Titaguas, una noche a la luz de las velas

El sábado 28 no se encenderán las farolas en Titaguas. Este municipio celebra lo que ellos llaman “la noche más bonica del año”, en la que por una vez, no se enciende el alumbrado público y las calles quedan solo a la luz de las velas. 18.000 velas para ser exacto. El vecindario las coloca en las calles durante todo el día, formando figuras ingeniosas y originales. También iluminan ventanas y balcones, y crean un ambiente evocador que se acompaña con actuaciones musicales y otras actividades.

Habrá seis escenarios en todo el pueblo donde se tocará pop, jazz, piano, música lírica y hasta orferón. El museo municipal también se convertirá en un teatro. Habrá un telescopio público, una cata de vinos, visitas guiadas y talleres para los más pequeños.

Una noche mágica que este año ya celebra su sexta edición y que el año pasado reunió a 3.000 personas segun el Ayuntamiento, seis veces su población. Se inspira en una tradición que en Utiel ya cuenta con 250 años. Con este tipo de eventos el municipio pretende atraer a un público familiar que huye de la masificación de la playa y apuesta por un turismo de interior a la fresca y de calidad.

Titaguas es un municipio de la Serrania famoso por sus danzas folklóricas como la Mojiganga que, al igual que la Muixeranga d'Algemesí, se basa en torres humanas. Además una visita en verano vale la pena para adentrarse en sus cuevas, unos abrigos rocosos con yacimientos neolíticos de 9.000 años de antiguedad. Destacan sus pinturas rupestres, con escenas de caza donde los arqueros tienen el mismo tamaño que el venado cazado. Asemejan un baile entre los cazadores y los animales, como un ritual, y es una de los principales muestras del arte rupestre levantino.

En la comarca hay otros lugares de interés como el conjunto histórico de Alpuente.