El mundial de motociclismo en Cheste vuelve como una caravana fantasma
De las hasta cerca de 200.000 personas que suelen pasar a lo largo del fin de semana en el que se celebra la cita valenciana del mundial de motociclismo en Cheste no habrá ni rastro a causa de la prohibición de asistencia de público a este tipo de eventos. Será una caravana fantasma de moteros, o eso al menos es lo que espera el alcalde de esta localidad de unos 9.000 habitantes, José Morell.
No habrá este fin de semana espectáculos en la calle, ni eventos, ni música, ni pantallas gigantes... nada. La COVID-19 también confinará el bullicio y el único ruido ensordecedor de motores que se oyen en Cheste desde 1999 será el que corra por el asfalto del circuito Ricardo Tormo. Esto lo ganarán en tranquilidad los vecinos, pero también lo perderá de sus bolsillos el sector de la hostelería y el comercio. Este fin de semana solía ser el más productivo de todo el año, según señala el propio alcalde, que apunta que algunos bares aseguran hacer una recaudación de 20.000 euros en apenas unos días.
El munícipe no se atreve a hacer un cálculo del impacto económico que supone en la localidad el cerrar al público el evento y la anulación de todo tipo de entretenimiento para evitar aglomeraciones. No obstante sí que señala que hay cálculos a nivel provincial, y que este impacto suele estar en torno a los 40 o 50 millones de euros.
En cuanto al Ayuntamiento de Cheste Morell explica que el dispositivo especial que se suele organizar para esta cita suele suponer un dispendio de unos 100.000 euros en horas extras de policía o brigadas de limpieza. Para contrarrestar este gasto hay una explotación de publicidad y patrocinios que ingresa el consistorio, “pero que nunca llega a cubrir el gasto, aunque en los últimos años nos hemos acercado al equilibrio”.
Pese a ser una cita cerrada y sin actos públicos Cheste se preparará para los malinformados o los recalcitrantes. Por ello se ha anunciado que se cerrarán todos los accesos a la población excepto en dos puntos que estarán vigilados. Además José Morell también añade que han pedido a la Conselleria de Sanidad un estudio “por si hubiera que aplicar acciones más duras”. Con todo, se prepara un dispositivo menor especialmente de Policía Municipal y Protección Civil (que vendrá a costar unos 40.000 euros) y que se redimensionará para el siguiente fin de semana, puesto que la cita será doble con dos fines de semana seguidos de competición. Por si acaso Morell también advierte que se estará en contacto con la Guardia Civil ante la posibilidad de la aparición de descontrolados.
En lo que respecta al pequeño negocio que no podrá hacer su agosto este fin de semana, el alcalde recuerda que su gobierno ha aprobado medidas de ayuda a estos establecimiento dentro de las adoptadas para frenar el impacto de la COVID-19, por lo que tanto comercios como hostelería pueden recibir subvenciones de hasta 1.500 euros. Una vez pase esta cita atípica el alcalde confía en que en la próxima edición se recupere la normalidad: “Los moteros son un público fiel, y muchos pasan la afición de padres a hijos”.
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