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Las sospechas que han tumbado a Alfonso Rus

Alfonso Rus.

Moisés Pérez

El ‘caso Imelsa’ se ha cobrado la primera víctima política. Y el damnificado, ha sido el principal político que estaba involucrado en la trama. Alfonso Rus, presidente de la Diputación de Valencia, presidente del PP provincial y alcalde de Xàtiva, ha sido suspendido de militancia por parte del Partido Popular. Su negativa expresada a través de un comunicado a dimitir, ha acelerado los acontecimientos.

Una suspensión que ha sido causada por todas las informaciones que se han ido publicando en torno a Rus, tras el estallido del ‘caso Imelsa’. En especial, por la difusión de unas grabaciones donde aparece el propio Rus junto con uno de los cabecillas de la red, el ex gerente de la empresa pública Imelsa, Marcos Benavent, contando billetes. “Tres mil, cuatro mil, cinco mil…dos millones de pelas”, es lo que se escucha en el audio de las conversaciones reveladas por la Cadena Ser.

Pero, la sospecha sobre Rus no se circunscribe solo a esta grabación, aunque sea uno de los hechos más llamativos y “bochornosos” –a juicio de su hasta el momento aliada en la guerra interna contra Alberto Fabra, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá-.

Otras conversaciones donde aparece relacionado con la trama, vacaciones con un contratista que es familiar de uno de los testaferros del caso, su supuesta involucración en una red de blanqueo internacional, la investigación de gran parte de sus planes estrella y adjudicaciones en la Diputación y las lagunas que se muestran en sus negocios, constituyen los otros asuntos sombríos que han hecho caer al otrora todopoderoso y barón popular, Alfonso Rus.

Grabaciones comprometedoras. A parte de la grabación donde aparece Rus con Benavent contando dinero que al parecer sería fruto de comisiones por amaño de contratos públicos, hay otras conversaciones que han supuesto su sentencia política.

En ellas se hace referencia a Rus como posible beneficiario de las comisiones. “Le diré: Alfonso, me han dado treinta. Hostia, es lo que hay (…) no ha podido ser”, es lo que le dice Marcos Benavent, uno de los presuntos cabecillas de la trama, a Máximo Caturla, vicepresidente de la Diputación de Valencia. Este le contestaría a Benavent: “él pensaba que más [en referencia a Rus]”, a lo que responde el ex gerente de Imelsa: “La de Xàtiva, la de Xàtiva es buena. Que son 9 millones”.

Hay más. En otra conversación entre Caturla y Benavent, Rus aparece como mediador por si surgiera un conflicto con un presunto amaño de una adjudicación. “Si tienes alguna duda habla con Alfonso que me ha dicho que tiene que ser así”. A su vez, los audios también reflejan otros apaños en contratas como la de una obra de Torrevieja, donde se iban a repartir supuestamente una mordida de 200.000 euros. Según las mismas grabaciones, Rus se interesó por el asunto.

Red de blanqueo internacional. La investigación sobre la trama denunciada por la diputada provincial de Esquerra Unida, Rosa Pérez, también hace referencia a los negocios de Rus. Propietario de la empresa Fabricación y Distribución del Mueble (FDM), el presidente provincial del PP de Valencia, habría recurrido a un empresario amigo, Ramón Lis March, para impedir que sus otros socios empresariales se hicieran con el control de la mercantil.

Da la casualidad que el hombre de negocios ya fallecido, controlaba a través de su empresa matriz, Geneva Fondo Inmobiliario, otra sociedad radicada en Brasil, Geneva Patrimonial do Brasil. Según adelantó la Cadena Ser, se sospecha que esta empresa podría ser la encargada de blanquear dinero de presuntas mordidas y otras operaciones al margen de la legislación.

Además, y según reveló El Mundo, Rus posee a través de FDM dos sociedades: una radicada en Portugal y otra en Reino Unido. Ambas mercantiles -que no ha sido aportadas en su declaración de bienes en las Corts- presentan aspectos sombríos para expertos en blanqueo, según la misma información. FDM junto con otra sociedad controlada junto a su mujer, Albeba 2000 S.L., no publican sus cuentas desde hace años.

Esta última controla gran parte de sus propiedades, que, según el registro de la propiedad, ascienden a 25. Estarían repartidas por Xàtiva, su ciudad natal; Gandía, donde gobierna su amigo y socio en varios negocios, Arturo Torró; y en las Islas Baleares, donde compartió vacaciones con un contratista de su ayuntamiento.

Vacaciones con un contratista y familiar de un testaferro. Otros de los asuntos que le ha costado su suspensión de militancia, es la revelación de que Rus hizo viajes con un contratista del ayuntamiento de Xàtiva, del cual es alcalde. Los viajes se habrían producido tras recibir el empresario varios contratos del consistorio. Es llamativo que el contratista, es hermano de Miguel Ramírez, alcalde de la pequeña localidad valenciana de Anna y padre de la secretaria de Benavent. Esta, a su vez, está casada con uno de los presuntos testaferros de la trama, José Estarlich.

Unos contratos que están bajo sospecha, ya que según se desprende de los correos publicados por el mismo rotativo, se habrían troceado para dar apariencia de legalidad. La orden supuestamente vendría del propio alcalde. Asimismo, Rus, tras el estallido del caso, fue descubierto en una reunión con el otro testaferro del ex gerente de Imelsa, José Úbeda. Este aún facturó a la Diputación durante el pasado mes de noviembre.

La Diputación, bajo sospecha. Varias adjudicaciones de la Diputación de Valencia están siendo investigadas por la justicia. Y Rus puede verse afectado. Entre ellas, destacan varios contratos de obras en carreteras, que presentaron varios sobrecostes que fueron avalados por Rus, pese a que el criterio de los técnicos era contrario. O adjudicaciones digitales ligadas a esas construcciones que se otorgaban a dedo, ya hechas o sin expropiar los terrenos. Varios de los beneficiarios de esas contratas se vieron salpicados en el saqueo de Emarsa. También, se investiga otra concesión sobre un programa de turismo y trabajo social. Esta habría sido cocinada en favor de un empresario natural de la misma localidad de Rus.

A las pesquisas, además, está incorporado el plan de césped artificial promovido por la diputación, en el que hizo negocio Vicente Cucarella, empresario afín y propietario de la sede del PP de la Calle Quart. No en balde, la investigación apunta a una supuesta financiación ilegal del PP de Valencia. Y Rus, ha sido el dirigente más destacado que ha caído por ella.

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