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El exgerente, sobre el reparto de las mordidas en Emarsa: “Nos hemos podido llevar 8.000 euros al mes cada uno sólo de los lodos”

El exgerente de Emarsa, Esteban Cuesta, durante la entrevista con Cristina Pardo

Miguel Giménez

Valencia —

El pasado mes de marzo se suspendía por segunda vez el juicio del caso Emarsa, en el que se juzga el saqueo de 23 millones de euros a través de la empresa pública de saneamiento que gestiona la depuradora de Pinedo (Valencia), hasta el próximo mes de mayo. La sala suspendía la vista para que los abogados de los acusados, nombrados de oficio a principios de año, puedan estudiar los 180.000 folios que constan en la causa.

El arrepentido Esteban Cuesta, exgerente de Emarsa, relataba este domingo a la periodista Cristina Pardo en el programa 'Malas Compañías' de La Sexta todas las supuestas irregularidades cometidas a través de la empresa pública, que incluyen, entre otras cuestiones, comisiones o regalos a políticos.

Cuesta, quien relata cómo entró en política gracias al exvicealcalde de Valencia Alfonso Grau para convertirse en alcalde pedáneo de Benimàmet-Beniferri y presidente local del Partido Popular primero y coordinador de dos centros de salud y jefe del área de salud 3 de la Conselleria de Sanidad después, explicó que es el exalcalde de Manises y exvicepresidente de la Diputación de Valencia, Enrique Crespo, quien le ofrece dirigir la depuradora de Pinedo: “Me dijo que me pusiera el sueldo que quisiera y pasé de ganar 2.000 euros al mes como director de Enfermería a ganar 8.000 euros al mes”.

Fue en las Navidades de 2004-2005, apenas unos meses después de acceder al cargo, cuando Crespo le dijo al exgerente de Emarsa -para quien la Fiscalía pide doce años de prisión por un delito continuado de prevaricación administrativa, malversación de caudales públicos en concurso con el de falsedad en documento mercantil, y un delito de cohecho- a quién tenía que adjudicar determinadas actuaciones: “Me dicen a quién tengo que contratar y que sobrecargue el precio de la tonelada de lodo, y a cambio me llevo el diez por ciento”. Esas comisiones, siempre según Cuesta, se repartían entre cuatro personas: “Enrique Crespo, José Juan Morenilla -exgerente de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar)-, Ignacio Benárcer -exjefe de explotaciones de la Epsar- y yo”.

“Ya han llegado los camiones”

En cuanto al reparto, “el contratista me daba el dinero y yo lo repartía en cuatro partes iguales”, mantenía el arrepentido, quien explicó que, cuando recibía un pago, se ponía en contacto con el exvicepresidente de la Diputación y le decía: “Ya han llegado los camiones o tengo unas fotos que enseñarte, en referencia al dinero de los lodos o las obras”. “Le he llevado dinero a su casa, a restaurantes, a la alcaldía o a la Diputación”, insistía.

Gracias a estas comisiones, Cuesta ha podido llegar a ganar de 20.000 a 25.000 euros al mes, “de lodos sólo hemos podido cobrar unos 8.000 euros al mes cada uno”. Cuesta defendió que su mujer no sabía “absolutamente nada” de estas prácticas y que en ningún momento se sentió mal por estas acciones: “Si no lo hago yo, lo va a hacer alguien”.

También se refirió a que durante un periodo, “unos dos años y medio”, cambiaron la mecánica del cobro de estas comisiones: “Nos dieron dos tarjetas a cada uno y nos dijeron que podíamos sacar dinero mientras hubiera saldo, pero advirtiéndonos que no sacáramos más de 500 euros al día para no llamar la atención”. Así mismo, comentó cómo Morenilla y Benárcer no querían utilizar las tarjetas: “Así que lo hacía mi hermana, sacaba el dinero y se lo daba a cambio de 500 euros al mes”.

Regalos a políticos

Emarsa tenía un presupuesto anual de entre ocho y diez millones de euros al año. De ahí salían también “regalos de Navidad” para diversos políticos: “Se le han hecho regalos a la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá, un bolso de Louis Vuitton; a Paco Camps; a Alfonso Rus; al presidente del PP de Valencia Silvestre Senent, a quien cada año se le regalaba un jamón hasta que un día dijo que ya no le regaláramos más jamones y lo cambiamos por una tarjeta de regalo de 1.000 euros de El Corte Inglés”.

De la depuradora de Pinedo también ha salido, según el arrepentido exgerente, dinero para el Partido Popular: “Senent me pidió 100.000 euros para pagar una cena de la exalcaldesa, por ejemplo, y todo eso el partido lo sabía”.

Esteban Cuesta asume todo lo que ha hecho al frente de Emarsa: “Pero lo que han hecho los demás, que lo asuman ellos”. “He sido corrupto y me arrepiento muchísimo”, un arrepentimiento que, asegura, es “sincero”, aunque ahora le tachen de “loco”.“La vida que tienes ahora no te compensa en absoluto lo que has hecho en el pasado”, concluyó.

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