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La banca española confía en poder dar dividendos en 2021 tras perder el trono como principal sector de la Bolsa

Vista de la Bolsa de Madrid (España)

Diego Larrouy

16 de diciembre de 2020 14:36 h

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Cierto ambiente de alivio se respira entre el sector bancario español después de que el Banco Central Europeo levantara, en parte, la recomendación de no dar dividendos debido al impacto de la crisis provocada por el coronavirus. Sin embargo, la cautela marca la reacción de la banca, que ahora tendrá que negociar, entidad por entidad, con el supervisor europeo para poder comenzar a retribuir a sus accionistas. Y lo hace con el estigma de ser, según ha apuntado la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés), el país con el menor nivel de solvencia en el continente.

La decisión del BCE no está exenta de complejidad. Como rasgos generales, permitirá que los bancos puedan otorgar a sus clientes un 15% de su beneficio o 20 puntos básicos de su capital. El organismo apuntó que para poder repartir dividendos, las entidades deben “ser rentables y tener trayectorias de capital sólidas” y deberán ponerse en contacto con “su equipo conjunto de supervisión” para determinar qué nivel de distribución de dividendos es “prudente”.

El BCE decidió en marzo recomendar que no se dieran dividendos en el sector bancarios, como medida para contar con suficiente capital para poder absorber las posibles pérdidas y seguir concediendo financiación a la economía. Esta medida fue prorrogada en verano hasta final de este año. Los directivos de la banca española ya había rechazado la idea de que pudiera volver a prolongarse esta decisión y solicitaron en otoño en distintas intervenciones públicas que se levantara el veto al dividendo. Señalaban que el coste de capital crecía con esta medida y que el mercado se dirigía a otros sectores que sí mantenían dividendo, complicando el acceso a estas vías de financiación.

El levantamiento parcial ha sido recibido con cautela en el sector. Las entidades consultadas optan por no hacer valoraciones sobre esta decisión, a la espera de que se concrete cómo podrán distribuir dividendos en 2021. Sin embargo, fuentes del sector consultadas por este diario reconocer un cierto alivio por tratarse de una medida “menos restrictiva” y que se ha adaptado a las decisiones de otros bancos centrales fuera de Europa que habían abierto la puerta a los dividendos. Esto, apuntaban, habría sido una de las causas para el castigo en Bolsa que tienen estas entidades en lo que va de año.

De hecho, un informe presentado este mismo miércoles por BME, la compañía que gestiona los mercados de valores en España, ha confirmado que la banca ha perdido en 2020 su tradicional trono como el principal sector en la Bolsa del país. A falta del cierre del año, la banca se ha visto superada por el sector energético, que ya es el más importante con una cuota del 24%, y por el textil —fundamentalmente Inditex— que supone el 14%. Los ocho bancos cotizados han pasado de ser casi el 20% del mercado de valores a suponer algo más del 12%.

Javier Hernani, consejero delegado de BME, ha señalado en la presentación de dicho informe que el de los dividendos en banca es un tema “delicado” y que la compañía tiene “poco que decir”. Sin embargo, ha asegurado que “la combinación” las decisiones que se tomen en torno al dividendo, las fusiones bancarias o la esperada recuperación de la economía, generará “valores más atractivos” para los inversores.

La banca ha sido uno de los sectores más castigados en Bolsa desde el comienzo de la pandemia, aunque con una cierta mejoría en los últimos meses por parte de alguna de las entidades. A falta de los datos del último mes del año, las estadísticas de BME muestran un mercado bursátil que se ha movido mucho en plena pandemia del coronavirus. De hecho, se han realizado 51,2 millones de operaciones con acciones en Bolsa, una cifra que supone un fuerte incremento del 51% respecto a los datos del año pasado. Sin embargo, ante la situación de un mercado que no ha permitido la salida a Bolsa de nuevas compañías y la falta de venta de grandes bloques, ha reducido en un 8% el importe en euros de ese importante número de operaciones, hasta los 393.000 millones de euros.

Con la vista puesta en otoño

Los bancos tienen en las próximas semanas las citas con el supervisor para poder fijar qué porcentaje de su beneficio de los ejercicios 2019 y 2020 pueden dar como dividendo. Las entidades consultadas, aunque cautas, confían en poder dar dividendos pese a las limitaciones, aunque asumen que pueden ser menos de los que inicialmente se habían previsto en caso de que se levantara por completo el veto al dividendo del BCE. Los analistas también asumen que la rentabilidad por el dividendo en banca va a estar limitado. Un informe del Bank Of America lo estima entre el 1% y el 2%, mientras que otros analistas, como en Renta 4, creen que quedará en la banda inferior de esa franja.

El BCE señala que el 30 de septiembre, “si no median circunstancias adversas importantes”, la intención es derogar la recomendación y volver a evaluar los planes de capital y de reparto de dividendos de las entidades sobre la base del resultado del ciclo de supervisión normal. Por eso, en el sector se enfoca la mirada en esa fecha. Si finalmente se levanta para entonces la limitación del dividendo, alguno de los bancos ya abre la puerta a trasladar para entonces alguno de sus compromisos de dividendos.

El BCE también reiteró en su carta a las entidades con la nueva recomendación de limitación de dividendos sus expectativas de que sean “extremamente moderadas” en relación con la remuneración variable durante el mismo período que el previsto para los dividendos y la recompra de acciones (30 de septiembre de 2021). “El supervisor evaluará detenidamente las políticas de remuneración, prestando especial atención a su impacto en la capacidad de las entidades para mantener una base de capital sólida”, ha subrayado.

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