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PSOE y Compromís pactan en el Congreso abrir la puerta a la evaluación ambiental de la ampliación del Puerto de València

Proyección de la futura terminal de contenedores en el Puerto de València

Carlos Navarro Castelló

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El diputado de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, ha presentado este martes una proposición no de ley (PNL) que ha recogido las enmiendas planteadas por el PSOE y Podemos, en la que insta al Gobierno a que se garantice “la normativa ambiental, incluido la renovación del estudio de impacto ambiental” en la futura ampliación norte del Puerto de València.

El Gobierno abre así la puerta por primera vez de forma explícita a que el proyecto se someta a una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que sustituya a la realizada en 2007, basada un proyecto que se ha alterado sustancialmente, en contra del criterio de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), que pretende dar luz verde a la faraónica obra con esa misma evaluación ambiental, basada en una ley caducada y menos restrictiva.

Pese a que el texto inicial de la PNL presentado por Compromís era más contundente en el sentido de la irrenunciable realización de una nueva DIA, finalmente ha aceptado las enmiendas de los partidos en el Gobierno, pese a las reticencias de los socialistas, que finalmente se han visto forzados a acordar un texto que deja más cerca la posibilidad de que se ejecute un nuevo informe ambiental.

En concreto, la PNL insta a “trabajar conjuntamente entre el Gobierno de España y la Generalitat Valenciana para garantizar el cumplimiento de toda la normativa ambiental respecto a todo aquello que supone la ampliación norte del puerto de Valencia, incluida, en su caso, la renovación del estudio de impacto ambiental, a fin de asegurar que cualquier actuación se produzca con todas las garantías

necesarias“.

La iniciativa insta además al Gobierno a que dentro de los instrumentos legales y normativos que sean necesarios en materia de política portuaria incorpore elementos de sostenibilidad, transparencia y participación ciudadana en la gestión de los puertos.

La propuesta ha salido adelante finalmente con 191 votos a favor de PSOE, Podemos, PNV, ERC, EH Bildu, Más País-Equo, Junts Per Catalunya, BNG, NC y PRC.

Para Baldoví, “esta PNL marca un antes y un después ya que por primera vez el partido socialista se abre a admitir que pueda caber la posibilidad de una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y además que se modifique la Ley de Puertos en el sentido de democratizar más y hacer más partícipe a la ciudadanía de las decisiones que se tomen en el Puerto”.

El diputado de Compromís entiende que se trata de “un acercamiento hacia las posiciones que defiende Compromís que son posiciones de prudencia, de sentido común, de seguridad jurídica para que este tema se pueda abordar con todos los problemas resueltos y que no se eternice en el futuro en los juzgados”.

Antecedentes del proyecto

En plena emergencia climática declarada recientemente por el Gobierno de Pedro Sánachez y por la Generalitat Valenciana que preside Ximo Puig, la Autoridad Portuaria de València (APV), que preside Aurelio Martínez, pretende aprobar una macroampliación que implicará duplicar su capacidad para almacenar y mover los 5 millones de contenedores que gestionada cada año.

Este gran proyecto que supone la creación un nuevo muelle de 137 hectáreas y dos kilómetros de línea de atraque se aprobó en 2001 y obtuvo en el año 2007 Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable del ministerio, entonces de Medio Ambiente, sujeto a una serie de medidas de control y correctoras en caso de erosión en las playas del Saler, al sur de València, y que se cumplieran todos los parámetros del proyecto aprobado seis años antes.

La primera fase del proyecto, consistente en la construcción de los diques de abrigo, finalizó sus obras en el año 2012 con un coste de 203 millones de euros. La segunda suponía la ejecución de los muelles para la terminal de contenedores y de cruceros en el interior de los diques.

El proyecto quedó paralizado entonces por la crisis, pero la actual dirección de la APV que preside el socialista Aurelio Martínez aprobó en julio de 2018 el anteproyecto de la segunda fase, que contempla importantes modificaciones sobre el proyecto inicial que obtuvo la DIA.

Unos cambios que según informes técnicos del Ayuntamiento de València, de la Generalitat o de un exdirector de Puertos pueden dañar a las playas del sur y al parque natural la Albufera.

Pese a todo, la APV se ha negado hasta ahora a solicitar una nueva DIA para evaluar las posibles afecciones que el nuevo proyecto puede acarrear en el medio ambiente al argumentar que los cambios afectan al interior de las aguas abrigadas que son de su competencia y que legalmente no tienen obligación de volver a evaluar el proyecto, puesto que entienden que el documento de 2007 sigue en valor, pese que nada tiene que ver el proyecto actual con el aprobado entonces.

El Puerto argumenta también que la tramitación de una nueva DIA retrasaría el proyecto al menos tres años, lo que haría que la compañía MSC, principal interesada en unos muelles que gestionaría en virtud de una concesión, desistiera de su interés y de una inversión de 800 millones de euros.

Esta postura de la APV ha desatado una gran tensión política, especialmente entre Compromís, partidario que se haga una nueva DIA que garantice que los cambios en el proyecto no van a dañar el medio ambiente, y el PSOE, que no ha mostrado una postura oficial clara al respecto de cara a la opinión pública.

Aunque Puertos del Estado sí que descartó inicialmente la necesidad de una nueva DIA, el ministro socialista, José Luis Ábalos, ha afirmado en varias ocasiones que en caso de que se haya modificado el proyecto, sí que sería necesaria.

La posición de Ábalos no es nada cómoda puesto que en su etapa de concejal, el grupo municipal socialista del que formaba parte en el Ayuntamiento de València en 2007 alegó en contra de la ampliación y apostó por trasladarla al puerto de Sagunt.

Principales cambios en el proyecto

Entre los cambios más importantes que se han introducido en el proyecto de ampliación del Puerto de València destacan la prolongación de 500 metros del actual dique de abrigo, la eliminación del actual contradique, el traslado a los astilleros de Boluda (junto al barrio de Natzaret) de la terminal de cruceros que ha supuesto una compensación para el empresario, y el cambio de configuración de los muelles que se destinarán en su totalidad al tráfico de contenedores, lo que implica el uso de 4 millones más de metros cúbicos de material de relleno de lo que establece la DIA de 2007.

Además, el canal de acceso previsto a la dársena interior de la nueva terminal prevé un dragado para alcanzar 22,5 metros de profundidad lo que implica que el volumen de fondos marinos a extraer pase de 1,5 millones de metros cúbicos a 21,3 millones de metros cúbicos, 14 veces superior a lo autorizado en la DIA 2007.

La superficie afectada por el dragado para habilitar el canal de acceso pasaría de las 80 hectáreas contempladas en la DIA de 2007 a 450 hectáreas, quedando el límite inferior del área a unos 1.500 metros del ámbito marítimo de L'Albufera.

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