'The Rhythm of the Ocean Vortex', una obra de arte digital inmersivo en una sala 360º que te sumerge en el océano

En la localidad de Benicàssim, en la costa de Castellón, se encuentra Bellver Blue Tech Zone, un espacio inspirado en el concepto de las “zonas azules” del planeta (aquellas donde sus habitantes tienen mayor longevidad), es un lugar concebido para albergar encuentros -principalmente corporativos, pero también creativos, formativos y culturales- en el que tecnología, servicio y entorno se integran para ofrecer una experiencia única.

El recinto con una sala 360º cubierta de pantallas led (con 66 millones de pixeles y una resolución de 11K) equipada con tecnología inmersiva de última generación, que se estrena con The Rhythm of the Ocean, una pieza exclusiva de arte digital que invita a dejar de pensar en un arte bidimensional para homenajear al océano y su riqueza. A diferencia de otros escenarios de estas características, donde las proyecciones son las paredes y el suelo o las paredes y el techo, en Vortex la experiencia inmersiva te envuelve en los 360º.

Esta ambiciosa exhibición, comisariada por la comunicadora Antònia Folguera -forma parte del equipo curatorial de Sónar +D, el congreso de teconologías creativas de Sónar-, ha sido concebida por el estudio visual Desilence, formado por Tatiana Halbach y Søren Christensen, con el acompañamiento musical de la pionera electrónica norteamericana Suzanne Ciani y supone un viaje sensorial que evoca la lógica profunda y envolvente del mar.

Bellver Blue Tech Zone, con una privilegiada ubicación, versatilidad y capacidad tecnológica para impulsar las propuestas más innovadoras del momento, pretende consolidarse en el circuito internacional de arte digital.

Invitación a dejar de “pensar en plano”

Folguera Vortex, que supone “una invitación a dejar de pensar en plano”. “Este lugar va más allá del 'frame', del marco que supone el rectángulo invisible que separa al espectador y la obra de arte: lo rompe y ya no hay línea que los separe”, ha explicado, para añadir que la sala 360º “juega con nuestra percepción, nos engaña un poco” y, al ser cilíndrica, los artistas “nos pueden hacer perder la perspectiva”, ayudados porque se trabaja con mucha resolución.

La comisaria destaca el valor de haber contado con el estudio creativo barcelonés Desilence, quienes durante dos décadas han desarrollado espectáculos visuales para grandes escenarios, musicales, danza, teatro, mapping e instalaciones inmersivas; y ha puesto en valor la figura de Suzanne Ciani pionera estadounidense de la música electrónica con una carrera de más de seis décadas y una de las diseñadoras de sonido más influyentes del siglo XX. Su trabajo está a su vez profundamente inspirado por el océano, de ahí la idoneidad de su obra The Rhythm of the Ocean creada en directo junto a Desilence hace unos años haya sido el germen para esta creación.

Sobre Ciani, Folguera ha destacado que es un ejemplo de “longevidad artística”, ya que a sus 80 años sigue creando contenido “modernísimo” con el bagaje de haber sido pionera en la creación de sonidos en los años 70 y 80 tan relevantes como el de videojuegos Atari o el famoso sonido que se escucha al abrir una lata en los anuncios de Coca-Cola.

Tatiana Halbach ha asegurado que es “un privilegio poder usar su música” para este trabajo que ha tenido una gestación de tres meses y que les ha conectado a este rincón mediterráneo que, asegura, echarán de menos. The Rhythm of the Ocean, ha señalado, “se inspira en los sonidos del mar”, surge de varios directos en los que Tatiana y Søren generaban las imágenes en directo. Halbach y Christensen han destacado el trabajo en esta sala porque, a diferencia de otras creaciones, aquí han podido trabajar desde dentro de la sala y con un equipo técnico “excelente”.

Un viaje sensorial de ocho minutos

Para el espectador la experiencia propone un viaje sensorial de ocho minutos que evoca la lógica de los movimientos del mar, su profundidad, sus movimientos envolventes e hipnóticos y su dinámica vital. Se propone una inmersión en el océano, un medio que funciona con otra lógica, con una propagación diferente del sonido y con una refacción y comportamiento de la luz peculiares y propios del entorno acuático vivo.

El pulso de la música va envolviendo al espectador poco a poco, pasando de la calma a la agitación y llevándolo a un balanceo hipnótico que zarandea y desorienta para después volver a la orilla.

The Rhythm of the Ocean no estará, por el momento, abierta al público. Aunque sí que podrá ser visitada por quienes realicen actividades en Bellver Blue Tech Zone.