Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Bruselas propone prohibir por ley la entrada en la UE de productos fabricados con trabajo forzoso

El empleo infantil en Argentina alcanza a 1,2 millones de menores.

Andrés Gil

8

Que no entre en el mercado europeo nada que haya sido fabricado con trabajos forzosos. Es la propuesta de legislación presentada este miércoles por la Comisión Europea. La propuesta, que llega después de una comunicación publicada en febrero, cubre todos tipo de productos: los fabricados en la UE para el consumo interno y las exportaciones, y los bienes importados, sin hablarse de empresas o industrias específicas.

Según los datos de la OIT, 27,6 millones de personas se encuentran en situación de trabajo forzoso, en muchas industrias y en todos los continentes. “La mayoría del trabajo forzoso tiene lugar en la economía privada”, dice la Comisión Europea, “mientras que también hay ejemplos de prácticas de los Estados”.

La Comisión Europea dice que su propuesta se basa en “definiciones y estándares acordados internacionalmente. Las autoridades nacionales estarán facultadas para retirar del mercado de la UE los productos fabricados con trabajo forzoso, previa investigación. Las autoridades aduaneras de la UE identificarán y detendrán los productos fabricados con trabajo forzoso en las fronteras de la UE”.

Un total de 160 millones de niños en todo el mundo se encuentran en situación de trabajo infantil. Es decir, uno de cada diez niños en el mundo, y su número va en aumento. Casi la mitad de estos niños realizan trabajos peligrosos. “El trabajo decente aún no es una realidad para cientos de millones de personas en todo el mundo”, reconoce el Ejecutivo comunitario, “a pesar del claro compromiso de la comunidad internacional en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y la Agenda 2030”.

Bruselas dice estar comprometida en la defensa “de los derechos de los trabajadores y evitar una carrera a la baja, utilizando todos los instrumentos disponibles. La promoción del trabajo decente en todo el mundo, incluida la eliminación del trabajo infantil y el trabajo forzoso, es un elemento central de este esfuerzo. La promoción del trabajo decente en todo el mundo es clave para la UE como actor geopolítico que apoya firmemente los derechos y libertades individuales, más aún en un mundo laboral en rápida transformación y en un contexto de relaciones globales cambiantes”.

¿Cómo funcionaría?

Las autoridades nacionales de los Estados miembros serían las encargadas de aplicar la prohibición. Las autoridades abrirán investigaciones sobre productos sobre los que existan sospechas fundadas de que han sido elaborados con trabajo forzoso. Pueden solicitar información a empresas y realizar controles e inspecciones, incluso en países fuera de la UE. Si las autoridades nacionales identifican la existencia de trabajo forzoso, “ordenarán el retiro de los productos ya colocados en el mercado y prohibirán colocar los productos en el mercado y exportarlos. Las autoridades aduaneras de los Estados miembros estarán a cargo de la ejecución en las fronteras de la UE”.

Si las autoridades nacionales no pueden reunir todas las pruebas que necesitan, por ejemplo debido a la falta de cooperación de una empresa o de una autoridad estatal no perteneciente a la UE, “pueden tomar la decisión sobre la base de las pruebas disponibles”, dice Bruselas.

“Las autoridades competentes aplicarán los principios de evaluación basada en el riesgo y proporcionalidad durante todo el proceso”, explica la Comisión: “Así, la propuesta tiene en cuenta, en particular, la situación de las pequeñas y medianas empresas (PYME). Sin estar exentas, las PYME se beneficiarán de un diseño específico de la medida. Es decir, las autoridades competentes tendrán en cuenta el tamaño y los recursos de los operadores económicos afectados, y la escala del riesgo de trabajo forzoso antes de iniciar una investigación formal. Las PYME también se beneficiarán de las herramientas de apoyo”.

La Comisión tendrá que emitir unas directrices de cumplimiento 18 meses después de la entrada en vigor del reglamento, que requiere el acuerdo previo con el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE –los Gobiernos–.

Las directrices incluirán una orientación sobre la debida diligencia en el trabajo forzoso e información sobre indicadores de riesgo del trabajo forzoso. La nueva red de productos de trabajo forzoso de la UE servirá como plataforma para la coordinación y cooperación estructuradas entre las autoridades competentes y la Comisión.

Etiquetas
stats