El alcalde de Sagunt, con los trabajadores en huelga de la fábrica en la que se jubiló su padre: “Vamos a luchar hasta el final”
Sagunt, una población valenciana víctima de la desindustrialización, está a casi 800 kilómetros de Cádiz. Prácticamente toda la plantilla de la factoría Pilkington NSG está en huelga indefinida por el expediente de regulación de empleo (ERE) que supondrá el despido de 116 trabajadores. “Lo vamos a luchar hasta el final”, advierte el alcalde socialista de la localidad, Darío Moreno.
El primer edil ha asistido a las masivas manifestaciones en favor del empleo acompañado de su padre, trabajador jubilado de la fábrica. La empresa pretende cerrar la línea de laminado de la planta de Sagunt, tras haberse plantado en las negociaciones con la dirección general de Trabajo de la Generalitat Valenciana y el comité de empresa para un plan de inversiones a largo plazo. Los sindicatos critican que el ERE supone una amenaza a los 400 puestos de trabajo de Pilkington. “Al final parece que se trata de una deslocalización como tal”, afirma el alcalde.
“Mis padres trabajaban en el campo, en una finca que tenía la familia, pero cuando nací yo tuvieron que replantearse la situación”, relata Darío Moreno (Sagunt, 1988). Así, su padre entró a trabajar en Silesa, la firma italiana que puso en marcha la planta cuando se dieron las ayudas a la reindustrialización tras los cierres de la terrible década de 1980. “Mi padre, después de unos años de la empresa, se afilió a la CGT porque consideraba que era el sindicato que luchaba con una línea más reivindicativa y tuvo una actividad sindical muy activa”, cuenta el primer edil.
Así, el alcalde socialista participó en muchas luchas sindicales de la manos de su padre. “Esas movilizaciones habían surtido efecto pero ahora nos encontramos con la cerrazón total de la empresa para sentarse a negociar”, lamenta Moreno. El alcalde destaca la “movilización total” en la localidad, aunque sin enfrentamientos con la Policía en contraste con la lucha de los trabajadores en Cádiz.
“A mi lo que peor me parece es que nos sentamos a negociar inversiones a largo plazo para la sostenibilidad de la empresa, dijeron que se sentaban a hablar pero, cuando llegó el momento, ese plan no llegó”, critica el alcalde. Moreno destaca la reforma laboral del PP que, a su juicio, ha restado poder de negociación a los trabajadores y la “devaluación sistemática de las condiciones laborales”. “Se sufre en diferentes lugares de este país”, agrega el alcalde, quien defiende: “Lo que tenemos que hacer desde las administraciones públicas es asegurarnos de que en esas situaciones de negociación no se den abusos de poder de los que tienen la sartén por el mango”.
Darío Moreno también muestra su apoyo a las “diferentes luchas sindicales” y pone como ejemplo la situación de la empresa de amarraderos del puerto de Sagunt: “Han visto en cuestión de años que sus condiciones laborales han ido disminuyendo muchísimo. Yo soy miembro del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Valencia y solicité que se implicara en que todos los puestos de trabajo tengan condiciones dignas y parece que la presión surte efecto”.
“No hay batalla pequeña que dar”, concluye el alcalde del PSPV-PSOE.
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