“La víctima de violencia de género tiene que ir a un sitio y salir con todo solucionado”

“Soy partidario de más campañas de concienciación en violencia de género. Como sucedió con el terrorismo, las personas se acostumbran y pierden la sensibilidad. Si no se denuncia, no podemos hacer nada”. Son palabras de Miguel González de Fez, uno de los máximos responsables de la Policía Nacional.

El comisario principal de Policía Nacional en Valencia ha participado este jueves en unas jornadas sobre la actuación policial frente a la violencia de género, organizadas por el departamento de Derecho Penal y moderadas por la académica Paz Lloria, donde el comisario ha trasladado las preocupaciones del cuerpo, que podrían resumirse en una: la falta de recursos.

Cuando una mujer sufre una agresión, explica el comisario, se le adjudica un agente protector, con un número de teléfono y otros datos para que la víctima contacte con él cuando la necesite. “Si cada protector tiene 30 protegidas... ¿Cómo lo van a hacer?”, explica el responsable de la Policía Nacional, que considera esta figura “importantísima para que no haya otro episodio de violencia” contra la mujer. De Fez enunciaba otro problema: las víctimas se van cansando de contar su rutina y, habitualmente, si inician una nueva relación o retoman la anterior, van dejando de contar con el agente.

El responsable policial se muestra partidario de la comisaría única para atención de delitos relacionados con la violencia de género o las agresiones sexuales, un proyecto que tanto la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, como la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, tienen en mente. “La víctima de violencia de género tiene que ir a un sitio y salir con todo solucionado. No ir a diez sitios a tramitar la orden de protección, la de alejamiento... Tiene que salir y no preocuparse de nada más”, considera De Fez, que cree que las comisarías no reúnen las condiciones para un buen trato a las víctimas. Las mujeres, en estos casos, “tienen prioridad, pero es una prioridad relativa”, añade, en referencia al colapso en algunos departamentos, o a la acumulación de personas que acuden a las comisarías. “Las unidades están bien estructuradas, lo que falla es la realidad. Hay una falta de personal tremenda”, sentencia el responsable.