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Carlos Fabra pidió un millón a Enrique Bañuelos, artífice de la inmobiliaria Astroc, cuyas acciones le hicieron ganar “muchísimo dinero”

El empresario Enrique Bañuelos (izquierda) y el expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra.

Lucas Marco

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El empresario valenciano Enrique Bañuelos hizo ganar a Carlos Fabra “muchísimo dinero” con la compraventa de las acciones de Astroc, la inmobiliaria que acabó catastróficamente arruinada en una de las mayores quiebras de la burbuja inmobiliaria española (sufrió una apocalíptica devaluación de sus títulos del 42,9%). Así se desprende de una carta intervenida por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) de la Policía Nacional en la vivienda del expolítico del PP en la lujosa urbanización de Les Platgetes de Bellver en Oropesa (Castellón). En la misiva, Fabra solicita a Bañuelos un préstamo de un millón de euros para el que pretendía utilizar como garantía precisamente la vivienda registrada por la Policía, según un informe de la Udef al que ha tenido acceso elDiario.es.

En la carta, con fecha de 8 de mayo del 2012, el expresidente de la Diputación de Castellón explicaba a Bañuelos que la residencia está valorada entre 2,5 y tres millones de euros y le aseguraba que “si transcurridos cinco años no hubiera devuelto el préstamo”, le entregaría la vivienda. Carlos Fabra, tal como destaca el informe de la Udef, “señala que Enrique Bañuelos le hizo ganar muchísimo dinero con la compraventa de las acciones de Astroc”. En aquellas fechas, Fabra ya había dimitido como presidente de la Diputación pero continuaba presidiendo el Aeropuerto de Castellón.

Dos meses después, en un correo electrónico del 12 de junio del 2012, Fabra hace referencia a una conversación telefónica anterior e indica a Bañuelos que su persona de confianza (una tal “señor Bonilla”) “no ha establecido contacto” y le dice que está “profundamente preocupado”. “Confío plenamente en tu apoyo que hoy para mi es fundamental”, escribe el entonces presidente del Aeropuerto (sin aviones) de Castellón. Bañuelos contesta al día siguiente desde su correo electrónico y le aporta a Fabra su número de teléfono.

Pasado aquel verano, el 10 de septiembre del 2012, Fabra escribe otra carta al financiero valenciano, instalado en Londres en aquel entonces, en la que le ofrece invertir en proyectos urbanísticos. “Te reitero mi agradecimiento perpetuo por tu ayuda a la resolución de mis problemas”, apostilla el hasta entonces todopoderoso dirigente del PP de Castellón.

Aunque la Udef desconoce “en qué medida o de qué forma habría atendido” la solicitud de un millón de euros, el informe alude a una operación que explicaría la jugada y en la que participan un socio de Bañuelos y un empresario de Hong Kong. El 4 de julio del 2012 una cuenta de Caixabank de Borja Fabra, hijo del expolítico del PP, ingresa 300.000 euros con origen en un cheque proveniente de una cuenta en la misma entidad bancaria a nombre de Miguel Valldecabres Polop y su esposa Mireia Peris Aubary.

La fecha del ingreso coincide con la fecha de apertura de la cuenta de Borja Fabra, también acusado en el marco del 'caso Fabra II'. “Recibido el abono, se produjeron sucesivos cargos destinados hasta prácticamente alcanzar el saldo nulo”, explica el informe de la Udef incorporado al sumario. Miguel Valldecabres y Borja Fabra suscribieron ante el notario Alejandro Cervera Taulet (cuyo hermano, Manuel Cervera, fue conseller de Sanidad del PP) un préstamo de 300.000 euros, con un interés del 3% anual y un plazo de devolución de tres años, del que no consta que se haya devuelto importe alguno. 

En la contestación a un requerimiento judicial, Miguel Valldecabres negaba que hubiera eximido a Fabra de la devolución del préstamo aunque aseguraba que no había iniciado una reclamación debido a la insolvencia del expresidente de la Diputación de Castellón. El prestamista “no da cuenta del motivo por el cual concedió el préstamo sin ningún tipo de garantía”, anota la Udef.

El socio de Bañuelos y el empresario de Hong Kong

El informe policial explica la vinculación de Valldecabres con Bañuelos, quien le vendió en 2012 su sociedad patrimonial CV Capital SL (posteriormente bautizada Kavaal Real Estate y luego Vallcab Capital, declarada en concurso de acreedores un año después de la venta).

En 2012, el año del supuesto préstamo de 300.000 euros al hijo de Fabra, se sucedieron una “serie de hechos relevantes”, según destaca la Udef. La mercantil Tridatonica SL (de Valldecabres y su esposa Mireia Peris) adquiere participaciones de Kavaal Real Estate SL por un importe de tres millones de euros y de Quabit Inmobiliaria SA (sociedad que surgió de las cenizas de Astroc) por 1,5 millones. El 3 de julio del 2012 Valldecabres pasa a ser representante y administrador único de Kavaal Real Estate SL. “Esta fecha coincide con la elevación a público del contrato de préstamo sin garantía” de 300.000 euros entre Valldecabres y el hijo de Fabra, indica el informe policial.

Para acabar de redondear la jugada, las fechas coinciden con otra operación vinculada a Vallcab Capital SL y patrocinada por Carlos Fabra desde la Cámara de Comercio de Castellón, un organismo impulsado por uno de sus antepasados y del cual es secretario. En una carta del mismo año intervenida por la Policía en los registros, Fabra escribe a Chen Yinshen, presidente de la mercantil hongkonesa Jiangxi Fushum Investment Co LTD aludiendo al “interés de ciudadanos chinos en adquirir propiedades inmobiliarias en Castellón” y a la posibilidad de que obtuviesen el derecho a la residencia permanente en un plazo de tres años.

En un 'memorandum of understanding' (MOU) en relación con esa propuesta aparecen como “gestores activos del desarrollo del negocio” (active business developers) el empresario hongkonés y el hijo de Fabra y como agentes intermediarios Miguel Valldecabres, Henk Habers (residente en Bélgica), Christijan Albers (Mónaco) y Roel Kooijman (Países Bajos).

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