio. La compañía asegura en el comunicado que “cuenta con el apoyo de sus accionistas actuales para desarrollar su plan de negocio hasta 2028, que está consiguiendo importantes aumentos de ebitda [beneficio bruot de explotación], así como una significativa reducción de su endeudamiento”.
Antes, el 16 de junio, la compañía tiene cita ante el juez con el antiguo presidente, Francesc Rubiralta, ante la demanda presentada por la nueva propiedad de Celsa por una reclamación de 539 millones de euros en préstamos concedidos a las compañías patrimoniales de la familia Rubiralta, según la versión del nuevo consejo de administración de la siderúrgica.
Celsa está especializada en el reciclaje de chatarra férrica para producir acero en hornos de arco eléctrico. La compañía cuenta con 120 centros de trabajo, siete acererías y 48 plantas de reciclaje, repartidos en nueve países de Europa, y da trabajo a más de 70.000 profesionales en Europa, contando empleo directo, indirecto e inducido.
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