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Las editoriales independientes que buscan el “discurso incómodo” desde Latinoamérica

De derecha a izquierda Pedro Pablo Guerrero (Lastarria & de mora), Patricia (librera de Pequeños seres), Inés Martínez (Libero), Enrique Ojeda (Director de Casa de América), Elaine Vilar Madruga, Juan Pablo Roa (Animal sospechoso) y Juan Bautista (Comba editorial)

William González Guevara

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“Las editoriales independientes traen a la industria editorial una frescura y atrevimiento a la hora de publicar textos no comerciales o que no son tan vendibles”. Con esta afirmación Inés Martínez, directora de Libero editorial, defiende la importancia del sector independiente en España. Del 16 al 18 de octubre se celebró el segundo encuentro latinoamericano de editoriales independientes en Casa de América (Madrid). Con el objetivo de dar a conocer nuevas voces del otro lado del Atlántico, 22 editoriales independientes se reunieron para dialogar.

La mayoría de las editoriales eran españolas, pero el punto que las une es el impulso de la literatura latinoamericana. Entre ellas encontramos la editorial Barrett (España), fundada en 2016 que publica narrativa y ensayo; el sello Tres Hermanas (España) que nació en 2015 dedicado a la literatura extranjera y traducciones; Ediciones Lastarria & De Mora, sello gemelo de Ediciones Lastarria (Chile) que publica ensayo, novela y otros géneros; Egales, editorial española especializada en libros de temática LGBT. Destacan otras como BajAmar, Comba, Contrabando, Libero, Animal Sospechoso o Lecturas de Arraigo, esta última una editorial independiente venezolana.

Se hizo hincapié en los principales desafíos que enfrenta la edición independiente, se realizaron mesas dedicadas a la distribución y otras de poesía con autoras caribeñas como la cubana Yenys Laura Prieto, que defiende que “el valor de las editoriales pequeñas es que se interesan por publicar discursos incómodos, subterráneos o más experimentales”. La poeta caribeña expresa que “las pequeñas editoriales aspiran a hacer más diverso el panorama de la escritura” y que lo más importante que tienen es que son “capaces de detenerse en poéticas entreveradas, desconocidas; incluso, silenciadas”.

Por su parte, Pascual Duarte, editor de BajAmar agrega: “Las editoriales independientes son importantes porque aportan una riqueza literaria que la mayoría de los grandes grupos no tienen”. Recalca que los editores independientes buscan la cercanía, ya que los conglomerados “piensan más en los capitales” y ellos “en la calidad literaria y el apoyo a los autores en todo el proceso”. Precisamente, calidad es lo que ve Inés Martínez en las voces latinoamericanas: “La labor de mi editorial es descubrir voces latinoamericanas que me parecen fundamentales. Además, están vivas y a golpe de clic en internet”. En su editorial confluyen voces de mujeres nacidas en Perú, Argentina, Venezuela y Ecuador. “En Latinoamérica hay una pluralidad de voces y cada una con su lenguaje, dialecto, historia, origen y mitologías”, alega.

 La misma semana del encuentro, la directora y editora de Libero, hacía público en redes sociales un comunicado, donde pide a los lectores “salvar la editorial a través de un crowfunding”. La situación de Libero es una ejemplificación de las distintas trabas económicas que puede llegar a enfrentar una editorial independiente. “Si Libero desaparece, estaríamos perdiendo una riqueza muy grande de apostar por mujeres que no están teniendo oportunidad en otras editoriales no solo de publicar, sino de acompañarlas en el texto para potenciar sus imaginarios políticos o ficcionales”, explica a elDiario.es.

La búsqueda de nuevas voces 

El último día del encuentro destacó el diálogo “Periodismo cultural: deudas y haberes”, comandado por Javier Serena, director de la revista Cuadernos Hispanoamericanos. Una revista que acaba de cumplir 75 años y en ella “se recoge buena parte de la edición independiente española y latinoamericana”, según nos cuenta su director. En este sentido, hace hincapié en la visión que ha seguido la revista desde su fundación: “Cuadernos no atiende solo lo que se distribuye o vende en las librerías españolas, sino que intenta ver lo que se hace en otros países con la dificultad que implica llegar a esos libros de editoriales independientes”. Además, opina que “hay un problema de comunicación dentro del sector editorial”.

La revista Cuadernos Hispanoamericanos ha buscado esa cercanía a autores latinoamericanos. “En las portadas hemos metido autores que están en una edad intermedia que son los que pueden aun no tener un carácter tan consagrado, pero siendo jóvenes tiene una obra que despunta como Camila Sosa o Federico Falcó”, admite. La poeta cubana Yenys Laura Prieto recuerda sobre este asunto que “España también ha sido la segunda patria de muchos escritores y académicos cubanos como Rodolfo Häsler o Rolando Sánchez Mejías”. Una literatura cubana que se ha escrito fuera de la isla.

Sobre el afecto que desprenden las editoriales independientes hacia Latinoamérica también hace referencia la poeta venezolana Oriette D’Angelo de la editorial Libero. “Me fascina que cada vez haya mayor interés en difundir la obra de escritoras tanto contemporáneas como de otras generaciones”, argumenta. Además, le llama la atención la mirada hacia poetas venezolanos, pues “está existiendo un particular interés por la obra de poetas venezolanos como Eugenio Montejo”. Lo cierto es que los catálogos de editoriales independientes fijan su mirada al otro lado del Atlántico. “Si uno presta atención al interés literario también se lo presta a los editores independientes que hacen un trabajo valioso. Por ello, la creación literaria independiente es una buena noticia”, sentencia Javier Serena. 

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