Helado y otros tres postres caseros de verano que puedes hacer aprovechando la fruta que está a punto de ponerse mala
Rica en nutrientes energéticos, hidratos de carbono, grasas saludables, vitaminas, proteínas y mucho más, la fruta es un alimento imprescindible en cualquier dieta saludable. Y no solo eso, además, existe una variedad enorme de tipos de fruta, entre los que se encuentran las ácidas, como el kiwi y el limón; las semiácidas, por ejemplo, la fresa y la mandarina; las dulces, como el melón y la sandía, y las neutras, que incluye frutos secos y de cáscara dura, como el aguacate.
Asimismo, más allá de los helados de chocolate y nata, en verano la fruta también es una opción perfecta para disfrutar de un buen postre, fresco y saludable, que no solo seduce el paladar, sino que aporta vitaminas y nutrientes beneficiosos para que el cuerpo mantenga sus funciones orgánicas, sobre todo a largo plazo.
Para poner fin a una rica comida, un postre hecho a base de este alimento, sin azúcar ni aditivos, es la opción ideal para cuidarse y refrescarse durante los meses más calurosos del año y, además, hay numerosas combinaciones de frutas entre las que elegir para hacer un postre rápido, fácil y delicioso.
Helado de fruta
Independientemente del lugar de procedencia, el postre emblemático del verano es el helado, pero en este caso, no es calórico, sino que es saludable y nutritivo. Los pasos son muy sencillos de seguir y es un plan perfecto para realizar en familia, en pareja o con amigos. Cada uno escoge su fruta favorita que, en este caso, será el coco.
Sin necesidad de tener una máquina de helados, el primer paso trata de echar alrededor de 400 mililitros de leche de coco en un bol grande, donde se añade, posteriormente, 250 mililitros de crema de coco y 50 mililitros de licor, también de esta fruta, que le aportará un toque dulce.
Lo que sí es imprescindible es una batidora en la que se mezclarán todos los elementos y, por otro lado, se batirán 200 gramos de nata montada hasta ponerla a punto de nieve, que también se juntará a la mezcla anterior.
Una vez unidas todas las elaboraciones, se vertirá la mezcla en un recipiente como un táper, por ejemplo, y se llevará al congelador durante mínimo seis horas, tapándolo con film transparente. El último paso será tan simple como sacar el helado y añadir una fruta distinta, que combine con la escogida para realizar el helado y que pueda crear un juego de sabores.
Brocheta de frutas
Esta opción es perfecta para un día de playa o piscina en el que no se dispone del tiempo ni el espacio indicado para realizar un postre muy elaborado. Sin embargo, la simple combinación de tres o cuatro frutas puede convertirse en un auténtico manjar, lleno de contrastes y con el que refrescarse tras varias horas de exposición al sol.
Los pasos a seguir son realmente sencillos: en primer lugar, se trocearán las frutas en taquitos, tratando de darle una forma y un tamaño similar a todas para que quede lo más bonito posible.
A gusto de cada uno, se escogen tres o cuatro, las que mejor combinen, y se alternan en un palillo de plástico o de madera en el que ir pinchándolas hasta conseguir una brocheta única, llena de color y perfecta para un día en el que es necesario reponer las fuerzas.
Flash de sandía
Si existe un helado que recuerde a todos a la infancia, ese es el flash, pero esta vez saludable, hecho a base de fruta y de leche de coco y avena. Es un postre refrescante y perfecto para que los más pequeños de la casa tengan otro concepto de este tipo de polo que, aunque parezca difícil de creer, puede ser altamente nutritivo.
Una vez más, es una elaboración sencilla. El primer paso es trocear la fruta que, en este caso, será la sandía. Después de tener una cantidad en taquitos, se trasladarán a la trituradora, donde se mezclarán con leche de avena, aunque sirve cualquiera, la que cada uno quiera añadirle.
Posteriormente, la mezcla se deposita en unos moldes reutilizables que tengan esa forma que tanto recuerda al flash de siempre, y se dejan en el congelador durante alrededor de cinco horas. El último paso es, simplemente, sacarlos y disfrutar.
Smoothie de frambuesas
La frambuesas ofrecen múltiples beneficios para la salud, como la mejora de la digestión, el fortalecimiento del inmunológico y la protección contra enfermedades, así que es imprescindible incluirlas en la dieta. Además, no solo pueden consumirse en su estado puro, sino que como acompañamiento de otro postre o, por ejemplo, en un batido o smoothie, son unas opciones muy buenas.
Para realizar un smoothie, lo primero es echar la fruta en la licuadora y, en este postre, utilizaremos unas cuantas frambuesas. También se podrá añadir alguna otra fruta, como un plátano maduro, seguido de un yogur natural y un poco de la leche que cada uno escoja.
Todo ello se tritura y se mezcla en la licuadora, dando forma a una bebida, similar a un batido pero algo más espesa, llena de nutrientes, sabor y color, que es perfecta para refrescarse a la hora de la merienda en una tarde de verano.
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