Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Entrevista Química y ensayista

Adela Muñoz: “La caza de brujas no es cosa del pasado, es un problema actual”

La catedrática de la Universidad de Sevilla Adela Muñoz Páez

Maialen Ferreira

0

Existen cientos de mitos y bulos sobre la caza de brujas. Entre ellos, que era algo que ocurría en la Edad Media, que hubo millones de víctimas y que era la Inquisición la principal ejecutora de estas personas. Sin embargo, la doctora y catedrática en Química Adela Muñoz (1958, La Carolina, Jaén) ha tratado de sacar a la luz las verdades que hay en torno a las brujas con su libro 'Brujas. La locura de Europa en la Edad Moderna'. Según sus investigaciones, en realidad, el punto álgido de la caza de brujas tuvo lugar al comienzo de la Edad Moderna, hubo cerca de 60.000 víctimas mortales y la Inquisición no solo no era la responsable de esa masacre, sino que trató de evitarla.

Otra de las cuestiones que aclaran las investigaciones de Muñoz es que el número de víctimas asesinadas por brujería en España era mínimo en comparación con otros países de Europa. En concreto, en España hubo entre 25 y 30 víctimas mortales -sin contar las registradas en Cataluña-, frente a las 25.000 de Alemania. También concluye que las condenas por brujería no son cosa del pasado, puesto que, según explica la ensayista, en una entrevista con este periódico durante la gira de su libro en Bilbao, “en Tanzania, en la segunda mitad del siglo XX, se han ejecutado a más personas por brujas que en toda la Edad Moderna en Europa”.

¿Quiénes fueron las brujas?

Personas que se cruzaron en el camino de los perseguidores de brujas.

¿Ese era el único requisito?

Sí. Yo llegué a investigar a las brujas buscando a unas mujeres sabias y rebeldes, pero no. Lo de la rebeldía es un lujo que nos podemos permitir desde el siglo XX. En los siglos XVI y XVII las mujeres no podían ser rebeldes, entonces, había alguna que tenía conocimientos de hierbas, pero era una mínima parte. Las mujeres que eran consideradas brujas eran principalmente aquellas que vivían al margen de la sociedad: mujeres mayores que no tuvieran un hombre que les diera respetabilidad como un marido, un hijo o un hermano. Ese era el perfil más frecuente, pero también hubo hombres, mujeres jóvenes o niñas. Cualquier persona que se cruzara en el camino de los perseguidores, que esos sí que eran siempre hombres.

¿Cómo las cazaban?

Cazarlas no era fácil porque los crímenes por los que se las acusaba no existían, por lo que tenían que tener sus propias confesiones para sentenciarlas y, esas las lograban mediante coacciones y torturas. Una de las herramientas fundamentales era la denuncia de otras mujeres acusadas también de brujería a las que muchas veces exigían la delación de otras personas.

En su libro calcula que hubo cerca de 60.000 víctimas en Europa. ¿Cuántas hubo en España?

Con la excepción de Cataluña, entre 25 y 30, pero algunos autores dicen que hay menos. El caso más relevante es el de Zugarramurdi, que dio nombre al término 'akelarre'. Los estudios muestran que en Alemania hubo 25.000 víctimas mortales, la mayor parte de ellas mujeres. Esto es consecuencia de que la mayor parte de los tribunales locales no aceptaban la autoridad jurídica de la Inquisición, que fue quien puso freno a la caza de brujas en el resto de los reinos españoles.

Las mujeres que eran consideradas brujas eran principalmente aquellas que vivían al margen de la sociedad

Generalmente la caza de brujas se suele relacionar con la Inquisición, sin embargo, en su libro explica que “en muchos casos, la Inquisición puso freno a los desmanes de jueces laicos y tribunales populares. ¿Cómo se explica eso?

Sí, sin duda. Y no es algo que se haya descubierto ahora, esto está publicado por libros que fueron editados a comienzos del siglo XX. Muchos historiadores y antropólogos demostraron que la Inquisición no persiguió a las brujas, porque no les interesaba, tenía otros objetivos como los judaizantes, los moriscos, los protestantes o los librepensadores, pero las brujas no, porque no creían en la existencia real de las brujas. En España, en general, siempre hubo una mentalidad escéptica con respecto a las brujas. Lo que pasa es que la influencia francesa es la que hace que ocurran casos como el de Zugarramurdi. El juez Pierre de Lancre, responsable de la instrucción de los llamados procesos de brujería de Labort de 1609, hizo que las personas viajaran desde el País Vasco español hasta el francés para ver esos procesos y se convencieran de la mentalidad mágica y de la creencia de la existencia de las brujas. Todo eso fue permeando aquí hasta que mucha gente pensaba que si se le moría un hijo era porque una bruja le había hecho un mal de ojo. La Inquisición no solamente no persiguió a las brujas, sino que a raíz del proceso de Zugarramurdi le puso freno, un freno definitivo en todos los reinos españoles excepto en Cataluña.

