El alcalde de Lampedusa: “Si cada Gobierno, incluido el español, actúa de forma independiente, se crean bloqueos como el del Open Arms”

“Estamos en el ridículo”, repetía Salvatore 'Totò' Martello. Más de un centenar de personas acumulaban ya 16 días de bloqueo en el Open Arms, entre un goteo constante de evacuaciones y sin una solución a la vista. Mientras las posturas se enrocaban, Martello subía a la nave a mostrar su apoyo a la tripulación y a exigir que se les dejara desembarcar. “Lo que vi fue una situación dramática”, recuerda sobre el deterioro de la situación a bordo.

Desde 2017, es alcalde de Lampedusa, al sur de Sicilia y escenario en los últimos años de la llegada de miles de migrantes que arriesgan su vida para llegar a las costas europeas. La misma porción de tierra que contemplaron desde la cubierta del buque de la ONG catalana, durante días, decenas de náufragos. Estaban a 800 metros, pero nadie les permitió tocar tierra firme hasta que lo ordenó un fiscal.

Martello, miembro de una lista cívica y con pasado en el Partido Democrático (PD), ha sido una de las voces críticas con la política de puertos cerrados del Gobierno italiano. Desde la isla, comprueba cómo se repiten las situaciones de parálisis cuando una ONG no tiene permiso para atracar en el puerto. Apunta a Matteo Salvini, pero también a la responsabilidad del resto de países de la Unión Europea, entre ellos España. “Necesitamos una política europea: si no hay una indicación clara, cada Gobierno actúa de forma independiente y se crean estas situaciones de bloqueo”, opina en una entrevista con eldiario.es.

¿Cómo ha vivido la llamada “crisis” del Open Arms?

Lo que ha sucedido con el Open Arms, y con otros barcos de ONG antes, es el resultado de las fallidas políticas migratorias del Gobierno italiano. Se desató un tira y afloja mediático que recayó en la piel de las personas que estaban a bordo del barco.

Tras 18 días de bloqueo, la ONG prefirió desembarcar en Lampedusa, a 800 metros, en lugar de ir a los puertos españoles, explicando que era peligroso navegar tantas millas con una situación tan deteriorada. ¿Está de acuerdo?

En general, cuando se rescata a personas que han naufragado en el mar, estas deben ser acompañadas hasta el “puerto seguro” más cercano. El punto en torno al cual gira todo este asunto es la falta de reglas claras: si se hubiera sabido desde el principio dónde desembarcar a los migrantes, y si se hubiera indicado en este sentido un lugar de desembarco en España, probablemente el Open Arms habría ido directamente a un puerto español. Pero cuando no tienes indicaciones y estás frente a Lampedusa, es comprensible que decidas detenerte y esperar a que desembarquen en nuestra isla.

Usted subió a bordo y visitó a los náufragos. ¿Qué se encontró?

Sí, subí a bordo del Open Arms cuando estaba estancado frente a nuestra costa con los migrantes a bordo. Lo que vi fue una situación dramática, llevar a esas personas a tierra era un acto necesario para respetar sus derechos humanos y su dignidad.

¿Qué opina sobre la gestión del Gobierno español de toda esta situación?

Creo que la base de todo es que necesitamos una política europea sobre la gestión de las llegadas de migrantes: si no hay una indicación clara, cada Gobierno, incluyendo el español, actúa de forma independiente y se crean situaciones de bloqueo como las que se dan cuando un barco se detiene frente a Lampedusa.

También cuestionó el envío del barco español Audaz, diciendo que “nadie sabía qué hacer” cuando permaneció durante tres días frente a la isla.

No estaba en mis manos cuestionar la llegada del Audaz. Por las noticias que había leído, ese barco estaba listo para embarcar a algunos de los migrantes que, mientras tanto, habían desembarcado en la isla. Y señalé la paradoja de las decisiones del Gobierno italiano, que primero no quiso dejarles descender y luego los dejó aquí en Lampedusa.

¿Cuáles son las condiciones del hotspot (centro de identificación) al que fueron trasladados los migrantes rescatados por el Open Arms? Cuatro días después de llegar, usted denunció que seguían allí y había alrededor de 200 personas.hotspot

El hotspot tiene capacidad para 96 personas, es un centro de primera identificación y los que llegan deben permanecer aquí durante 48 o 72 horas y después deben ser trasladados a las instalaciones adecuadas para una recepción más prolongada. Cuando el centro está abarrotado o no cumple sus funciones, pueden surgir problemas por la estancia permanente de más personas de las que pueden alojarse. Pero la administración municipal no tiene ningún papel en todo esto, el centro es administrado por la Prefectura de Agrigento con fondos del Ministerio del Interior.

Lampedusa ha sido testigo de otros bloqueos a a ONG. La capitana Carola Rackete, por ejemplo, decidió entrar sin permiso en la isla tras varios días sin una solución. ¿Qué opina de la cruzada del Gobierno italiano contra las ONG y el cierre de los puertos?

El tema de los migrantes se utiliza para la propaganda política, y se desatan tensiones en Lampedusa de una manera que contribuye a encubrir el fracaso de las políticas gubernamentales.

Mientras tanto, dice, los migrantes no han dejado de llegar a la isla de forma autónoma...

Nuestra isla se encuentra en medio del Mediterráneo, es el primer “refugio seguro” para la mayoría de las embarcaciones que quieren llegar a Europa desde África. Lampedusa no se puede mover....

En pleno acuerdo para un Gobierno de coalición entre el PD y el M5S, ¿qué espera Lampedusa del próximo Ejecutivo en materia de política migratoria? ¿Y qué le pediría a la Unión Europea?

Pedimos al próximo Gobierno italiano que Lampedusa vuelva a la agenda política, ya que el actual Ejecutivo nos ha eliminado. Lampedusa merece respeto por lo que ha hecho y sigue haciendo. Toda política de inmigración no puede ignorar los territorios colocados en primera línea en el frente de la acogida, que necesitan herramientas específicas para hacer frente a la situación: por eso me dirijo a las instituciones italianas, pero también a la Unión Europea, que puede y debe hacer su parte.

Lampedusa dio la vuelta al mundo después del gran naufragio de 2013. Todo el mundo denunció la “vergüenza”. Seis años después, ¿cuál es su valoración? ¿Ha fracasado la UE a la hora de dar una respuesta a las muertes?Todo el mundo denunció la “vergüenza”.

Lo ocurrido el 3 de octubre de 2013 nos conmocionó, fue una tragedia que sacudió la conciencia de la opinión pública. Pero, evidentemente, no ha llevado a las instituciones nacionales y de la UE a tomar decisiones claras para hacer todo lo posible para garantizar que episodios como este no se repitan. Hemos impulsado una petición para pedir que el 3 de octubre se convierta en el 'Día Europeo de la Memoria y la Acogida', porque sin la memoria y la conciencia de lo ocurrido no se pueden construir políticas compartidas para gestionar los flujos migratorios con respeto a los derechos humanos.