¿Esa fue la razón por la que en España, a diferencia de otros países de Europa, no hubiera tantos casos de víctimas?

La clave de que España fuera el país donde menos ejecuciones hubo era el sistema judicial centralizado y supervisado por la Inquisición. En Alemania había muchos tribunales laicos y locales que no tenían supervisión externa, no había tribunales donde apelar. Entonces, había muchos juzgados en distintas ciudades donde los tribunales locales tenían poder absoluto y nadie podía corregirlos. Sin embargo, en España, el Consejo General de la Suprema Inquisición tenía potestad sobre el resto de los tribunales, entonces podía frenar un proceso o revocar una sentencia. Esa centralización del poder y el hecho de que los responsables estaban convencidos de que la brujería no tenía entidad real fue lo que hizo que en España la caza de brujas se parara incluso antes de haber empezado. En el resto de Europa, en países como Luxemburgo, con una población por aquel entonces de 3.000 personas, ejecutaron a 300, casi el 10% de la población y en Alemania, el país más poblado después de Francia, ejecutaron entre 25.000 y 30.000 personas, 1.000 más que en España, sin contar Cataluña.

Elena/o de Céspedes es, según sus palabras, “la única mujer acusada de hechicería que ha encontrado auténticamente poderosa”. ¿Por qué considera que es importante conocer su historia?

Porque encuentro a esta persona fascinante. Ella dice que es hermafrodita, es el argumento que utilizó frente a la Inquisición. Podría tener alguna alteración en sus órganos sexuales, pero el hecho es que ella parió siendo una adolescente, posiblemente como fruto de una violación de su dueño, que podía ser su padre por haber violado a su madre. Esta persona, hija de una mujer negra, tuvo la suficiente inteligencia para trabajar como sastra, entrando en el gremio súper cerrado de los sastres y, después, como cirujana tras obtener el titulo oficial de cirujana. En algún momento, para conseguir dinero, también fue soldado. Debía ser una mujer fascinante porque a pesar de sus orígenes humildes aprendió a leer y a escribir y conquistó a muchas mujeres. De hecho, cuando la detuvieron por una acusación de brujería y la Inquisición incautó sus bienes, tenía 25 libros de medicina, entre ellos los más modernos. Para casarse con una mujer, hasta diez personas certificaron que era hombre, sin embargo, cuando le acusaron de brujería y la llevaron ante la Inquisición y las personas que habían confirmado que era hombre dijeron que fueron embrujadas, porque sus órganos sexuales pertenecían a los de una mujer. Entonces, ella escribió un alegato para defenderse de la acusación de brujería ante la Inquisición en el que decía que era hermafrodita y que había perdido el miembro durante su estancia en prisión y que, como era cirujano, se lo había curado. Era una mujer muy poderosa por su inteligencia, su don de palabra y su capacidad de ser muy buena para ejercer distintas profesiones siendo una intrusa, porque las mujeres eran consideradas como intrusas en los gremios en los que ella trabajó.

En España, en general, siempre hubo una mentalidad escéptica con respecto a las brujas, lo que pasa es que la influencia francesa es la que hace que ocurran casos como el de Zugarramurdi

¿Por qué considera que la Historia oculta a este tipo de mujeres?

Porque no encajaban en el prototipo. Estamos hablando de una sociedad machista y misógina que consideraba que las mujeres eran inferiores a los hombres y personajes como Elena/o de Céspedes rompen toda la construcción de que las mujeres son inferiores a los hombres, no son inteligentes y no están capacitadas para nada.

¿Quiénes son las brujas del siglo XXI?

Por un lado, el concepto de “bruja” ha cambiado y se ha convertido en un símbolo feminista de mujeres empoderadas y rebeldes, pero eso es algo que podemos decir en España, pero en África, Centroamérica o Asia, el calificativo de “bruja” sigue siendo todavía algo que puede implicar una condena a muerte porque persiste esa mentalidad mágica. En Tanzania, en la segunda mitad del siglo XX se han ejecutado a más personas por brujas que en toda la Edad Moderna en Europa. Se trata de un problema muy grande lo que pasa es que como ocurre fuera de nuestras fronteras, parece que no existe. La caza de brujas no es cosa del pasado, es un problema actual. Por eso se conmemora el Día Internacional contra la Caza de Brujas el 10 de agosto. Conocer el pasado siempre es útil, hay que olvidarse de los bulos y estudiar la información que hay sobre lo que ocurrió tanto aquí como más allá de nuestras fronteras.

Etiquetas
stats